El duelo es un proceso complejo y el tiempo para resolverlo varía de persona en persona, afirmó Yaricsa Urrutia, interna del Departamento de Orientación Psicopedagógica de la Universidad de Lima. Además, indicó que es un error considerar que el duelo solo dura un año. También, precisó que esta experiencia no es sinónimo de depresión, porque esta última es una afección a la salud mental, mientras que el duelo, una reacción natural ante una pérdida significativa.
Estas afirmaciones las realizó durante su participación en el conversatorio virtual “Vivamos un duelo saludable”, organizado por la Dirección de Bienestar de nuestra Casa de Estudios. En este encuentro, participaron el psicólogo Bruno Fernández y la interna Bridget Rosales, miembros del Departamento de Orientación Psicopedagógica Ulima.
Urrutia acotó que el duelo no es una enfermedad que se deba curar, sino un periodo necesario para orientarse en la vida. Por su parte, Bridget Rosales mencionó que cada duelo es único, no un camino lineal, y enfatizó en que no hay una sola forma de transitarlo. Agregó que usualmente se cree que, con el paso del tiempo, el duelo disminuye progresivamente. Subrayó, sin embargo, que realmente se mantiene mientras otros aspectos de la vida crecen y cobran más importancia.
Posteriormente, Bruno Fernández explicó que hay acciones y actitudes que no ayudan a llevar una fase de duelo de manera adecuada como, por ejemplo, negar la pérdida, eliminar todo aquello que recuerde al ser querido o intentar reemplazar a este, o evitar participar en las ceremonias de duelo.
El especialista brindó algunos consejos para sobrellevar esta etapa de manera más saludable: expresar y comunicar los sentimientos, aceptar la experiencia de sentir diferentes emociones, realizar ejercicios físicos, descansar y llevar una alimentación balanceada, ayudar a otras personas que también enfrentan la misma experiencia, rememorar la vida del ser querido, y practicar técnicas de respiración y meditación.
Finalmente, recomendó otros métodos efectivos, como leer textos que brinden un sentido enriquecedor del duelo, visualizar una escena de reencuentro con la persona fallecida y brindarse a uno mismo instrucciones positivas. Además, recomendó asistir a espacios de terapia psicológica en caso de presentar dificultades para lidiar con dicho proceso.