Silvia Ponce, investigadora del Instituto de Investigación Científica (IDIC) de la Universidad de Lima y doctora en Ciencias Químicas por la Universidad Autónoma de Madrid, ha sido distinguida con el primer lugar del Premio Nacional L’Oréal-UNESCO-Concytec por la Mujer en la Ciencia. Ella se presentó con el proyecto “Procesamiento de desechos agrícolas para la obtención de combustibles que puedan ser utilizados en las cocinas de zonas rurales andinas con menor impacto ambiental doméstico”, que por alzarse como el triunfador de este certamen recibirá una subvención de 30.000 nuevos soles.
Esta iniciativa propone la reutilización de los desechos agroindustriales y su transformación en briquetas que puedan ser empleadas como combustibles para generar fuego, lo que servirá para cocinar los alimentos y calentar los hogares por parte de los pobladores y las amas de casa.
La doctora Ponce acota: “Una primera etapa de este proyecto se llevará a cabo en Puno. La idea es que las madres aprendan a fabricar sus propias briquetas mediante un sistema sencillo y casero, de manera que ellas y sus hijos ya no tengan que caminar durante horas todos los días en busca de maderas o leñas. Así, las mamás podrán estar más tiempo con sus pequeños”.
Asimismo, con estas briquetas se espera que disminuya la contaminación ocasionada por la cocción de los alimentos dentro de las casas, que suele propiciar la aparición de enfermedades en niños menores de 5 años, quienes acostumbran estar junto a sus madres cuando ellas cocinan.
Actualmente, la doctora Ponce lidera a un equipo involucrado en una iniciativa contemplada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec) que está siendo desarrollada en la Universidad de Lima. Mediante unos materiales especialmente elaborados, este proyecto propone la degradación de compuestos orgánicos volátiles en el agua, como por ejemplo los pesticidas en las chacras de Apurímac.
A lo largo de su trayectoria, la doctora ha participado en diversos proyectos vinculados al medio ambiente. Entre ellos, destaca una bolsa práctica que, con la ayuda de la radiación solar, descontamina el agua, cuya investigación y desarrollo fueron fomentados por la Universidad Nacional de Ingeniería y la Universidad de Buenos Aires.
