Alicia Torres tiene 15 años de experiencia en recursos humanos. Ha pasado por diversas experiencias en reclutamiento, capacitación, seguridad y salud, compensaciones, entre otros temas. Hoy se desempeña como senior HR manager en Adidas y últimamente ha podido desarrollar proyectos regionales relacionados con compensaciones. Guarda los mejores recuerdos de su época de estudiante de la Carrera de Administración en la Universidad de Lima.
¿Qué labores desarrollas como senior HR manager en Adidas?
Mi labor es liderar el equipo de Business Partners de la compañía, asegurando que nuestros clientes internos nos vean como sus socios estratégicos en la ejecución de las estrategias y servicios de gestión de personas para atraer, desarrollar, motivar y retener a los mejores talentos.
¿Cómo es tu día a día?
Mi día empieza alineando con mi equipo nuestras prioridades, ya que nuestro ritmo de trabajo es muy dinámico y las cosas pueden cambiar de un momento a otro. Por eso son importantes estas conversaciones con mi equipo, a fin de mantener el foco, diferenciar lo urgente de lo importante y asegurarme, como líder, de que la carga de trabajo esté balanceada. Si veo que alguien está sobrecargado, debo promover que el resto del equipo dé la mano para lograr mejores resultados.
¿Cuáles son los principales retos a los que te enfrentas?
Esta pandemia ha traído consigo los mayores retos en mi carrera y me ha empujado a desarrollar nuevas habilidades. Por ejemplo, en mi rol, las relaciones cercanas con las personas son claves, pero con la cuarentena nos distanciamos y eso lo complejizó todo, volviéndolo impersonal. Debí aprender a escuchar sin ver los rostros, a ser más receptiva a los tonos de voz, a la energía de las personas y muchos otros detalles importantes en el contacto cara a cara con nuestros colaboradores, que para mí son parte de la razón de ser del equipo de recursos humanos. Otro reto fue mantener el compromiso con mi equipo, y esto lo logré siendo extremadamente respetuosa con los sentimientos de cada uno y reaccionando ante la situación que nos había tocado vivir.
¿Qué aprendiste de esta situación?
Lo cierto es que la pandemia nos puso en la mesa momentos que ni la empresa mejor preparada supo cómo manejar al inicio. Esto me llevó a promover una visión resiliente con el equipo, que nos permitiera superar los nuevos desafíos y adaptarnos a ellos para garantizar que el rendimiento del equipo no bajara, sino al contrario, aprovechar la oportunidad para brillar en este contexto complejo.
¿Qué valoras de Adidas o de tu trabajo?
Adidas tiene lo que llamamos el core belief, que dice: “A través del deporte tenemos el poder de cambiar vidas”. Me encanta que Adidas sea congruente e invierta mucho esfuerzo y energía en que sus colaboradores y clientes realmente sientan este impacto en sus vidas. La energía del equipo, la camaradería y ese amor por el deporte en todo lo que hacemos es percibido y genera un muy buen ambiente laboral, que incluso hasta el menos deportista termina sintiéndose influenciado para al menos intentarlo y divertirse en el camino.
¿Podrías mencionar un logro o un proyecto importante que hayas trabajado a lo largo de tu carrera?
En estos últimos dos años he tenido la oportunidad de trabajar en proyectos regionales relacionados con compensaciones, implementados en todos los países de Latinoamérica en donde está Adidas. Eso significó ser parte de un equipo multifuncional de diferentes países con los que trabajamos a la par, para lograr modelos de compensación desde cero y que se puedan adaptar a las diferentes realidades de los países en Latinoamérica. Invertimos muchas horas de trabajo, planificando, armando escenarios, cruzando diferentes opiniones, buscando consensos y tomando riesgos controlados que nos permitieran asegurar una ejecución impecable y exitosa. En mi carrera, había implementado modelos de compensaciones, pero nunca había participado en el desarrollo de un modelo desde cero, así que fue una extraordinaria experiencia para mí, como profesional.
¿Recuerdas qué te animó a estudiar Administración y cómo así te especializaste en Recursos Humanos?
Tengo recuerdos de mí misma mirando las mallas curriculares de las diferentes carreras. Cuando vi la de Administración, noté un buen balance entre números y letras, además de muchos cursos que me llamaban la atención, así que me animé por esa carrera. Ya en el camino, me di cuenta de que me iba muy bien en los cursos de Recursos Humanos y de Marketing, me parecían interesantes y despertaban mucho mi curiosidad. Recuerdo que nunca logré practicar en el área de marketing, pero mi segunda práctica fue en recursos humanos, en una empresa de telecomunicaciones, y me enamoré de todo lo que hacía. Cada día había que descubrir, me encantaba interrelacionarme con la gente y ayudar. Fue en ese momento que decidí dedicarme a recursos humanos, y, desde ese momento hasta el día de hoy, han pasado 16 años. Pero como el destino es sabio, nunca me he alejado del marketing. He tenido jefes especializados en marketing y el día de hoy una de mis áreas cliente es el área de Marketing, por lo que disfruto aprender de ellos e incluso compartir mi opinión sobre las estrategias que presentan.
¿Qué otros trabajos has tenido y qué podrías mencionar de estos?
He trabajado en diferentes rubros, como telecomunicaciones, aerolíneas, seguros y consumo masivo. Al inicio de mi carrera, me especialicé en capacitación y desarrollo, pero llegué a un punto en el que sentía que recursos humanos era mucho más amplio y estaba comenzando a olvidarme de las otras subáreas, ya que no las practico en el día a día, así que decidí convertirme en generalista y saber de todo un poco. Mis trabajos me enseñaron a ser resiliente, a no tomarme las cosas a nivel personal, a liderar equipos y generar buenos ambientes de trabajo, así como saber poner mi punto en la mesa de manera respetuosa y con sustento. Cada una de mis experiencias me ha dado grandes aprendizajes.
¿Cómo te describirías tú misma, a nivel profesional?
Me describo como una persona que realmente ama su trabajo, que gusta de escuchar a las personas, de trabajar en equipo y buscar nuevas formas de hacer las cosas. Siempre me dicen que soy muy resolutiva y que, si me encomiendan algo, encuentro la manera de lograrlo.
¿Qué haces en tus tiempos libres?
En mis tiempos libres me gusta viajar (mi lema es: “mientras más lejos… mejor”), realizar largas caminatas o hacer trekking, eso me relaja y me permite reconectarme conmigo misma. Cada vez que puedo escaparme, ya sea fuera de Lima o fuera del país, lo hago, y vivo aventuras o experiencias invaluables.
¿Cómo recuerdas tu época de estudiante en la Universidad de Lima?
En la Universidad me la pasé muy bien, hice muchas amistades que mantengo hasta el día de hoy, aprendí muchas cosas, como a trabajar en equipo, y me volví más independiente y responsable de mis propias decisiones. Recuerdo haber practicado en el área que realizaba encuestas en todo Lima Metropolitana, y aprendí a perder la vergüenza de hablarle a personas que no conozco. Al final de la jornada, me sentía millonaria con la subvención que nos daban, estaba muy emocionada de ganar mi propio dinero como fruto de mi trabajo los fines de semana. Valoro de mi universidad la buena base que me dio y que luego puse en práctica, así como las puertas que se me fueron abriendo en el camino gracias al prestigio ganado por la Ulima.
¿Qué te pareció el posgrado que realizaste en la Universidad de Lima?
Llevé un posgrado hace algunos años y, justo en el momento en que ya comenzaba a pensar que no quería ser una especialista sino una generalista, me ayudó a fortalecer mis conocimientos sobre todas las subáreas de recursos humanos que había comenzado a olvidar, por no aplicar esos conocimientos en el día a día. Aparte, hice una muy buena red de contactos con otros profesionales de recursos humanos en el mercado e hicimos estupendos grupos de trabajo. Finalmente, cuando una empresa me dio la oportunidad de ser generalista fue esencial que supieran de la base que me había dejado el posgrado y que confiaran en mí por primera vez bajo ese rol.