La desnutrición infantil influye negativamente en el crecimiento de los niños, disminuye su capacidad de aprendizaje y su estado de salud se puede ver afectado por problemas renales, diabetes tipo II, sobrepeso, entre otros. Estas consecuencias de la desnutrición pueden traducirse también en un costo económico, cuyo estimado anual a nivel mundial es de 3,5 billones de dólares (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, s. f.).