Andrés Mufarech veía a su padre administrar la pastelería El Cedro. Luego, lo vio lanzar al mercado productos que posteriormente se introdujeron en supermercados y estaciones de servicio. Él mismo y sus cinco hermanos tuvieron la responsabilidad de preparar la masa, repartir productos y atender la caja o a la clientela.
Esta experiencia de vida y sus estudios de Comunicación en la Universidad de Lima, en la especialidad de Publicidad y Marketing, lo prepararon para asumir la gerencia general de El Cedro. Para él, la innovación es muy importante, por lo que ahora se prepara para lanzar nuevos productos.
¿Cómo te iniciaste en el negocio familiar?
Mi padre, quien es administrador por la Universidad de Lima, fundó la marca El Cedro hace 37 años. Ahora tiene 68 años y, debido a problemas de salud, dejó de trabajar hace cuatro o cinco años. En ese momento, decidí involucrarme en el negocio y asumí el rol de gerente general. Mis hermanos desempeñan funciones como directores o asesores, y regularmente tenemos reuniones familiares en las que tomamos decisiones importantes. Mi padre producía al principio pan árabe, que en el Perú se conoce más como pan pita, y, con el tiempo, desarrollamos productos como los enrollados en diversas variedades, como lechón, mixtos, de pollo, además de otros sabores. Estos se venden en estaciones de servicio.
Tienen una cafetería en San Isidro y, además, venden productos empaquetados en otros lugares, ¿verdad?
Tenemos dos cafeterías, una en San Isidro, que es la primera que se abrió, y otra en Plaza Santa Catalina. También abrimos un dark kitchen en Surquillo, que atiende pedidos exclusivamente a través de aplicativos. Pero el éxito de El Cedro proviene de los productos de consumo masivo. Aproximadamente, el 85 % de nuestra facturación proviene de estos productos, que incluyen panes, tortillas, enrollados, galletas, snacks y triples; y el 15 % restante proviene del negocio de las cafeterías. Yo estoy enfocado en la planta de producción ubicada en Lurín y en la gestión de la red de distribución en Lima Metropolitana.
¿Qué temas te demandan mayor atención?
Mi enfoque principal está en impulsar la innovación. Siempre buscamos nuevas formas de presentar nuestros productos, ya sea a través de nuevos sabores, tamaños o presentaciones. Este año, por ejemplo, estamos trabajando en la producción de una masa de pan pita de mayor tamaño, aproximadamente de 30 centímetros de diámetro, y en la introducción de un producto muy popular en Estados Unidos, el bagel, que es similar a una rosquilla. Nuestra oferta de productos abarca desde pan blanco, pan integral, tortillas y tortillas integrales, hasta minipitas, pita chips blancos e integrales, enrollados de pollo y enrollados mixtos, entre otros. En total, ofrecemos una variada gama de veintiocho productos bajo la marca El Cedro. Aproximadamente, el 55 % de nuestra facturación proviene de las ventas en supermercados, por lo que gran parte de mi atención se centra en estrategias como las promociones cruzadas y la expansión a nuevas tiendas, y nos adaptamos gradualmente a las preferencias de los clientes. Cuando se abre una nueva tienda, ahí estamos, listos con nuestro portafolio de productos.
El negocio factura alrededor de veinte millones de soles al año, eso implica una serie de desafíos. Contamos con una red de aproximadamente doscientos clientes en total. Uno de nuestros clientes es Wong, que opera veinte tiendas en Lima Metropolitana, mientras que otro cliente importante, Metro, tiene setenta tiendas en Lima. En total, trabajamos con alrededor de mil clientes y hemos establecido una red de proveedores confiables con los que colaboramos desde hace tiempo. Estos proveedores nos suministran productos como harina, carnes y azúcar, entre otros. Además, contamos con un equipo de fuerza de ventas encargado de recolectar la producción diaria y de asegurarse de que llegue a su destino. También, tenemos un equipo especializado en la ejecución, que garantiza que nuestros productos lleguen a las tiendas, se facturen correctamente y se exhiban en las góndolas de manera efectiva.
¿Cuántas personas trabajan contigo?
En nuestra empresa, empleamos a alrededor de 150 trabajadores, que comprenden al personal de las cafeterías y del negocio de consumo masivo.
Venden en grifos también, ¿cierto?
Sí, otro grupo importante de clientes son las estaciones de servicio, especialmente las de los grifos. En estos lugares, ofrecemos productos como sándwiches y enrollados, que son muy populares, especialmente durante las noches. Los grifos suelen ser la única opción abierta y práctica para muchas personas, ya que los productos se pueden calentar en el microondas durante treinta segundos y se consumen cómodamente al paso. Además, hemos incursionado en tiendas de conveniencia como Tambo y Oxxo, que han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Tambo cuenta con cuatrocientas tiendas en este momento, mientras que Oxxo tiene cien, y estamos presentes en todas ellas. Esto ha añadido un nivel adicional de complejidad a nuestra red de distribución, pero afortunadamente nuestra marca ha sido muy bien recibida. Somos una empresa peruana comprometida con mantener los más altos estándares de calidad en nuestros productos.
¿Cómo manejas el tema de calidad?
La preocupación por la calidad es una parte fundamental en El Cedro. Mi padre, en algún momento, le dio a mi hermana menor la responsabilidad del negocio, y ella tiene un exquisito sentido del gusto. A ella se le atribuye el mérito de la calidad y el delicioso sabor de nuestros productos. Mi hermana ha viajado mucho, ha traído ideas de otros países y ha complementado su experiencia con cursos de pastelería. Se ha esforzado por promover una línea de productos saludables y de alta calidad.
¿Cómo les fue en la pandemia?
Tuvimos una caída de entre el 40 % y el 50 %, pero nos hemos recuperado y, de hecho, hemos superado nuestras ventas históricas. El año pasado, logramos superar la facturación de 2019 en un 12 %. Esto se debe en gran medida a la introducción de nuevos productos, la adquisición de nuevos clientes y una mayor cobertura de mercado, así como un mayor control sobre la fuerza de ventas. Todos estos factores han contribuido al éxito que hemos alcanzado.
¿Dónde trabajabas antes?
Cuando estaba en la Universidad, realicé prácticas en SKF, una empresa industrial que se dedicaba a la venta de partes de máquinas industriales. Durante mi último año en la Universidad, fui contratado por el diario El Comercio para trabajar en el área de Publicidad, y me quedé ahí durante aproximadamente tres años. Luego, decidí seguir mi formación académica y me fui a seguir una maestría en Gestión Deportiva en la Escuela Universitaria Real Madrid – Universidad Europea. A mi regreso, tuve la oportunidad de unirme a la organización de los Juegos Panamericanos Lima 2019, donde trabajé durante dos años y medio. Fue una experiencia muy enriquecedora en la que aprendí mucho. Trabajar bajo presión y lograr el éxito en un evento de esa magnitud fue un logro significativo, gracias al esfuerzo de todo el equipo y la dedicación de quienes se involucraron.
Te interesan los deportes. ¿Practicabas alguno mientras estudiabas en la Universidad de Lima?
Sí, formé parte del equipo de fútbol sala y también del equipo de fútbol. Representé a la Universidad en campeonatos. Incluso, todavía juego fútbol en mi tiempo libre. También, me gusta correr, aunque, ahora, como persona casada y padre de un hijo de un año y un mes, mis horarios se han reducido. Dedicar tiempo a mi familia es una prioridad, así que paso mucho tiempo con mi esposa y mi hijo.
¿Qué te pareció tu carrera de Comunicación y el tiempo que pasaste en la Universidad de Lima?
Tengo los mejores recuerdos de mi tiempo en la Universidad de Lima. La educación académica que recibí fue muy fructífera y me ha impulsado a desarrollarme profesionalmente. Tuve la suerte de contar con excelentes profesores y cursé materias muy valiosas que han sido fundamentales en mi carrera. Además, hice muy buenos amigos durante la época universitaria, no solo de la Carrera de Comunicación, sino también de otras disciplinas, como Derecho e Ingeniería Industrial. Mantengo un estrecho contacto y me reúno con regularidad con mis amigos.