En la tercera charla de los Miércoles de la Escuela Universitaria de Ingeniería del ciclo 2015-1, Erich Saettone, docente de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima e investigador de nuestro Instituto de Investigación Científica (IDIC), presentó los resultados de un trabajo que demandó cuatro años sobre la desalación de las aguas marinas a través de equipos que funcionan con energía solar para conseguir agua destilada. Saettone también es doctor y magíster en Física por la Universidad de São Paulo.
En el Aula Magna B, Saettone señaló:
“La aplicación de la energía solar para desalar las aguas marinas y obtener agua destilada quizás no sea una solución, pero puede ayudar a paliar la escasez de agua potable en la costa peruana. Para acceder a una mayor cantidad de agua no salada, los expertos afirman que será necesario depurar otros métodos, tales como los tratamientos de aguas residuales o la llamada minería del agua, que consiste en hallar bolsones de agua dulce dentro de las cordilleras”.
El ponente agregó que si bien el Perú es uno de los 10 países del mundo con mayor disponibilidad de agua dulce según la UNESCO, la mayoría de los peruanos —unos 20 millones de habitantes, el equivalente a dos tercios de la población total— vive en la costa desértica del país y accede solo al 1,8% del agua dulce disponible debido a las características y ubicación geográfica de esta región.
También acotó que los estratos socioeconómicos con menores recursos son los que más padecen la falta de acceso al agua potable y que no hay que olvidar que el índice de la desnutrición crónica infantil en el Perú es de 14,6%.
Asimismo, destacó que es preciso tomar en cuenta que el Perú es un país privilegiado en la recepción de la energía solar:
“La zona sur del Perú es una de las 5 regiones del planeta con mayor radiación solar. Un lugar como Puno recibe muchísima más radiación solar que la selva. Tenemos que aprovechar esta energía y este potencial. Recién en los últimos años en el Perú se están instalando plantas que trabajan con la energía solar. Otros países como México nos llevan unos 30 años de ventaja en este rubro”.
Destiladores: pruebas y resultados
Saettone sostuvo que concentró sus esfuerzos en desarrollar destiladores que emplean la energía solar para desalar las aguas marinas, y que ha procurado que estos destiladores sean económicos y fáciles de construir.
Luego pasó a detallar las características de los destiladores. Entre ellos figura, por ejemplo, un destilador de bandeja plana en la cual reposa el agua salada y que está ubicada dentro de una cámara hermética que no permite que el calor se escape. Dentro de este artefacto también se halla una tapa de vidrio. A través de este destilador, la radiación solar ingresa a la cámara, se calienta la bandeja, el agua se evapora, el vapor toca el vidrio y se condensa en forma de gotas. Mediante este proceso, se puede alcanzar una cantidad de agua destilada de entre 1,4 y 1,8 litros al día.
Del mismo modo, Saettone explicó que un destilador con un sistema de bandejas escalonadas puede obtener unos 4,3 litros de agua destilada al día, y que se realizaron pruebas y combinaciones con distintos tipos de concentradores solares para calibrar el rendimiento de los destiladores, los cuales pueden llegar a producir unos 6 litros de agua destilada al día.
Además, el experto comentó: “Es importante tomar en cuenta la trayectoria y la orientación del sol a lo largo del año. Hay que ser meticuloso en la colocación del destilador para capturar debidamente la radiación solar y lograr que este equipo funcione a plenitud desde las 09.00 hasta las 16.00 horas”.
El ponente también hizo hincapié en que, según los análisis, esta agua destilada está apta para ser bebida. Saettone resaltó: “La salinidad de esta agua destilada es de 0%”. No obstante, anotó que esta agua destilada contiene una cantidad menor de nutrientes que la del agua potable provista por el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal), pero que este ligero déficit puede ser compensado con una buena alimentación.