Sebastián Díaz Portugal trabaja en el icónico Hotel Savoy de Londres, como Rewards & Analytics Manager. Ahí ha aprendido sobre normas laborales internacionales para llevar a cabo algunos proyectos, uno de los cuales implicó un ahorro de medio millón de dólares en solo cuatro meses.
La carrera profesional de Sebastián comenzó en el Perú, después de graduarse como administrador por la Universidad de Lima. Luego, trabajó como HR Business Partner en Rich Products y, motivado por expandir sus horizontes, se mudó a Londres para cursar un MBA en Coventry University.
¿Cómo llegaste a Inglaterra?
Había trabajado cuatro años en Rich Products en el Perú, como HR Business Partner. Siempre tuve el deseo de vivir en el extranjero y, después de la pandemia de la covid-19, me animé a dar ese paso. Investigué alternativas en Norteamérica y Europa. Las mejores condiciones en ese momento estaban en el Reino Unido, por el tamaño de la industria, las oportunidades en el mercado laboral, las universidades y las facilidades migratorias. Así fue que decidí venir a Londres a estudiar un MBA en Coventry University, en septiembre del 2021. La maestría duraba un año, pero a las ocho semanas de llegar a Londres conseguí trabajo en Katkin, una empresa de comida para gatos donde permanecí hasta el 2022. También, ejercí como HR Business Partner ahí. Fue una gran oportunidad, aunque el primer año fue muy intenso, ya que estudiaba y trabajaba part time.
En la práctica, ¿qué hacías en Katkin?
Siempre he tenido roles de generalista en recursos humanos, igualmente en Katkin. Nunca me he especializado en áreas como reclutamiento o entrenamiento, porque siempre he trabajado en empresas pequeñas, donde mi posición, al ser la única o una de las pocas en recursos humanos, me obligaba a encargarme de todo el ciclo del trabajador, lo que abarca planificación, estructuras, presupuestos, selección, capacitación, compensaciones y relaciones laborales.
¿Qué diferencias encontraste entre la forma de trabajar en el Perú y en Inglaterra?
Lo primero que tuve que aprender rápidamente fue derecho laboral y contractual, que es muy distinto a lo que se hace en Sudamérica. Una diferencia tangible es que aquí existe el trabajo casual, cuando la empresa te ofrece trabajo por días y tú decides si vas. Eso no se ve en el Perú. Así que esas pequeñas diferencias en el ámbito contractual y laboral fueron grandes lecciones que tuve que aprender rápido. En cuanto al tema cultural, es fascinante ver cómo se complementan distintas formas de ver las cosas y diversas historias.
¿Cómo pasaste a tu siguiente trabajo?
Postulé a DesignScene, una empresa familiar con unos cuarenta trabajadores. El rubro era completamente diferente, ya que es una productora y diseñadora de eventos. Mi rol fue un poco más amplio, me desempeñé como Head of HR & Finance. Me sentía preparado, aunque el foco no estuviera en recursos humanos, un área en la que me he desarrollado casi diez años. De todos modos, el tema de finanzas siempre me ha apasionado y me dio gusto explorar ese campo. Fue retador, porque era un ámbito nuevo para mí; sin embargo, me fue bien. Después de un año y medio, recibí una oferta laboral del Hotel Savoy, que es muy conocido, y ya llevo cuatro meses aquí. Es un lugar maravilloso, tanto por lo icónico que es este hotel como por el trabajo que realizo.
Ahora que estás en una empresa más grande, seguramente te has especializado en un área de recursos humanos.
Efectivamente, esta empresa tiene casi 450 trabajadores. Ya no soy un generalista, me enfoco en compensaciones y análisis de recursos humanos. Básicamente, me aseguro de que el paquete de compensaciones del hotel y la manera en que remuneramos al personal sean competitivos en el mercado de Londres, que por sí mismo es muy competitivo, especialmente en el sector de hoteles de cinco estrellas. En esta ciudad hay más de cien hoteles de ese tipo, así que uno de mis roles es asegurarme de que nuestras compensaciones sean siempre atractivas. No se trata solo de aumentar los sueldos, sino también de mejorar los beneficios. También, me ocupo del análisis de presupuestos, estructuras y de buscar eficiencias en el personal.
¿De qué manera investigas el mercado de los hoteles de cinco estrellas?
Participamos dos veces al año en una encuesta salarial exclusiva para este tipo de hoteles. Es muy dinámica y te permite detectar inmediatamente dónde están las oportunidades.
¿Te encargas también de la parte de retención?
Sí, definitivamente. Pero mi enfoque está más en el análisis de datos y compensaciones, no tanto en el clima laboral ni en el entrenamiento. Mi rol es más analítico en recursos humanos.
¿Qué reto has asumido en el tiempo que llevas ahí que puedas compartir?
Quizás el proyecto de mayor impacto fue uno relacionado con la reestructuración de equipos, en el afán de ser más eficientes. En el Reino Unido, es común trabajar con agencias para tercerizar los servicios de personal. En el Perú, en cambio, puedes tercerizar personal que no esté dentro de tu core business. Básicamente, trabajamos bajo esta modalidad cuando nos demoramos en cubrir vacantes. Por ejemplo, si regularmente contamos con 40 housekeepers, pero en un momento solo tenemos 35, inmediatamente se abren cinco vacantes, porque alguien debe cumplir ese trabajo para seguir funcionando. No podemos dejar las habitaciones sin limpiar ni ordenar. Una agencia nos brinda el personal que falta. Pero ese servicio cuesta el doble, porque se le paga al trabajador y a la agencia. Vale decir que esta práctica la hacemos en diversas áreas: housekeepers, cocina, seguridad, entre otras.
¿Cuál fue la reestructuración que llevaste a cabo?
Cuando llegué al hotel, revisé el Profit and Loss Statement (P&L) y encontré que la línea de costos de tercerización laboral era altísima. Curiosamente, no reclutábamos para esos roles. Entonces, hablé con mi compañera de reclutamiento y le dije: "Estamos gastando muchísimo dinero en housekeepers tercerizados. ¿Qué pasa en esta área?". Fueron muchas conversaciones, primero porque yo era nuevo en el hotel y aún no conocía del todo las operaciones del negocio, y segundo, porque necesitaba entender la situación. Analicé las compensaciones, la rotación de personal y a dónde se iban las personas que reclutábamos. Luego, presenté un proyecto de negocio y demostré que era menos costoso incrementar el sueldo de las housekeepers para aumentar la retención y atracción de talento que seguir pagando los costos de la tercerización.
¿Cuál fue el ahorro que lograste?
En solo cuatro meses, logramos ahorrar casi 400 000 libras, es decir, medio millón de dólares.
Entonces, te encargas de analizar los números y las dinámicas para hacer propuestas.
Sí, me encanta hacerlo. Como tengo un background en finanzas y entiendo el P&L y los costos asociados a contratar personal, disfruto analizar la data detrás de las personas para buscar eficiencias.
Respecto a tus experiencias de trabajo en el Perú, ¿aquí también trabajaste en recursos humanos?
Sí, siempre he estado en recursos humanos. Empecé como practicante en Quiksilver, la marca de ropa, cuando estaba en el séptimo ciclo en la Universidad de Lima. Luego, pasé a Cementos Pacasmayo, donde me mantuve un año, también como practicante. Mi primera experiencia profesional fue en Rich Products, donde estuve cuatro años, también en esta área. Esa fue una escuela para mí. Ahí consolidé todo lo que aprendí en la Universidad de Lima. Me relacioné con grandes profesionales y, sin duda, mis dos jefes fueron mis mentores, Damaris Amar y Máximo Peralta Ramos.
¿En qué momento decidiste especializarte en recursos humanos y por qué?
Mientras estudiaba Administración, no sabía en qué área especializarme, me gustaban todas. Sin embargo, tanto mis estudios en la Universidad de Lima como mi experiencia en Rich Products me permitieron tener una visión completa del negocio. Entendí lo que hace finanzas, lo que hace marketing, lo que hacen todas las áreas, y pensé que desde donde me tocara estar podía agregar valor.
¿Qué consideras que se necesita para trabajar en recursos humanos?
Primero, entender que las personas hacen las organizaciones. Segundo, cada individuo es diferente. Cuando estamos juntos, tenemos objetivos comunes, pero después de las ocho horas de trabajo, cada uno se introduce en un mundo diferente. Entonces, la labor de recursos humanos implica entender tanto lo que sucede en esas ocho horas de trabajo como también a las personas y sus motivaciones. Para ser exitoso en esta área se debe comprender el negocio en su totalidad.
¿Qué te gusta hacer cuando no trabajas?
Hago triatlón. Es una prueba muy exigente y demandante físicamente, pero al menos participo en un triatlón al año, y me preparo durante unos cuatro meses. En cuanto a maratones, he corrido seis. Este año participé en la de Londres, que fue muy especial porque es una de las seis maratones más importantes del mundo, y porque nunca me imaginé que habría personas que animaban a los corredores durante todo el camino. Los 42 kilómetros estaban llenos de gente a ambos lados de la pista para ver la carrera.
¿Cómo te fue en la Universidad de Lima?
Estoy muy agradecido con la Universidad y con los profesores que he tenido. Disfruté muchísimo el tiempo que estuve en la Ulima, hice muy buenos amigos y construí una muy buena red de contactos. Siempre hay alguien de la Universidad a quien le pido un consejo o una recomendación o le pregunto sobre algún curso. En lo académico, me preparó para asumir cualquier reto profesional.