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El rol de la prensa en la configuración de la comunidad política
Periodista, investigadora del Instituto de Investigación Científica (IDIC) de la Universidad de Lima y docente de nuestra Carrera de Comunicación, María Mendoza Michilot alcanzó el grado de magíster en Sociología por la Pontificia Universidad Católica del Perú luego de sustentar su tesis titulada “La comunidad política en el siglo XX y el rol del periodismo escrito en la producción de significados”, que obtuvo la calificación de sobresaliente con recomendación de publicación.
Esta tesis tiene como eje el debate sobre el concepto de nación referido al Perú e indaga sobre el papel cumplido por los periódicos más influyentes de Lima —El Comercio, La Prensa y La Crónica— en el proceso de configuración de la comunidad política local durante el siglo XX. Conversamos con la profesora Mendoza Michilot sobre esta investigación.
La palabra nación siempre es materia de debate.
Para algunos pensadores contemporáneos, nuestra nación, entendida como una comunidad política o como el conjunto de ciudadanos jurídicamente iguales, sigue en proceso de construcción. Para otros, simplemente no existe porque no hemos logrado consolidar una comunidad en la que prevalezca un nosotros ni tampoco la preocupación por el otro.
¿Qué línea de investigación estableciste en esta tesis?
Decidí auscultar el rol del periodismo escrito en el retrato de tres fenómenos que fueron medulares en la vida nacional: el surgimiento de los partidos modernos —en especial del APRA— en la década de 1920, la instauración del voto de la mujer en la década de 1950 y el reconocimiento del voto de los analfabetos a fines de 1970. En estas coyunturas, como sostiene el sociólogo Orlando Plaza, el Perú dio pasos importantes hacia la consolidación y la ampliación de la comunidad política, así como luego daría otros pasos con los que retrocedió en ese proceso. Estos hechos evidencian que el siglo XX no solo fue sinónimo de revolución científica y tecnológica, como señala el historiador Eric Hobsbawm, sino también del ingreso de hombres y mujeres como votantes y clientes a través del voto y los partidos, que se constituyeron en instrumentos importantes de la vida política.
¿En qué consistió la metodología de este trabajo?
La investigación pasa revista a los contextos de los fenómenos mencionados, los cuales abarcan la historia, la información publicada en los periódicos y la producción sociológica de autores peruanos que han abordado el debate de la nación. Asimismo, indagué de qué manera los periódicos presentaron a las personas involucradas o a los miembros de la comunidad política, desde el ciudadano hasta el político. En este aspecto, consideré lo que dijeron los periódicos de sus expectativas, preferencias y predisposiciones hacia la política; de su participación como parte de grupos organizados; y de su bagaje cultural y social. En otras palabras, qué dijeron de su cultura política, de su participación en la sociedad civil, de sus capitales culturales y sociales, y de la confianza que sintieron hacia los agentes sociales.
¿Qué propuestas conceptuales consideraste?
La tesis recoge una serie de propuestas conceptuales de la teoría sociológica, de autores como Gabriel Almond y Sidney Verba, Jean Cohen y Andrew Arato, Pierre Bourdieu y Piotr Sztompka, así como de Manuel Castells, Erving Goffman y Jürgen Habermas, y las entrecruza con marcos teóricos de la comunicación, lo que me permitió desarrollar una metodología que puede aplicarse en el análisis cualitativo de otros fenómenos sociales locales a través del discurso de la prensa.
Asimismo, empleé un conjunto de categorías e indicadores que han sido utilizados por la sociología en estudios cuantitativos basados en encuestas y entrevistas. Pero tratándose de productos anclados en la historia, estos se contrastan en el discurso periodístico, en la articulación del texto, en las caracterizaciones y actitudes que se atribuyen a las personas, en las adjetivaciones y giros empleados por los periódicos para hacer referencia a los actores sociales involucrados en estos hechos y que aparecen en las noticias, editoriales y entrevistas que publicaron El Comercio, La Prensa y La Crónica.
¿Cuáles son las principales conclusiones de la tesis?
Se concluyó que los peruanos, desde los políticos hasta los ciudadanos de a pie, no estuvieron al margen de la aparición de los partidos modernos, del voto de la mujer y del sufragio de los analfabetos, sino que participaron directa o indirectamente en ellos, y al hacerlo se reconocieron como ciudadanos con derechos y deberes hacia su comunidad política.
Lamentablemente, el estudio también demuestra que la diferenciación social que se hizo de los ciudadanos fue un factor medular para que fueran reconocidos o no como ciudadanos con o sin derechos de la colectividad peruana. Los periódicos, de acuerdo con sus enfoques o líneas editoriales, contribuyeron a legitimar a las personas como ciudadanos o a deslegitimarlas, lo que no aportó de manera positiva a esa comunidad de iguales llamada nación.
Desde este punto de vista, se puede decir que el rol de la prensa en la configuración de la nación fue fluctuante: se movió entre la mediación entre ciudadanos y gobernantes, a través de un discurso plural y transparente, y la mediatización, tomando partido a favor de una de las partes. Además, la función de soporte que la prensa pudo haber cumplido en beneficio de la nación no fue sostenida en el tiempo y la preocupación por los fenómenos relevantes de la vida nacional solo se puso de manifiesto en algunos casos.
¿Qué otros aportes de la tesis destacas?
Este estudio no trata de poner a los medios en el banquillo de los acusados ni colocarlos en el diván. Pero el análisis desarrollado pone en evidencia el enorme poder cultural y simbólico que pueden ejercer los periódicos en beneficio de esa nación que aún no tenemos o, como afirma el investigador Benedict Anderson, de esa nación que imaginamos y queremos para nosotros. Como anotan algunos académicos, los medios dicen qué está bien y qué está mal, y estas valoraciones positivas y negativas los llevan a señalar quiénes tienen la “verdad” y a quiénes hay que minimizar, ignorar o cuestionar por lo impertinente de sus propuestas.
En segundo lugar, el estudio permitió comprobar, una vez más, el valor del análisis interdisciplinar y cuán enriquecedor puede ser la conjugación de los enfoques de la sociología y de la comunicación en procura de la comprensión de fenómenos sociales relevantes.
En tercer lugar, este trabajo busca sumarse a un debate sobre un tema que debería preocupar a los políticos, académicos, periodistas y ciudadanos en general, y que se refiere a esta nación inconclusa que es el Perú, cuya suerte parece no interesarnos mucho más allá de los partidos de fútbol, que representan esos momentos en los que, como sugiere el estudioso Silvio Waisbord, se renuevan los sentimientos nacionalistas.
Provienes del ámbito de la Comunicación y ejerces el periodismo. ¿Qué razones te motivaron a completar esta Maestría en Sociología?
La motivación principal fue profundizar en la investigación de las ciencias sociales en beneficio de las actividades académicas que desarrollo. Al concluir la maestría, comprobé que esta me dio instrumentos para analizar mejor los fenómenos sociales que debía observar y sobre los cuales tenía que pronunciarme en mis labores de periodista. Hoy creo que la sociología y la comunicación se complementan poderosamente y son útiles para comprender varias cosas: 1) el quehacer de los que somos parte de una comunidad que tiene muchos retos por delante; 2) una comunidad que, como indica el sociólogo Sinesio López, no tiene la tradición de fomentar prácticas ciudadanas; y 3) las acciones en sociedad que parecen ser, a veces, un ejercicio en el que los hechos se repiten de manera cíclica, como anota Orlando Plaza en su libro Teoría sociológica: enfoques diversos, fundamentos comunes.
¿Qué otras investigaciones estás desarrollando o planeas emprender?
Este año voy a seguir profundizando en el estudio de los fenómenos sociales producidos en el Perú durante el siglo XX desde la perspectiva de la sociología, la comunicación y la historia. Creo que estas realidades del pasado tienen un correlato en el presente, y sobre ellas debemos seguir investigando para entender por qué aún no podemos reconocernos como un nosotros.