La vida profesional dedicada al derecho laboral

El derecho laboral es su pasión. Disfruta sobre todo la posibilidad de ingresar a una empresa para poner todos los temas laborales en orden y proponer soluciones creativas que permitan ahorrar costos y prevenir juicios, debidos generalmente al desconocimiento de las leyes.

Claudia Flecha es abogada por la Universidad de Lima y socia del estudio CMS Abogados, donde asegura sentirse en familia. Trabaja ahí desde hace 23 años, tiempo en el que ha aprendido y aportado mucho.

¿Qué temas ves dentro del Área Laboral?
Me encargo de temas de contratación, negociación colectiva, temas migratorios, seguridad y salud en el trabajo, inspecciones laborales, auditorías, capacitaciones, consultoría en general acerca de beneficios laborales y despidos. Los temas laborales son muy amplios y brindamos asesoría en todo lo necesario. También nos ocupamos de organizar la estructura corporativa, a fin de que haya sinergia y se lleven a cabo contrataciones eficientes.

¿Puedes darnos un ejemplo de cómo organizan la estructura corporativa?
Por ejemplo, puede haber un holding compuesto por varias empresas. En ese caso, lo eficiente sería tener un área de recursos humanos que atienda a todas las empresas y no un área para cada una. Al centralizar las actividades, no se duplican posiciones y la contratación resulta más eficiente. También revisamos, junto con la empresa, qué actividades vale la pena que la propia compañía ejecute directamente y cuáles podría tercerizar. Posiblemente convenga tercerizar el servicio de llevar la planilla. Esa es una parte muy bonita del trabajo.

¿Por qué?
Porque proponer soluciones demanda mucha creatividad: implica analizar las posiciones y las actividades propias de cada área, revisar procedimientos, ver cómo se ejecutan los trabajos, diseñar políticas directivas internas, reglamentos para que el trabajo se ejecute de manera más ordenada, etcétera. Es un trabajo que los clientes valoran mucho. Además, les permite tener un conocimiento del trabajo que realiza cada trabajador y así se pueden hacer evaluaciones de desempeño adecuadas, porque queda muy claro el sistema de evaluación del desempeño; todo queda bien organizado y comunicado a los colaboradores. Después de este tipo de asesoría, dejamos una empresa eficiente. No brindamos una consultoría laboral clásica, nos gusta mucho la asesoría preventiva, diseñar, organizar y evitar las contingencias, con reglas claras de trabajo.

Por supuesto, también resuelven problemas judiciales en el tema laboral.
Claro que sí. Como cualquier estudio, vemos la parte judicial. Cuando la prevención falla, se inicia la etapa de contingencia.

¿Qué disfrutas más: la parte preventiva o la judicial?
Me apasiona la parte de organizar: es donde más puedes aportar y se valora mucho ese trabajo, porque es muy importante estar un paso adelante para evitar las contingencias.

Las empresas cometen muchos errores por desconocimiento, ¿verdad?
Miles de errores se deben al desconocimiento. Por eso nos gusta organizar capacitaciones. Inclusive hacemos capacitaciones en temas de seguridad y salud en el trabajo, un tema que ha cobrado mucha fuerza en los últimos 10 a 12 años. Todas las empresas deben tener un sistema integrado de seguridad y salud en el que se determinen los riesgos y peligros de cada acción; deben tomar exámenes médicos a sus trabajadores y revisar que no se deteriore la salud de un trabajador por motivo de su puesto de trabajo; también se deben evitar los accidentes de trabajo. Antes las empresas se mostraban reacias a asignar un presupuesto para este fin, pero se han dado cuenta de que es importante, que es una inversión, porque los accidentes y las enfermedades conllevan inasistencias y retrasos, implican que el trabajo no se cumpla bien.

Ahora, además, las autoridades fiscalizan más el tema de salud ocupacional.
Sí, las cosas han cambiado mucho. Ahora las empresas han asumido la responsabilidad de garantizar la salud y la seguridad de los trabajadores, y las multas por incumplimiento son altas, lo mismo que las indemnizaciones por daños generados al trabajador. No es un tema para tomar a la ligera.

¿Cómo así te especializaste en lo laboral?
Desde siempre. Ni bien terminé la Universidad, mi primer trabajo fue como jefa de Recursos Humanos en el diario El Sol, que era muy bueno, pero ya no existe. Fue un reto grande, pues el periódico recién abría, así que comencé desde cero con las contrataciones. Fue muy interesante porque me dio la oportunidad de organizar y diseñar todo bien desde el inicio. Ahí conocí a periodistas como Alejandro Sakuda, Federico Salazar, Mariella Balbi. Recuerdo que el propietario, el empresario minero Andrés Marsano, alborotaba cada rincón del periódico en cuanto llegaba.

¿Cómo así saliste de recursos humanos para entrar más directamente al derecho laboral?
Yo era muy joven y, aunque me gustaba recursos humanos, opté por irme a un estudio de abogados para seguir una línea de carrera como abogada. Postulé a CMS Grau Abogados e ingresé. Ya tengo 23 años en este estudio y soy socia del Área Laboral desde el 2006.

¿Todo el tiempo en el terreno laboral?
Inicialmente fui contratada para el Área de Minería, pero al ingresar el doctor Miguel Grau me propuso pasar dos meses en el Área Laboral, porque el socio de esa área necesitaba el apoyo de un abogado laboralista por un par de meses. Luego, al pasar la coyuntura, yo pasaría a Minería. Pero llegó el tercer mes y después el cuarto, y Miguel Grau me comentó que mi jefe estaba muy satisfecho con mi trabajo y que quería que me quedara. A mí lo laboral me apasionaba, así que acepté encantada.

Además de la parte preventiva, ¿qué más disfrutas de tu trabajo?
La especialidad, en general, me gusta mucho. Disfruto sobre todo la cercanía con las personas. Hay otras especialidades bastante más abstractas, pero lo laboral implica contacto con gente y demanda empatía por parte del abogado para llegar a la gente, incluso en las circunstancias más adversas. A mí muchas veces me contratan empresas cuando necesitan hacer reducciones de personal. Me dan una semana para cesar a 100 o 150 trabajadores y, como no hay posibilidad de despedirlos sin una causa justa, lo que hace la compañía es ofrecer incentivos económicos de retiro. Me piden que vaya a negociar con cada trabajador y para eso se necesita mucha empatía y sensibilidad. No es un tema sencillo, pero converso con ellos, les explico que no salen de la empresa por una falta, sino por un tema societario, y que, si la empresa no hubiera tenido esa situación particular, las cosas no se darían de esa manera. Si el laboralista no tiene esa sensibilidad, no va a desarrollarse bien en esta rama, no va a poder ponerse de acuerdo con los sindicatos y sus dirigentes, quienes suelen llegar a la mesa de negociación con la seguridad de que los van a maltratar o no les van a hacer caso; pero es necesario escucharlos y ver la manera de atender todos sus pedidos razonables. Lo importante es que las personas sepan que las atiendes, que respetas su posición y que tratas de llegar a una solución armoniosa para todos.

¿Cómo fue tu experiencia en la Universidad de Lima?
Extraordinaria: pasé unos años lindos en la Universidad. Yo era estudiosa y tuve un buen grupo de amigos durante toda mi carrera; todos ocupábamos siempre los primeros puestos de la promoción y hacíamos los trabajos en grupo juntos. Éramos muy unidos. Recuerdo que algunas veces me tocó ser delegada de cursos. Nunca llegué a estar formalmente en la revista Advocatus, aunque me convocaron, porque no tenía tiempo. Yo comencé a practicar muy joven y me gustaba sacarme buenas notas, así que dedicaba mi tiempo a estudiar y trabajar. Pero siempre los apoyaba en la organización de eventos.