En su libro La ciudad sin límites: Lima en la narrativa peruana del siglo XX, el docente de la Universidad de Lima Alejandro Susti Gonzales presenta una selección de obras de autores como Julio Ramón Ribeyro, Enrique Congrains, Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, Oswaldo Reynoso, Sebastián Salazar Bondy y Cronwell Jara. A través de su producción literaria y artículos periodísticos, guían al lector por un recorrido en el tiempo en el que se observa cómo ha cambiado la ciudad de Lima y sus personajes en el siglo XX.
¿Podría comentarnos cómo ha sido la investigación y producción de este trabajo?
Este es un trabajo que desarrollé a lo largo del 2019, pero que ya había empezado a organizar un par de años antes, cuando me pidieron escribir un artículo sobre la historia de la literatura peruana, específicamente acerca de la representación de Lima. Esta vez quería trabajar también con novelas, ensayos y crónicas basadas en la ciudad. Diseñé una secuencia de textos que se iban ordenando cronológicamente. Partí de comienzos del siglo XX hasta llegar al período de las migraciones, representado por narradores como Carlos Eduardo Zavaleta, Julio Ramón Ribeyro y Sebastián Salazar Bondy. Después comencé a trabajar con quienes forman una especie de cola de la generación del 50, como Oswaldo Reynoso y Mario Vargas Llosa, con Los cachorros. Luego me proyecté a las novelas publicadas en los 70 y, al final, tenía una serie de capítulos que se iban ordenando en el tiempo, cada uno con una temática determinada. Incorporé las novelas Barrio de broncas, de José Antonio Bravo, y Final del Porvenir, de Augusto Higa, editada en el año 92. El último capítulo lo dediqué a Cronwell Jara y dos libros suyos. Allí se cierra el ciclo. A través de estas obras, uno puede ver cómo va cambiando la ciudad, cómo van apareciendo personajes y relacionándose entre sí.
¿Cuál es el contenido de cada capítulo?
El primero se titula “Narrativas de la primera mitad del siglo XX” e incluye trabajos de José Gálvez, Martín Adán y José Diez Canseco. El capítulo 2 está dedicado a la generación del 50 y se denomina “Una nueva generación de narradores”. El tercero abarca las crónicas urbanas de Sebastián Salazar Bondy. El cuatro es sobre dos cuentos, uno de Ribeyro y otro de Luis Loayza, que tienen que ver con el tema de la memoria porque, a pesar de que la generación del 50 estaba muy interesada en las nuevas realidades sociales que surgieron a partir de las migraciones, también tenía una mirada nostálgica del pasado. El capítulo 5 trata el tema de la adolescencia y la infancia en la ciudad; está integrado por cuatro obras en las que los personajes son adolescentes: los cuentos de Oswaldo Reynoso que forman parte de Los inocentes; Los cachorros, de Vargas Llosa; Un mundo para Julius, de Bryce Echenique, y Los hijos del orden, de Luis Urteaga Cabrera, quien murió hace un par de años. Esta última es una novela poco estudiada que describe la vida de una serie de personajes, algunos de ellos adolescentes delincuentes recluidos en el centro correccional Maranguita. El capítulo 6 explora el tema del barrio a partir de dos novelas: la de Augusto Higa, Final del Porvenir, que se desarrolla en La Victoria de los años 50, y la de José Antonio Bravo, ambientada en el distrito de Chorrillos de la época del terremoto del 40. Finalmente, el capítulo 7 está dedicado a Cronwell Jara, en cuyos cuentos las escenas de las calles y avenidas no son el escenario principal, sino los asentamientos humanos. Los personajes ya no son de clase media, sino inmigrantes, peruanos que han llegado desde los Andes a establecerse en la ciudad y que traen consigo su propia cultura, su propio lenguaje y sus propios referentes.
¿Con qué criterios eligió a los autores?
Los seleccioné porque todos ellos han escrito sobre Lima y cada uno representa un momento histórico y una generación diferente. Son, por lo menos, tres generaciones, cada una de ellas con una mirada distinta sobre la ciudad, a quienes les tocó vivir fenómenos sociales y políticos diferentes. Por ejemplo, en las novelas de los escritores de la generación del 50 está muy presente el gobierno de Manuel Odría, que se instala en el 48 y se queda hasta el 56. Esa es la época de la llegada masiva de migrantes provincianos a Lima, experiencia que marcó a los escritores del 50 como Zavaleta, Salazar Bondy y Ribeyro. Los gallinazos sin plumas es un ejemplo de ello.
¿Qué transformaciones resaltantes de la sociedad limeña podría mencionar, a partir de su libro?
Hay momentos álgidos a lo largo del siglo XX. Primero está la Lima que va cambiando, en la que se instalan los tranvías y los cines. Estas innovaciones no son del agrado de José Gálvez, pues representan la llegada de la modernidad a la ciudad y él tiene un espíritu más conservador y tradicionalista. Los más jóvenes, pertenecientes a la generación del 50, están abocados a entender el presente de la ciudad, desde la adolescencia. Las narraciones presentan a personajes que viven momentos críticos a lo largo de la historia, no solamente del Perú, sino de Lima, que es la capital y el epicentro de todas las agitaciones sociales, políticas y culturales que se producen. El espacio de la ciudad es el escenario del encuentro de diferentes culturas de este país tan fragmentado. El interés del libro está en construir esta mirada panorámica del siglo XX a través de la literatura.
También hay artículos periodísticos, ¿verdad?
Efectivamente, las crónicas urbanas de Salazar Bondy son artículos periodísticos que se publicaron en El Comercio, La Prensa y Oiga. Por otro lado, los dos primeros trabajos con los que comienza este libro son de José Gálvez, ambas crónicas de costumbres. Uno de ellos es Calles de Lima y meses del año y el otro es Una Lima que se va, cuya primera edición es de 1921. El más antiguo de todos es una novela de Enrique Carrillo, Cartas de una turista. La protagonista es una joven inglesa que se instala en Chorrillos a comienzos del siglo XX, cuando este distrito era un balneario de la oligarquía, y le escribe a una amiga en Inglaterra. También está Kilómetro 83, de José Diez Canseco, obra que describe el centro de Lima y la Plaza San Martín de los años 20, así como algunos personajes populares. Al autor le gusta mucho la música criolla y varias escenas se desarrollan en el Rímac, en la Lima antigua, anterior a la llegada de los migrantes de provincias. Es decir, lo cronístico y lo periodístico también están representados en el libro.
¿La obra ya se presentó?
Todavía no. Hemos pensado hacer la presentación en la Feria del Libro que se realizará en septiembre, pero ya están apareciendo reseñas en medios nacionales como Caretas, El Peruano, El Comercio y también en Estados Unidos. Asimismo, el libro ya se encuentra disponible en las librerías Libun, Sur, El Virrey y Communitas.