Su vida es el marketing

Aivy Schroth vive con emoción cada nuevo proyecto que emprende. Se compromete con la marca, el equipo humano, los consumidores; aprende, aporta y nunca pierde de vista el objetivo de fortalecer la marca. Tiene más de 17 años de experiencia en marketing. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima y actualmente se desempeña como gerente de Marketing de Bimbo del Perú. Esta es su historia.

Aivy, ¿qué implicó para ti llegar a una empresa de alimentos después de haber ganado experiencia en otros rubros?
Llegar a Bimbo fue algo diferente en mi carrera, aunque los principios de marketing que aplico son los mismos en todas partes. Yo conozco el mercado y tengo una comprensión clara de él. El hecho de haber trabajado en varias empresas y de haber visto distintos casos de negocios amplía mucho mi pensamiento estratégico. Es bueno tener distintas experiencias.

¿Qué tan grande es la empresa?
Bimbo es una empresa muy grande, muy sólida, factura más de 15 billones de dólares al año en los diferentes países donde se encuentra. Somos un grupo de más de 130.000 colaboradores, tenemos más de 2,5 millones de puntos de venta y muchas plantas alrededor del mundo.

¿En cuántos países está presente?
En 25 países. En América, desde Canadá hasta Argentina, salvo Ecuador. También en Europa y en Asia, en China. Ahora estamos abriendo operaciones en África. Acá tenemos una planta en Callao, con diez líneas de producción. Estoy a gusto y nunca dejo de aprender. Es un grupo que tiene mucho conocimiento y te capacita.

¿Qué hecho recuerdas que te haya enriquecido más como profesional?
Cuando llegué a Bimbo tuve la oportunidad de visitar diferentes operaciones, en Brasil, Colombia, Chile, Argentina, México y Estados Unidos. Me entrevisté con personas que manejaban el negocio, fue muy bueno para poder entender las posibilidades de mi mercado. Finalmente, plasmé todo en una estrategia acertada a cinco años, y ahora estamos creciendo mucho acá.

¿Qué proyectos importantes has llevado a cabo?
El año pasado relanzamos nuestra segunda marca, PYC, una marca envejecida, comercialmente hablando. Había que modernizarla y nos tocó trabajar intensamente, durante año y medio, en su relanzamiento. Cambiamos la imagen y resaltamos los valores que la gente recordaba. Desarrollamos una campaña interna y externa para públicos consumidores y distribuidores, fue un proyecto muy interesante. Otro aspecto importante que trabajamos fue la transformación del negocio de snacks, donde tenemos oportunidad de seguir creciendo. De hecho, estamos creciendo a doble dígito, pero podemos crecer más.

¿Qué es lo más gratificante que has hecho en Bimbo?
Definitivamente, poder desarrollar a mi gente. Cuando llegué, encontré a un equipo con ciertas características, y ahora ha madurado, ha crecido, y siento que he aportado mi granito de arena en este proceso. Es muy gratificante ver cómo un equipo humano madura y florece. Al final, las empresas las hacemos las personas, nosotros construimos y logramos los resultados, por eso la gente es lo más valioso.

¿Qué experiencias laborales tuviste antes de Bimbo?
Mi primer trabajo, luego de egresar de la Universidad de Lima, fue en Henkel Peruana, la filial en el Perú de Henkel Schwarzkopf. Estuve como practicante, durante nueves meses, en el área de Marketing, y después me contrataron como asistente del área. En total, trabajé ahí un año y medio. Aprendí muchísimo, los practicantes hacemos de todo y eso es una suerte, porque de todo se llega a conocer. Luego me fui a Perfumerías Unidas y después a Avon, donde llegué a ser jefa de negocios de Marketing y tuve oportunidad de estar en un proyecto regional, representando al Perú.

¿Qué fue lo más provechoso de participar en ese proyecto regional?
Trabajé con gente de Argentina, de Chile y de otros países. Eso me dio una visión diferente, fue una experiencia intensa, me tocó viajar muchísimo. Fue un poco duro, porque tenía a mi hija chiquita, de nueve meses, pero salí adelante. En el 2004 entré a Interbank, un rubro totalmente distinto. Estuve ahí cuatro años, en Marketing también. Manejé presupuestos muy importantes y probé distintas herramientas, como publicidad masiva, marketing directo, herramientas digitales, BTL. Me enriquecí enormemente y después volví a Perfumerías Unidas, donde tuve mi primera gerencia.

¿Y cómo fue esa experiencia?
Era una especie de gerente comercial, tenía a mi cargo las marcas y las ventas. Fue un lindo trabajo, me tocó ir a capacitaciones de Swarovski, Tous, Guess, Montblanc, etcétera. Me conduje a un nivel más ejecutivo, traté con directores de otras compañías por cerca de tres años. Luego estuve en Mabe por dos años y siete meses.

¿Cómo recuerdas la Universidad de Lima?
Tengo recuerdos maravillosos de mi Universidad. La Ulima fue uno de los pasos estratégicos para llegar donde estoy, haber estudiado ahí me ayudó muchísimo. Por supuesto, la otra parte la pone uno: la actitud, el esfuerzo y las ganas de seguir avanzando y capacitándose. Recuerdo con mucho cariño mi paso por la Universidad y a mis amigos, la vida en la Facultad, los profesores que marcaron mi carrera. Es una gran universidad y tiene una muy buena imagen en el mercado.