El cine latinoamericano es amplio y diverso, pero no precisamente masivo. Cineastas como la argentina Lucrecia Martel, el mexicano Carlos Reygadas y muchos otros más proponen películas que amplían el poder expresivo del lenguaje cinematográfico y que merecen una mayor atención. Ricardo Bedoya, crítico de cine, investigador y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima, se centró en estas creaciones en su último libro, El cine latinoamericano del siglo XXI: tendencias y tratamientos, publicado por nuestro Fondo Editorial. La presentación virtual de la obra se realizó en la XXV Feria Internacional del Libro de Lima (FIL Lima 2020), el 5 de septiembre.
Además de Bedoya, participaron en el evento Natalia Ames, docente cinematográfica y gestora cultural, y José Carlos Cabrejo, profesor e investigador de la Universidad de Lima y director de la revista Ventana Indiscreta.
El autor del libro detalló algunos rasgos del cine latinoamericano del siglo XXI. Una característica notoria es que casi todas las películas son grabadas en formato digital, y ya no en celuloide o material fotoquímico. Asimismo, cambiaron los hábitos del espectador, lo que, según Bedoya, trae consecuencias positivas (el acceso a las películas mediante internet despierta la curiosidad por otros tipos de cine, entre ellos el peruano y el latinoamericano) y negativas (el espectador es más sedentario y está acostumbrado a pantallas pequeñas que no permiten apreciar el lenguaje del cine en su plenitud). Otras tendencias mencionadas fueron el auge de la dirección de películas a cargo de mujeres y el cambio de las políticas de los gobiernos que fomentan el desarrollo del cine nacional, tal como ha sucedido en Chile o Colombia. El investigador subrayó que Perú debe seguir esos ejemplos.
Por otra parte, Bedoya indicó que su publicación no es un libro de críticas de cine, ya que se propuso ofrecer una mirada amplia y exhaustiva del cine latinoamericano, además de detectar las tendencias y los tratamientos que, a su juicio, son los más desafiantes, influyentes o interesantes, tales como los documentales que mezclan una visión política con una dimensión íntima relacionada con alguna fisura familiar o de identidad.
Natalia Ames elogió el rigor y la agudeza académica de este libro, que pone de manifiesto la riqueza de un tipo de películas latinoamericanas que, lamentablemente, no suelen ser estrenadas en los cines peruanos, pues los distribuidores y los exhibidores, debido a cuestiones comerciales, dan preferencia a los filmes de Hollywood.
Entre tanto, José Carlos Cabrejo destacó que el amor por el cine de Bedoya es contagioso y que en su escritura siempre hay algo que despierta la curiosidad, incluso de películas que no le gustan, y que invita a revisar las filmografías de directores valiosos pero poco conocidos.