Universidad de Lima

El divorcio supone una inminente reestructuración de las dinámicas familiares y puede generar una crisis en la vida de los adultos y, especialmente, en la de los niños. El último Jueves de Psicología del ciclo 2016-1 dio una aproximación a este tema en la charla “El divorcio y sus consecuencias en los hijos”, que contó con la exposición de la psicóloga Nelly Chong, quien atendió las dudas de los estudiantes que se acercaron al evento, realizado el 30 de junio en el Aula Magna B.

A diferencia de otras épocas, el matrimonio está cada vez menos sustentado en intereses económicos y más en algo que Chong consideró mucho más abstracto: los sentimientos. Esto explica en parte la alta tasa de divorcios que ocurren en la actualidad, apuntó.

Tras el divorcio, “se continúa siendo una familia, solo que bajo otra estructura”, explicó. Esta nueva forma de organizar la familia puede tener resultados saludables o destructivos. Esto dependerá del esfuerzo que pongan los padres por mantener a los niños fuera del conflicto que, con mayor o menor intensidad, va a ocasionar este desajuste.

El manejo de la situación es importante porque un divorcio puede causar repercusiones físicas en los niños. Depresión, alergias, problemas gástricos y agresividad son algunas de las mencionadas por la psicóloga. Para lidiar con esto, recomendó a los padres tener “tiempo y paciencia para explicar, acompañar y consolar”.

Finalmente, explicó que la labor de la terapia de divorcio no es recuperar la relación de pareja de los padres, sino ayudar a los adultos y niños a afrontar las repercusiones emocionales del divorcio. En especial, resaltó la importancia de que el terapeuta se convierta en un portavoz de las necesidades de los hijos, que pueden haberse visto sepultadas debajo de todas las complicaciones que suele traer una decisión de este tipo.