Desde muy joven, Soledad Bambarén se interesó por el campo del desarrollo humano, por eso estudió la Carrera de Psicología en la Universidad de Lima. Ahora se encarga de garantizar la seguridad psicológica de los colaboradores y de asegurar un correcto balance entre sus metas personales y profesionales. Es la responsable de las áreas de Talent Attraction, Employee Value Proposition (EVP) y de Onboarding en ABInBev, para la zona Middle Americas Zone, que abarca México, Centroamérica y el Caribe, Colombia, Ecuador y Perú. Actualmente, trabaja en México.
¿Cómo es tu día a día?
Mi día a día se compone de actividades diversas. Lo iniciamos siempre con dailys de proyectos bajo la metodología agile, con los equipos asignados. Asimismo, me enfoco en el desarrollo del equipo y la estrategia de los entregables a mi cargo. Por otro lado, busco realizar benchs en tendencias e innovaciones del mercado. El principal reto al que me enfrento es hacer de ABInBev una empresa atractiva para los nuevos talentos que se incorporan año a año al mercado laboral, así como candidatos potenciales con experiencia profesional. En una empresa de clase mundial, el talento humano es el principal valor para asegurar la excelencia y un futuro con más motivos para brindar.
¿Qué otros puestos has tenido ahí?
Mi trayectoria en ABInBev empezó en febrero del 2020, un mes antes de la pandemia, en la operación de Backus, Perú. Fui responsable de las áreas de Talent Acquisition, EVP y Talent Management. Considero que mi principal legado fue la calidad humana con la que el equipo refiere recordarme.
¿Qué te motivó a trabajar en México?
Mientras laboraba en Backus tuve una entrevista con la directora de People Continuity de la zona MAZ de ABInBev y fui la candidata seleccionada para el rol que ocupo hoy. Esto significó una promoción en mi carrera profesional dentro de la empresa, y me fui a radicar a Ciudad de México, junto con mi familia.
¿Cómo te vienes adaptando?
Me encuentro en pleno proceso de adaptación al país y me siento muy cómoda, dado que antes había tenido la oportunidad de visitar México en varias oportunidades y en cada una de ellas encontré que la cultura es muy similar a la nuestra. Asimismo, considero que la red de contactos que he generado es necesaria y muy relevante para mi adaptación al país.
¿Podrías mencionar un logro o un proyecto importante que hayas trabajado a lo largo de tu carrera?
Recuerdo con mucho cariño mi primer rol como practicante en Alicorp, donde realicé el internado de Psicología y me contrataron antes de acabar la Universidad. Tuve la oportunidad de viajar dentro y fuera del país, visitando casas de estudios y representando a la empresa con el objetivo de captar al mejor talento. Además, recuerdo que uno de los principales retos que enfrenté al iniciar mi carrera en Alicorp fue cuando pasé de ser par de los practicantes a líder de dicho equipo en el área. Para ello, busqué tener un compañero de trabajo que me acompañara y guiara en esos primeros pasos.
¿Qué labores desempeñabas en PepsiCo y qué satisfacciones conseguiste mientras trabajabas ahí?
En PepsiCo tuve dos etapas. Empecé formando el área de selección para el negocio de alimentos. Luego, el alcance se amplió también a bebidas. En una segunda instancia, como parte de mi desarrollo de línea de carrera y crecimiento, postulé a una vacante interna de business partner para la región de América Central, Sur y Caribe, basada en Perú. Mi mayor satisfacción fue tener la oportunidad de pasar a otro rol sin contar aún con el expertise que se requería para dicha función.
¿Cómo así te especializaste en recursos humanos?
Desde muy joven me sentí atraída por el campo del desarrollo humano. A modo de anécdota, quisiera compartir que mi padre tuvo una empresa consultora de recursos humanos y en mis vacaciones de verano trabajaba con él. Eso me permitió comprender la importancia del capital humano en las organizaciones y decidir que ese sería mi campo de especialización.
¿Por qué consideras que es importante la presencia de un psicólogo en las áreas de gestión de talento de las empresas?
La presencia de un psicólogo es clave en las áreas de recursos humanos en general, dada su sensibilidad para garantizar la seguridad psicológica de los colaboradores. Asimismo, para fomentar y asegurar la inclusión y un correcto balance entre las metas personales y profesionales; especialmente de los jóvenes, que recién se están iniciando en el mundo laboral.
¿Cómo se cuida el bienestar del personal desde una oficina de gestión del talento humano?
El bienestar del personal resulta primordial para poder contar con equipos de trabajo saludables. La salud emocional ha cobrado cada vez mayor protagonismo en el mundo corporativo, pues se conoce de manera científica la relevancia de contar con vidas equilibradas entre los ámbitos personal y laboral, en un mundo tan competitivo. Las empresas hoy en día puedan brindar diversas herramientas y flexibilidad. Sin embargo, la responsabilidad real de velar por el cumplimiento de dicho bienestar es de cada uno.
¿De qué manera se consigue que los trabajadores desarrollen sus capacidades al máximo?
Para conseguir que un trabajador desarrolle plenamente sus capacidades debemos asegurar que se encuentre motivado, que esté empoderado para sobresalir y dar siempre la milla extra en busca de la excelencia. Es muy importante que las personas desarrollen la resiliencia desde sus primeras posiciones, trabajando con una mentalidad de aprendizaje continuo, cuestionando el status quo, brindando y recibiendo feedback de forma constante. Por supuesto, todo ello con acompañamiento.
¿Alguna vez has realizado un voluntariado?
Antes de iniciar mi carrera en la Universidad de Lima, tuve la oportunidad de vivir en el extranjero y realizar un voluntariado para una red de emergencias de Cáritas. Esa experiencia impactó de forma positiva en el desarrollo de la empatía y en la construcción de equipos multifuncionales donde primaba la mentalidad de aprendizaje.
¿Qué puedes mencionar de tu época de estudiante en la Universidad de Lima?
Guardo los mejores recuerdos de esa época, especialmente por la calidad educativa y humana de los maestros y compañeros que tuve. Los estudios eran exigentes y en más de una oportunidad recuerdo haber tenido que rendir tres exámenes finales en un mismo día y entregar alguna tarea. Esto me ayudó a desarrollar la capacidad de organización y planificación, a establecer prioridades y asumir responsabilidades. Valoro mucho la formación que me brindó la Ulima y la red de contactos que pude cultivar gracias a ella.
