Pamela Soto es country manager de SimpliRoute, una startup que opera un software de inteligencia logística en Latinoamérica y que ha crecido mucho desde el año pasado, sobre todo en e-commerce. Pamela estudió Administración en la Universidad de Lima y se encarga de definir, alinear y ejecutar los objetivos del plan de negocios en el Perú.
¿Cómo es el servicio de logística que brinda SimpliRoute?
Tenemos el software número uno en inteligencia logística en Latinoamérica. Lo que hacemos es ayudar a distintos tipos de negocios con la logística de distribución, desde que el producto sale del almacén hasta que llega a su destino. A través de nuestra plataforma, nuestros clientes pueden crear rutas óptimas, hacer seguimiento de las unidades de transporte en tiempo real y tener visibilidad de los tiempos de llegada al cliente. Todo esto bajo un sistema de machine learning basado en inteligencia artificial. Con la pandemia, las compras online se han disparado dramáticamente, lo mismo que los pedidos a domicilio. Esto puede ser positivo para las ventas, pero a nivel logístico puede significar una amenaza y hasta un caos para la organización. Muchas empresas han tenido que innovar rápidamente para pasar del comercio tradicional al online y han requerido con suma urgencia una solución. Nosotros brindamos una solución logística de despacho.
¿Cuál es la diferencia entre el servicio que brindan ustedes y el de otras empresas?
Hemos desarrollado nuestro propio algoritmo de optimización y contamos con un equipo experto en data science, que nos permite tener un mayor control y más flexibilidad con nuestra plataforma. Además, brindamos soluciones únicas en el mercado y una heurística propia con nuestro departamento de data science. La heurística resuelve el problema de la creación de rutas. Otras empresas te pueden ayudar a planificar tu ruta, pero nosotros somos dueños de la tecnología y contamos con nuestro propio departamento que se encarga de optimizarla. Cada vez más empresas requieren este tipo de soluciones y llegan a nosotros con nuevas necesidades. Nosotros buscamos alternativas adicionales al sistema de optimización de rutas para diferenciarnos y satisfacer a nuestros clientes.
¿Desde cuándo trabajas ahí?
Estoy en la empresa desde hace tres meses. Es una startup que tiene dos años en el Perú. Durante el primero se desarrolló el negocio y me llamaron para ocuparme de la parte estratégica y del crecimiento comercial, porque tengo experiencia en el rubro en otras empresas. A mí me interesa mucho el tema de innovación y tecnología; siempre he tratado de trabajar en empresas innovadoras y en un lugar donde me sienta a gusto, y en esta empresa el tema de la cultura horizontal me gusta mucho. Me siento libre de llamar directamente al CEO para comentarle mis ideas y me gustan las reuniones globales que hacemos una vez al mes, donde no solamente vemos los avances como organización, sino que también compartimos y socializamos con gente que trabaja en la empresa, pero en otros países.
Uno de los focos de tu labor debe ser conseguir nuevos clientes. ¿Cómo te está yendo con eso?
Hemos armado una estrategia de marketing para captar clientes y vamos por buen camino. En esta coyuntura de pandemia, algunos rubros se han visto perjudicados; en nuestro caso, la coyuntura nos benefició. La necesidad de las empresas de realizar ventas online y la necesidad del mercado de aumentar los servicios de delivery hace que las empresas tengan urgencia de solicitar nuestros servicios para hacer sus entregas
¿Cuántas personas están a tu cargo en este momento?
Empezamos tres personas y actualmente somos siete; pensamos terminar el año con un equipo de 15 personas. A nivel global, el año pasado, en esta misma fecha, el equipo era de 50 personas, y ahora somos 100. Estamos en una etapa de crecimiento. SimpliRoute acaba de pasar por la segunda ronda de inversión y se ha levantado 3 millones de dólares a nivel internacional. El objetivo es llegar a 6 millones de dólares. Ese sería un crecimiento bastante positivo para este año, para toda la empresa.
¿Qué metas te has trazado para lograr próximamente?
Ahora nuestro objetivo es conseguir mayor presencia de marca. Queremos democratizar la inteligencia logística. Por otro lado, buscamos poner a disposición tecnologías avanzadas tanto para las empresas grandes como para las pequeñas y para emprendedores.
¿Cómo ves el futuro de la empresa en una etapa pospandemia?
La pandemia en algún momento va a ser superada y todos vamos a estar vacunados. Pero no todo va a volver a ser como antes. La vida después de la pandemia se va a caracterizar por un proceso de entregas sin contacto, con una cadena de suministro digitalizada donde primará sobre todo el comercio electrónico. Eso me llamó la atención; por eso, decidí venir a esta empresa, que va a tener un potencial importante en los próximos años.
¿Podrías ofrecernos un comentario acerca de tus anteriores experiencias de trabajo?
Siempre he estado en empresas relacionadas con temas innovadores y de tecnología. Al terminar la Universidad, mi primera experiencia de trabajo fue en Capitaria, la primera empresa de inversiones online en el Perú. Llegué ahí desde que empezó el proyecto como ejecutiva comercial, con el objetivo de buscar clientes con un perfil de riesgo. Estuve ahí cuatro años y pude hacer línea de carrera. De ejecutiva comercial me ascendieron a jefa comercial y después a gerente comercial. Más adelante me pasé a Redcol, una empresa de abastecimiento de combustible. Tenía un software que funcionaba con tarjetas que tenían un chip que se pegaba al parabrisas del medio de transporte, de manera que las empresas propietarias del vehículo podían llevar un control del abastecimiento de combustible. Era interesante. Entré como gerente comercial. La empresa no había evolucionado en el tiempo, así que nos planteamos nuevos objetivos en el área comercial, como métricas más claras, y tratamos de mejorar el ingreso de clientes nuevos a la organización. Finalmente, llegué a esta empresa, donde me interesó lo innovador del proyecto. Yo creo que la tecnología y la logística son el futuro.
Antes de Capitaria, ¿dónde has trabajado?
Terminé la Universidad y entré a Capitaria; allí hice mi línea de carrera. Fue muy interesante porque era un negocio nuevo y era difícil conseguir el perfil de clientes que necesitábamos. Debían tener un excedente de capital porque se trataba de invertir en activos de riesgo. Enfocarme en los KPI que me habían trazado me ayudó a lograr el flujo de clientes que requeríamos para crecer como empresa. Estoy muy agradecida con Capitaria, pues me dio la oportunidad de crecer profesionalmente; la empresa invirtió mucho en mí para lograr mi crecimiento.
Cuando estudiabas Administración, ¿querías enfocarte en temas de tecnología?
Lo que tenía claro es que quería trabajar en un lugar donde me gustara el producto o el servicio que ofreciera. Postulé a Capitaria porque sabía que era el lugar donde quería trabajar: me llamó mucho la atención el servicio que ofrecía y el producto, y para mí eso era clave. Por otro lado, también me gusta el tema tecnológico: sé que la tecnología es el futuro y eso me ayuda a estar enfocada en querer trabajar en innovación.
¿Cómo fue tu época universitaria?
La Universidad de Lima representa una de las etapas más lindas de mi vida. Hice un buen grupo de amigas con las que hasta hoy seguimos en contacto. Recuerdo mucho a mis profesores que tenían una verdadera pasión por transmitir sus conocimientos. Otro tema muy importante es que la Universidad me ayudó muchísimo con temas como organización y disciplina, lo que creo que es clave en mi trabajo.