Egresado Ulima participa en libro sobre rock peruano

Cielo rock es un libro de biografías de importantes figuras del rock peruano que, al fallecer, dejaron truncas sus exitosas carreras musicales. Está escrito por investigadores, escritores y periodistas, entre ellos Fernando Pinzás, egresado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima y jefe de prácticas en esta Casa de Estudios. Fernando además ha sido editor de espectáculos en La Primera y ha trabajado en la revista SoHo y en Publimetro. En estos medios ha escrito sobre diferentes temas, pero sobre todo de música y en especial de rock. El libro, de la editorial Contracultura, se presentará en la Feria Virtual del Libro de Huancayo, la cual va del 18 al 28 de febrero.

¿Sobre qué músicos escribes en Cielo rock?
Me ha tocado escribir sobre cuatro músicos. Uno es Jeffrey Parra, el guitarrista de Dolores Delirio, uno de los más notorios de su generación. Fue prácticamente el líder de la banda, quien la llevó a un buen momento en los noventa. Lamentablemente, falleció en un accidente de tránsito a los veintinueve años y el grupo no ha logrado superar su muerte. El otro personaje es Miguel Tapia, del grupo Dudó, uno de los más populares del boom del rock peruano de los ochenta, contemporáneo de Río, Arena Hash y Miki González. Era un personaje muy carismático. Otro es Leonardo del Castillo, conocido como Leo Bacteria, una leyenda en la movida subterránea. Se suicidó en el 2011. Fue una mente muy vanguardista en su momento. Había hecho noise, hard core, electrónica, tecno, tecnopop. Abarcaba muchos géneros. Fue un personaje disidente y polémico, que hizo mucho en la escena underground y en la música electrónica. Fue mi amigo, así que el texto es el más personal que hice. El último personaje es la chilena Danai, muy popular en los ochenta, pues fue la primera figura femenina del rock peruano, siendo chilena. Estoy escribiendo un libro sobre ella, aparte. Los cuatro son músicos importantes, sin duda; pudieron dar más, solo que por distintos motivos fallecieron y sus carreras se truncaron.

¿Qué otras biografías se presentan en el libro?
Hay varios personajes muy queridos del rock nacional, pero por supuesto no están todos. Una selección siempre nos hace extrañar a otras personas. Están, por ejemplo, Gerardo Manuel, Jean Paul el Troglodita, María T-ta, Fernando Vial... son diecinueve artículos en total. Es un aporte multidisciplinario de escritores, periodistas, sociólogos, psicólogos para seguir construyendo la historia de nuestro rock nacional.

¿Cómo te integraste a este proyecto?
Por invitación del editor Hugo Lévano, quien también es investigador musical. Yo me encargo de cuatro textos, y participan también otros escritores, como Fabiola Bazo y Martín Roldán, entre otros.

¿Cómo has desarrollado la investigación sobre la vida de los músicos?
He conversado con sus familiares, amigos, con los músicos que tocaban con ellos; me han mandado fotos, textos y grabaciones. Debido a la pandemia, todo se ha hecho de manera virtual. También he revisado la hemeroteca de la Biblioteca Nacional y he buscado periódicos antiguos.

Por otro lado, ¿cómo describirías el boom del rock en español de los años ochenta?
En esa época, sin duda, Radio Panamericana fue una de las tres emisoras más escuchadas, y la que impulsó mucho el auge del rock en español. Era la época del rock argentino, con Charlie García, G.I.T., Soda Stereo, Virus... Panamericana dio mucho impulso al rock peruano en esa época. En los rankings del 87 y 88, de 10 canciones que estaban entre las mejores de la semana, 4 o 5 eran de músicos y grupos peruanos, como Miki González, Danai, Río, JAS, Arena Hash o Dudó. Ese boom fue irrepetible, se escuchaba rock peruano de manera comercial, sacaban LP, hacían videoclips, los músicos aparecían en la televisión, etcétera. Hubo una pequeña industria de conciertos y disqueras, pero pasó el tiempo y los gustos de la gente cambiaron. Vino el rock alternativo y salieron nuevas bandas. El Perú no es un país rockero, como Argentina, por ejemplo. Acá se consume más cumbia, salsa, huaino.

Además de tus artículos periodísticos sobre rock nacional también dictas un taller, ¿verdad?
Así es. Yo investigo sobre el rock nacional y ahora mismo estoy dictando un taller virtual sobre historia del rock peruano, con el Círculo de Lectores, que es una iniciativa de talleres de literatura. Se trata de contar la historia del rock peruano de una manera analítica, entendiendo los procesos sociales y políticos dentro de los cuales se presenta este género. También se analiza el tema de la identidad y vemos qué tan peruano es el rock que se ha hecho acá. Creo que estudiar y aprender de música peruana, no solo rock, sino también cumbia, jazz, música negra, fusión, es muy importante para la formación. Conocer estos procesos es parte de la cultura general.

Recogiendo tu propio planteamiento, ¿qué tan peruano es el rock peruano?
Hay estilos que son netamente peruanos, es decir, que solo los podrías encontrar acá, sobre todo los que han optado por la fusión con música andina, como El Polen, Del Pueblo, Los Mojarras. Pero un grupo no necesariamente es peruano por incluir música originaria del Perú. También hay grupos como Leusemia, Los York’s o Los Saicos y otros más antiguos que usan guitarra, bajo y batería, pero tienen un sonido propio, peruano, que se siente local. Hay grupos que no tienen por qué sonar a algo peruano y eso no les quita legitimidad. El tema de la identidad del rock peruano ha sido motivo de debate. Lo importante es que la música es libre. Los peruanos pueden hacer salsa o jazz, aunque estos no sean ritmos peruanos. Lo mismo con el rock. Cabe anotar que la cumbia peruana y la chicha, la tropical andina, no existirían sin el rock. La base de la cumbia del Perú (Los Destellos, Los Pakines) es la guitarra eléctrica, es un derivado del rock. Los Shapis o Chacalón tienen influencia de la guitarra eléctrica y eso viene del rock, es una forma de apropiarnos de estos géneros.

Comentaste que estás escribiendo un libro sobre Danai, ¿cómo vas con ese proyecto?
Sí, estoy en proceso de investigación. Ella viene de una familia de artistas de origen griego. Nació en Chile, se fue a Europa y luego vino al Perú. Comenzó su carrera en Tiempo Nuevo y, en los ochenta, con el auge del rock en español, se convirtió en la primera voz femenina del rock peruano. Va a ser la primera biografía de una rockera chilena de corazón peruano. El año pasado publiqué un artículo sobre ella en El Dominical del diario El Comercio, como un avance de mi investigación. Por ahora no tengo editorial, pero cuando termine el libro me dedicaré a tocar puertas. Es una buena historia. Investigo el tema desde hace dos años. Debo de haber entrevistado a veinticinco personas sobre ella; he escuchado su música, la cual no está en internet; además, es difícil conseguir videos de sus conciertos.

También eres jefe de práctica en la Universidad, ¿qué te parece esa experiencia?
Me gusta mucho. Soy jefe de práctica del Taller de Audio, antes de Periodismo Radial. Es muy interesante y el curso actual enlaza lo que me gusta: música, audio y grabación. Tener alumnos más jóvenes es como tener un termómetro sobre las tendencias musicales. Ellos me comentan sobre sus gustos y la manera como escuchan música. Eso también me sirve para inspirarme y hacer artículos e investigaciones.

¿Qué valoras de tu época de estudiante en la Universidad de Lima?
Yo entré en el 2005. Recuerdo las clases maravillosas de tantos profesores y las horas pasadas en la Sala Ventana Indiscreta, donde desarrollé un gusto por el cine. Recuerdo que leía libros geniales en la Biblioteca y conocí a mucha gente que ahora está en distintas áreas de las comunicaciones y con quienes mantengo la amistad. Valoro el tiempo que teníamos para formarnos.