Por la salud y el derecho civil

El miércoles 30 de septiembre, el jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Piero Corvetto Salinas, tuvo una reunión con el rector de la Universidad de Lima, Óscar Quezada Macchiavello, para ultimar detalles de lo que será el apoyo de nuestra Casa de Estudios a las próximas elecciones presidenciales del Bicentenario. Se trata de una colaboración que la Universidad brinda al ente electoral desde hace décadas, pero en esta ocasión es la primera institución educativa del país en reunirse con la ONPE para cooperar en el proceso electoral del 2021. 

Corvetto apuntó que el presente es un proceso electoral que cambia la concepción de la realización de estos procesos, a partir de la necesidad de adaptarlo a una situación de pandemia. Esto implica una organización en la que se pueda multiplicar por tres el número de locales utilizados. El jefe de la ONPE señaló:

“En principio, en nombre de la ONPE, deseo agradecer al doctor Quezada y a toda la Universidad de Lima, porque es la primera institución educativa que nos está brindando todas las facilidades para poder realizar el proceso electoral. Vamos a pasar de 5.300 a 16.000 locales cuando menos. La estrategia apunta a la dispersión de locales y de mesas de sufragio. Vamos a colocar un número menor de mesas en un mayor número de locales, buscando garantizar el distanciamiento social, el cumplimiento estricto de los siete protocolos que venimos trabajando en coordinación con el Ministerio de Salud, con el interés de generar las condiciones que permitan que los ciudadanos tengan la confianza para participar de manera masiva en las elecciones del Bicentenario, el 11 de abril próximo. 

Para nosotros, es fundamental contar con apoyos como el de la Universidad de Lima, que nos permitan instalar un número de mesas para que los ciudadanos que residen cerca de la Universidad puedan venir a sufragar a este local caminando. La operación busca evitar que los electores se vean obligados a utilizar paraderos o el transporte público, que podrían ser cadenas de contagios del virus”.

 

Por su parte, Quezada se refirió a lo que significa esta próxima elección, sin precedentes, en una etapa pandémica que desea que pronto descienda. El rector expresó:

“Es una elección atípica, porque obliga a tener más consciencia del encuentro de dos cuidados: el de la vida de la persona y el de los derechos del ciudadano. Como nunca, hay que pensar en la calidad de vida de las personas que van a votar y en la mejor manera de que cumplan con su derecho”. 

Se espera que, en el mes de octubre, la ONPE tenga definidos los 16.000 locales de votación y el número de mesas que se puedan instalar en cada local, para que, a partir del 1 de diciembre, esté a disposición de la ciudadanía el programa Elige Tu Local de Votación, que permitirá que los más de 24 millones de peruanos residentes en territorio nacional puedan elegir el local más cercano a su domicilio, sin ningún tipo de restricción vinculada al distrito de residencia; es decir, el elector podrá escoger su lugar de sufragio basado en la circunscripción en donde reside y no en el distrito donde se encuentra registrado su domicilio ante el Reniec.

Esta medida se suma al planteamiento del Congreso de la República, que extiende la jornada de sufragio de ocho a 12 horas. Así, pasamos de 8.00-16.00 horas, que era la jornada histórica, a 7.00-19.00 horas. Entre las 7.00 y las 9.00 horas se creará una burbuja de seguridad dedicada a los adultos mayores, personas con discapacidad y ciudadanos con mayores vulnerabilidades respecto al virus. Desde las 9.00 horas, los votantes podrán sufragar por franjas horarias a partir del último dígito de su DNI.

Finalmente, sobre la importancia y trascendencia de este proceso electoral, Óscar Quezada declaró: 

“Y es un operativo de confianza. Hay que comenzar a emitir signos, señales de confianza. Por eso, la Universidad de Lima confía en la ONPE, cree en ella y en la capacidad técnica que está desplegando para llevar adelante un evento totalmente inédito en la historia de nuestro país: cumplir con un proceso electoral –esperemos que ya con la pandemia en declive–, pero en el cual se superponen e interactúan la dimensión de la salud de las personas con la dimensión de los derechos políticos de los ciudadanos. Son dos cosas que tienen que estar muy bien sincronizadas en términos de espacios, de protocolos, de operativos, para que no solo se cumpla con la elección de autoridades en el país, como corresponde por ley, sino que a la vez se vele y se proteja la vida de todos los participantes”.