Universidad de Lima

Un elenco de actores egresados de la Universidad de Lima se prepara para estrenar la comedia La hermana María Ignacia te lo explica todo, escrita por Christopher Durang y dirigida por Leonardo Torres Vilar, también ex alumno de esta Casa de Estudios.

Esta obra es el tercer proyecto teatral producido por Estudio de Actuación, taller de Leonardo. Actúan dos egresados de Comunicación de la Universidad de Lima: Suzetti Hananel y Rodrigo Chávez. A cargo de la producción está también Suzetti, junto con Diana Moscoso, otra egresada de Comunicación Ulima.

¿Cómo fue la convocatoria para actuar en La hermana María Ignacia te lo explica todo?

Rodrigo: Me integré al grupo de manera sorpresiva. Yo conocía a Leonardo desde la época en que él enseñaba en la Universidad. En ese entonces me dirigió en El avaro. Y ahora que me llamó para participar en esta obra, en un momento en que yo ya no hacía teatro, me sentí honradísimo. Se siente bien volver a actuar, me ha revitalizado. ¡Y me he tenido que pintar el cabello de rubio por el papel!

Suzetti: En mi caso, en una primera instancia, Leo me llamó para producir, así que me he ocupado del financiamiento y he visto la producción desde un punto de vista macro. Después me preguntó si estaba interesada en actuar y acepté encantada.

Diana, ¿qué funciones realizas en el montaje?

Diana: Soy asistente de dirección y también me encargo de la producción, junto con Su. No es algo nuevo para mí, ya me he ocupado del vestuario en otras obras y he hecho gestión cultural, es parte de mi labor.

Leonardo, ¿cómo fue el proceso de dirigir esta obra?

Leonardo: Largo y extraño, porque conozco la obra desde hace casi 20 años, ha estado en mi mente desde entonces, pero ahora que me he dedicado a ella por 4 meses, siento que todo ha sido terriblemente atropellado. Me he preguntado por qué no he leído más veces la obra en estos 20 años, por qué no he hecho más cosas respecto a la obra en estos 20 años, por qué en 4 meses he tenido que hacer todo lo que no he hecho en esos 20 años.

Leonardo, ¿qué podrías destacar de la obra?

Leonardo: Primero, que es muy graciosa, me parece muy divertida. Segundo, que tiene algo muy importante que decir. Llega un momento en que te das cuenta de que las cosas que te rodean te impulsan a hacer ciertas obras que antes habías pensado que podían ser simplemente graciosas. Ahora no son solo graciosas, sino absolutamente pertinentes y vale la pena hacer una sátira de esto. Cuando la leí, quería hacerla solo porque era graciosa, pero ahora es más que eso.

Suzetti: La obra es muy interesante, se abordan temas muy serios, pero a partir del humor. Se habla de la intolerancia y el fanatismo, que abundan en el mundo, en diferentes grupos sociales y religiosos.

Rodrigo y Suzetti, ¿qué papeles interpretan?

Rodrigo: Soy Gary Wong, un ex alumno de un colegio católico y ex seminarista. Junto con los otros ex alumnos vamos a hacer pasar un mal rato a la hermana que fue nuestra profesora antes.

Suzetti: Yo soy Filomena. Estudié en el colegio dirigido por la hermana María Ignacia y, de hecho, yo estudié en un colegio católico, así que me he podido identificar con muchas cosas que pasan en la obra.

Leonardo, ¿cómo fue el proceso de creación de personajes?

Leonardo: Creo que eso es algo muy personal. Hasta ahora es un gran misterio para mí. No sé hasta qué punto el director tiene tanto que ver con eso. El director puede empujar a los actores a que vayan más allá con sus elecciones, pero siempre tiene que venir del actor. El actor tiene que tener una iniciativa y llevar lejos al personaje hasta donde el estilo o el trabajo en conjunto de la obra lo permitan.

Suzetti: Leo regula y nos baja en tonos, de acuerdo a la visión que tiene de la obra. Él nos conoce nuestras fortalezas y debilidades, y eso permite que sea específico en cuanto al personaje o en qué necesitamos ponerle más énfasis.

¿Cómo funciona esto de la regulación?

Leonardo: El peligro con esta obra es que, siendo una sátira y muy divertida, puede convertirse en una farsa si es que llevamos a los personajes demasiado lejos. Al menos yo estoy tratando de medirlo para que no crucen la línea y aprovechar todo lo que puede hacerse en serio en esta obra.

En general, ¿cómo han sentido el trabajo en equipo?

Suzetti: Ha sido divertido, es la primera vez que trabajo con Diana en temas logísticos y nos ha ido muy bien. Es la segunda obra que produzco en teatro. Eso sí, trato de no pensar en la producción durante el ensayo, para no mezclar cosas. Dianita es la encargada de la producción cuando ensayamos. Se ha armado un equipo bonito de actores y de todas las personas que nos apoyan.

Diana: Todos nos conocemos desde hace tiempo y somos amigos, así que todo ha sido muy agradable, y el trabajo ha salido bien.

Rodrigo: Para mí fue un cambio drástico, porque trabajé con Leo solo en la Universidad. Pero veo que todo ha sido singularmente armónico. Todos hemos empujado el carro.

¿Quiénes son los otros actores que los acompañan?

Diana: También actúan Gabriela Velásquez, que es muy conocida y hace de la hermana Ignacia. Y hay un niño, Braulio Pérez, quien está debutando en el teatro. Y están Gretha Bazán e Irvin Meza.

¿Cómo empiezan a involucrarse con el mundo de la actuación?

Rodrigo: Empecé a actuar en la Universidad. Pero al terminar mis estudios dejé la actuación, practiqué en el Banco de la Nación, fue muy divertido, y luego creé mi propia empresa audiovisual, pero la cerré después de un año y medio. Desde enero de este año he estado trabajando como freelance en audiovisuales.

Diana: Yo estudié Comunicación. Al salir de la Universidad, en el 2011, trabajé en marketing y en audiovisuales. En el 2012, entré al Conservatorio. Ya para entonces había hecho cortometrajes, cosas pequeñas relacionadas a la actuación. Yo soy actriz, pero en esta obra me dedico a la producción.

Suzetti: Yo conocí a Leonardo en el Conservatorio de Formación Actoral del Británico, donde estudié; él era el director.

Además, Su, tú estudiaste teatro en Estados Unidos, ¿verdad?

Suzetti: Sí, precisamente Leo fue mi inspiración para viajar. Él estudió en Nueva York, yo buscaba algo más audiovisual, así que me fui a Los Ángeles, a The Acting School at Edgemar. Leo escribió algunas cartas de recomendación para mí, postulé e ingresé. Renuncié a mi trabajo en El Comercio y partí en mayo del 2015, estuve un año y medio.