Una buena estrategia para la venta de paltas

Pensando en la comodidad de sus clientes, José Luis Torres ideó una manera de comercializar la mejor palta de temporada, con un grado de maduración escalonada, a fin de que las personas tengan una palta madura por día en su mesa a lo largo de quince días. Su negocio se promociona a través de Facebook e Instagram bajo la marca Mr. Palta.

José Luis estudió Administración en la Universidad de Lima. Laboró en el mundo corporativo y luego decidió dedicarse a su emprendimiento. Con su propia marca, realiza las entregas a domicilio desde 2019. Cada vez se hace más conocido y busca ampliar su mercado. A futuro, quisiera exportar su producto.

¿Cómo iniciaste el negocio de la venta de palta?
Mi familia tiene una chacra en Huaral, así que empecé a colocar, en diferentes grupos de redes sociales, que tenía palta y así empecé a vender. Muchos me pedían “Envíame palta, pero que algunas estén verdecitas, otras por madurar y otras maduras”. Es decir, querían palta en diferentes grados de maduración, entonces me di cuenta de que Mr. Palta tenía una necesidad por atender. Además, ofreciendo a los clientes la mejor variedad de la temporada. Todo esto fue en el 2019. Me fui haciendo conocido, aunque todavía no tenía una marca.

¿Cuándo decidiste colocarle una marca a tu producto?
En el 2020. Empezó la pandemia y los clientes que normalmente iban al supermercado a comprar, de pronto dejaron de hacerlo o empezaron a ir en forma limitada, lo que originó un despegue bastante fuerte en el servicio de pedidos a domicilio, eso me llevó a colocar mi marca, Mr. Palta, y a promocionarla en redes sociales. La clave en todo esto es que Mr. Palta asegura a los clientes que el producto va a tener buena maduración, es decir, no les va a venir una palta fea, no se va a poner negra ni va a madurar solo por un lado.

Entonces no iniciaste el negocio con estas ideas, sino que fueron dándose en el camino.
Claro. Lo único que yo quería en un comienzo era vender un producto de chacra al mejor precio. En el camino me fui dando cuenta de las necesidades más específicas de los clientes. De acuerdo con eso, me adapté.

¿Toda la palta que vendes es de la chacra familiar?
Si bien una parte de la palta es de nuestra chacra familiar, cuando se nos acaba les compramos a los vecinos a un precio justo, de tal manera que nosotros seamos la primera opción que ellos elijan cuando deseen vender.

¿Cómo te ha ido hasta ahora?
Me ha ido bastante bien. Nos preocupamos mucho por cada cliente. El 2019 me enfoqué en conocer el mercado, ver qué buscaba el cliente, qué le gustaba y qué no. A veces se preocupaban, porque creían que los cuatro kilos iban a madurar de golpe, entonces les explicábamos que, si bien las paltas podían estar duras, no iban a madurar al mismo tiempo, sino de manera escalonada. Al final, el cliente se daba cuenta de que sucedía así y que prácticamente tenía una palta para consumir cada día durante quince días. En el 2020 el objetivo fue hacernos conocidos. Debido a la pandemia, teníamos que hacer mucho delivery y este 2021 nos estamos consolidando y creciendo mucho más por las redes.

Entonces la pandemia te ayudó a hacer conocida la marca.
Sí. Por temor al contagio, los clientes evitaban hacer pedidos de manera continua, así que normalmente cada quince días nos pedían bolsas de cuatro kilos, que les duraban dos semanas. Ellos se sentían cómodos de esa manera.

¿Qué dificultades has tenido que afrontar con este negocio?
Siempre se presentan problemas en el camino y uno debe darles solución rápidamente. Por ejemplo, los clientes a veces querían tener una palta madura para el mismo día, lo cual representa un problema logístico. Como empresa, nos podemos ver perjudicados si tenemos palta madura que no se llega a vender. Entonces, les indicábamos a los clientes que, como máximo, al tercer día ya tendrían la primera palta lista para consumir. De lo contrario, podrían avisarnos para solucionarlo. Además, les decíamos que, si teníamos alguna palta madura, la podíamos incluir en su pedido. Los clientes lo tomaron muy bien. Nuestro principal objetivo es que el cliente quede satisfecho y feliz. No nos importa sacrificar márgenes para hacer esto posible.

¿Quiénes te apoyan en este negocio?
Los dos primeros años me dediqué yo solo al negocio, aunque para las entregas me apoyaban algunas personas que contrataba. Pero desde este año trabajo con un amigo de la Universidad de Lima, Augusto Romero, ingeniero industrial, quien me apoya en temas de administración y finanzas, como pagos al personal, recursos humanos, pago de impuestos con la contadora, etcétera. Eso me permite enfocarme en la parte comercial y en las compras, que es lo que más domino.

¿Quiénes son tus clientes?
El perfil de mis clientes son madres de familia de 35 a 55 años, con hijos, que quieren tener una palta diaria en su mesa. Empecé vendiendo en grupos de Facebook, principalmente, de La Molina y Surco, por la cercanía a mi hogar, y fue este perfil el que me empezó a comprar. Luego fui expandiéndome a través de las recomendaciones boca a boca. Además, de manera continua, les hacía recordar a mis clientes que seguía teniendo paltas, porque algunas personas creían que era una venta de una única vez. De hecho, donde más me ha interesado enfocarme ha sido en la recompra, y tengo clientes que me vienen comprando durante estos tres años.

¿Cómo te organizas para el reparto?
De los siete días de la semana, solo no repartimos los domingos. Los lunes, miércoles y viernes mi reparto cubre San Borja, San Isidro, Miraflores, Magdalena, Barranco y Lince. Los martes, jueves y sábado entrego en La Molina y Surco, que es la zona donde tengo la mayor cantidad de clientes. Normalmente nos escriben por redes sociales y nosotros los agendamos. Al final del día, vemos cuántos pedidos tenemos que cubrir al día siguiente y los clasificamos. A las ocho de la mañana sale nuestro vehículo repartidor.

¿Cómo han evolucionado tus ventas desde que iniciaste?
Empecé con más o menos diez entregas interdiarias, de tres a cuatro kilos cada una, y hoy Mr. Palta llega a 35 entregas diarias, en promedio. Además, este año hemos descubierto un nuevo segmento: los restaurantes. Cuando compras en chacra no tienes la opción de seleccionar, y si bien toda es fruta que madura y se consume muy bien, estéticamente algunas pueden no ser muy atractivas, esas las vendemos a los restaurantes.

¿En qué te diferencias de la competencia?
Hay muchas empresas que entregan paltas, pero no con una maduración escalonada. Esto lo puedo hacer porque prácticamente vivo en Huaral. Entonces tengo una programación por lotes que me permite proyectar cuál va a madurar primero, cuál en segundo lugar, etcétera. Esta es la principal diferencia, pero también está mi conocimiento de las temporadas de palta, lo que me permite asegurar que mi producto va a madurar bien.

¿Qué planes tienes para el futuro?
Tenemos planes de exportación, pero más adelante y en otra línea de negocio. Ahora, la idea es que Mr. Palta ingrese al segmento de 25 a 35 años, ofreciéndoles dos kilos con maduración escalonada, porque muchas veces las personas viven solas y cuatro kilos puede ser demasiado. Se trata de personas que viven en departamentos en San Isidro, Miraflores, Barranco. Así que estamos adaptando nuestra publicidad a ese nuevo segmento.

¿Cómo te orientas a públicos tan específicos?
Al principio fue un poco por casualidad. Yo solo publiqué la venta de paltas y la demanda vino por parte de mujeres de 35 a 55 años. Ahora he visto que hay una oportunidad en este nuevo segmento de 25 a 35 años. Además, la palta tiene excelentes propiedades nutritivas y a ese segmento le interesa mucho cuidar su salud.

Aparte de este negocio, ¿qué otras experiencias laborales has tenido?
Yo salí de la Universidad de Lima en el 2011 y trabajé en el Banco de Crédito desde ese año hasta el 2016. Me gustó bastante. Había un buen ambiente laboral y aprendí muchísimo el tema de negocios, porque trabajé en las áreas de Riesgo Crediticio y Banca Comercial. Luego me decidí por el negocio propio, básicamente enfocado en el tema de producción de frutas. Desde el 2016 hasta la fecha administro y gestiono la chacra familiar en Huaral y en el 2019 ingresé al negocio de comercialización con Mr. Palta.

¿Te sirvió lo que aprendiste en la Universidad de Lima?
Me sirvió muchísimo y me sigue sirviendo, en el mundo corporativo y en este emprendimiento. Tengo muy buenos recuerdos de mi época de estudiante, tanto de las amistades que forjé como de mis profesores.