Cuando Aleix Martin Rodriguez, alumno de Economía de la Universidad de Santiago de Compostela de España, decidió venir al Perú a estudiar gracias a los convenios de intercambio que tiene su universidad con la nuestra, la palabra diversidad se repetía en sus pensamientos. Pero, al llegar a nuestro país, la idea que tenía de esa palabra se multiplicó. Fascinado por la experiencia cultural y sorprendido por nuestra Casa de Estudios, comparte sus impresiones luego de casi un año como miembro de la comunidad Ulima.
¿Cómo llegaste a la Universidad de Lima?
Principalmente, vi las opciones que daba la Universidad [Santiago de Compostela] para hacer movilidades [intercambio]. Había la opción de seguir por Europa gracias al programa Erasmus y me llamó la atención el nombre “convenio internacional”. La verdad, no tenía ni idea. Indagué y vi que era como un Erasmus, pero más allá de Europa, a países de Asia, de Sudamérica, y, entre ellos, estaba Perú. Me enteré de las opciones que había en Perú, Bolivia y Colombia, qué universidades podía elegir. Miré un poco y decidí.
¿Por qué Perú?
Porque considero que hoy en día estamos en una situación en la que debería haber menos fronteras; y quise venir a un país que no es muy diferente por el habla y además tiene bastantes raíces y conexiones con mi cultura, que es la española, porque históricamente son dos países que han cooperado, han trabajado juntos y tienen un pasado en común.
Sin embargo, con los países que mencionaste también existen esas conexiones y ese pasado en común. ¿Qué fue lo que finalmente te hizo decidir por el Perú?
Machu Picchu es un exponente que destaca del país y, personalmente, conocí gente del Perú antes del viaje. Francamente, no conocía mucho sobre Perú, y me di cuenta de que era un país supercompleto. Hay muchísima diversidad en cuanto a cultura, porque es muy diferente el norte peruano del sur; la costa, la sierra y la selva; los paisajes; la gastronomía. Es totalmente diferente y eso fue lo que me atrajo, porque me gusta descubrir cosas nuevas. Además, hay que destacar que, geográficamente, se encuentra en el medio de Sudamérica, así que tenía muchas opciones de movimiento para viajar dentro y fuera del país.
¿Y por qué la Universidad de Lima?
La Universidad de Lima me gustó porque ofrecía los estudios que yo hago, Economía, y decidí venir, sobre todo, porque mi universidad y la Universidad de Lima tienen un acuerdo que me ha permitido viajar, conocer otra cultura, otra metodología de enseñanza y nueva gente.
¿Has encontrado alguna diferencia en el modelo de enseñanza?
Sí, acá existe un control más amplio, porque la asistencia es obligatoria. Te pasan lista cada día. Allá también lo hacen en algunas universidades, pero en la mía no. Para mí, es positivo porque te da una motivación extra para asistir a clases y eso, quieras o no, te hace tener preparado todo día a día.
¿Cuánto ha durado tu estadía en la Ulima?
Estoy desde agosto de 2018; es decir, desde el ciclo 2018-2, hasta este 2019-1. En total, habré permanecido prácticamente un año.
¿Hay algún tema de la economía peruana que te haya interesado más que otros?
Algo que me ha sorprendido es la informalidad que existe en el país. Hay muchísimos vendedores ambulantes y eso, económicamente, tiene muchos impactos, tanto para las personas como para el conjunto. Otro tema que me llamó la atención a partir de la corrupción, que es un problema global, es el de la minería ilegal.
¿Qué sientes que has obtenido luego de dos semestres en la Ulima?
Que la realidad es más compleja de como te la pintan, y tienes que ir tú mismo a ver cómo son las cosas. Que la diversidad es lo mejor. Una cosa que resalto cuando me preguntan sobre Perú, ahora que llevo ya un buen tiempo, es la diversidad, ya no solo de las personas, sino de los climas, de los paisajes. Es increíble. Y la Ulima tiene unas instalaciones superbuenas. Es una cosa que me sorprendió positivamente.
¿Qué te llevas del Perú?
Principalmente, amigos. Si bien no soy muy tímido y eso me facilita las cosas. Sin ningún problema desde la primera semana, casi el primer día, encontré un grupo de amigos. Con ellos me he mantenido los dos ciclos. Además, me llevo su comida y los paisajes.