La semiótica de lo cotidiano

Pocas veces, una obra tan importante se traduce a nuestro idioma con la colaboración del propio autor. Este es el caso del libro de Francisco Marsciani, Trazados de etnosemiótica, una traducción al castellano elaborada mano a mano con el autor y publicada por el Fondo Editorial de la Ulima. El libro fue presentado el sábado 19 de noviembre por Óscar Quezada Macchiavello, rector de nuestra Casa de Estudios, acompañado de los docentes Elder Cuevas Calderón y Eduardo Yalán Dongo, en la XLIII Feria del Libro Ricardo Palma, realizada en el Parque Kennedy del 4 al 20 de noviembre.

Óscar Quezada Macchiavello no escatimó elogios para referirse a Marsciani y a su obra. Y señaló:

“Marsciani es un maestro de la sencillez, de la fenomenología aplicada y de la inteligencia empática con los pobladores de cualquier ciudad del mundo. Un maestro sincronizado con un lector muy amplio que puede no conocer a fondo la teoría semiótica y, sin embargo, puede entender sus ensayos. En este libro, la gama es apasionante. Marsciani recopila magistralmente datos significativos de muchas órdenes. Destaca el dominio de las prácticas cotidianas concretas, aquellas de las experiencias vividas de la observación directa, del dominio de las apreciaciones compartidas y de la producción social del valor. Es un libro hermoso, profundo, que recomiendo a todos los investigadores en general de las ciencias humanas”.

Eduardo Yalán añadió que en este libro el lector encontrará una descripción de los fenómenos sociales como comprar zapatos o realizar la lista de novios, en el que el autor desarrolla cinco niveles de observación: el nivel de los enunciados, de los objetos, de las reglas, de los espacios y de la subjetividad. Destacó, además, que el gran logro del autor es hacernos ver que la semiótica no es un mecanismo categorial formal, sino más bien una gran labor de descripción de sustancias, de sensibilidades, de relaciones que están acompañándonos día tras día. Finalmente, resaltó la labor de traducción de muchas obras realizada por Desiderio Blanco tras años de trabajo, y que este libro es el primer eslabón para continuar con la tarea que él inició.

Elder Cuevas, a cargo del prólogo de esta edición en español, dijo que el trabajo de Marsciani hace algo muy importante para trabajos de semiótica hoy en día, que es comprometerse:

“Su obra está cargada de una semiótica que no teme ensuciarse las botas, que no teme hacer trabajos de campo cuando, por lo general, se planteaba que el semiotista está en un escritorio”.