El 5 de diciembre, autoridades de la Universidad de Lima, del Instituto de la Grasa de Sevilla y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial de Argentina (INTI) inauguraron el Laboratorio de Grasas, Aceites y Alimentos Funcionales, que iniciará de inmediato sus operaciones. Este ambiente, único en su tipo en nuestro país, es asimismo uno de los más importantes en América Latina. Sus equipos de alta tecnología lo convierten en un referente local y regional en el estudio de alimentos de nuestra biodiversidad y en el desarrollo de productos que aprovechen sus propiedades.
La implementación de este laboratorio se dio en el marco del convenio suscrito entre la Universidad de Lima y el Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA), para la ejecución del proyecto “Microencapsulación de aceites de sacha inchi y antioxidantes de la biodiversidad peruana”. La investigación cuenta con el apoyo financiero del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, y tiene como aliados a la Universidad Nacional Agraria La Molina, el Instituto de la Grasa de Sevilla, el INTI de Argentina y la Universidad de Florencia. Asimismo son parte de esta alianza Agroindustrias de Caspizapa y la Cooperativa Agraria de Productores de Sacha Inchi de Rodríguez de Mendoza, Amazonas.
Es importante destacar que la potencialidad del laboratorio permitirá que se brinden servicios a otros centros e instituciones de investigación, con el consiguiente impulso a estudios que contribuyan al desarrollo de nuevos productos.
Futuro colaborativo
Nuestro rector, Óscar Quezada, cortó la cinta inaugural y aprovechó la ocasión para felicitar el trabajo realizado por la docente Nancy Chasquibol, coordinadora de la investigación, quien viene estudiando diferentes aspectos del sacha inchi y sus beneficios, así como los de otros alimentos oriundos del Perú.
“Este es un hito importante tanto para la investigación como para la salud mundial”, dijo el rector, y agregó que con la participación de actores importantes de los sectores académico, público y privado, se podrán desarrollar investigaciones tan productivas como la que se viene llevando a cabo con el sacha inchi.
En esa línea, la profesora Chasquibol se mostró entusiasmada por las posibilidades que abre la adquisición de esta tecnología, pues podrá ser aprovechada por investigadores de distintas carreras e instituciones y, además, por nuestros estudiantes, quienes podrán ser parte de proyectos multidisciplinarios y de gran importancia para las necesidades alimentarias del Perú y el mundo.