Nilda Garay, graduada de la Facultad de Derecho, se desempeña como profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Alicante. Licenciada en Derecho por la Universidad de Lima, cuenta con la correspondiente homologación del título de licenciada en Derecho en España por la Universidad de Alicante. Ha sido becaria de doctorado en Derecho Constitucional en dicha universidad y abogada y asesora jurídica en materia de extranjería en el Sindicato de Comisiones Obreras de Alicante (CC. OO.). Además, ha realizado una estancia de investigación en derecho público comparado en la Universidad de Bolonia (Italia), donde también es profesora invitada. Sus principales líneas de investigación están referidas al derecho antidiscriminatorio, al derecho de extranjería y a la crítica de los “derechos culturales” en el ámbito constitucional.
¿Cómo nace tu vocación por el derecho y por qué decides estudiar en la Universidad de Lima?
Nace como producto de la educación crítica que he recibido siempre y porque, en algún momento de la vida, nos damos cuenta de que el Perú es un Estado donde la igualdad y la justicia hacen mucha falta.
Estudié en la Universidad de Lima porque es una de las mejores; además, en ella se estudia sin esa regla autoritaria que reza: “la letra con sangre entra”. Sin dejar de mencionar que las clases se hacían en pequeños grupos de forma personalizada, lo que permitía actuar en igualdad con el profesorado. Ha sido una experiencia enriquecedora estudiar aquí.
Una vez en la Facultad de Derecho, ¿hacia qué rumbo empiezas a orientar tu carrera y por qué?
Siempre orienté mi interés hacia el derecho público. Cuando me di cuenta de que vivía en una sociedad profundamente desigualitaria, el rumbo de mi carrera se orientó a las disciplinas relativas a los derechos de las personas y a los límites de los poderes públicos. Mi especialidad, en concreto, la descubrí después de terminar la carrera, cuando empecé a trabajar mi tesis para obtener mi título de abogada. Profundicé en materias estrechamente relacionadas con el derecho: filosofía, antropología, sociología, historia peruana y universal. Todo desde una perspectiva crítica. Entonces comprendí que la abogacía y el derecho económico no eran suficientes para mi formación y vocación.
¿Por qué y cómo surge la oportunidad de viajar a España a homologar el título y realizar el doctorado en Derecho Constitucional?
Hemos nacido en una sociedad donde las mujeres todavía no somos consideradas personas (aún estamos debatiendo si las mujeres tienen o no derecho a su libertad y autonomía plena cuando se debate en el tema del aborto, violación sexual, violencia de género, etcétera). Había leído mucho sobre el Estado social europeo, el avance de la igualdad y del desarrollo de los derechos fundamentales, así que apliqué a una beca dirigida a estudiantes de Iberoamérica para hacer el doctorado en Derecho Constitucional, en materia de Derechos Fundamentales. La gané e hice el doctorado en la Universidad de Alicante. Estando allí comprobé que en Europa la desigualdad se había atenuado, las mujeres son más libres, el Estado social ha hecho mucho porque la gente viva segura. Las ideas sociales no son malas; es más, lo social corrige los graves defectos que, como todos sabemos, el Estado liberal tiene. El derecho constitucional te enseña a comprender el valor de ser persona, ciudadano y ciudadana, de saber cuáles son tus derechos y obligaciones, cuáles son los poderes públicos, cuáles son las responsabilidades de tus representantes. Esto permite avanzar a una sociedad. Tras terminar el doctorado homologué mi título de abogada en España, me colegié en el Ilustre Colegio de Abogados de Alicante y he trabajado como abogada en ejercicio. Todo esto sin dejar en ningún momento mi carrera como docente universitaria.
Háblanos acerca de tu tesis doctoral sobre prohibición y discriminación.
Obtuve mi doctorado en Derecho con la tesis sobre el derecho constitucional peruano y la discriminación racial centrada en lo indígena. Analizo el concepto de qué es ser indígena, cuál es la frontera entre lo indígena, lo blanco y lo “blanqueado”. La relación de lo indígena con toda la estructura político-jurídica de corte racial. Propongo que el tema indígena salga de los análisis multiculturales para incorporarlo dentro del desarrollo del derecho de la igualdad real, esto conlleva a la intervención de los poderes públicos para erradicar la discriminación racial que se dirige a aquellos grupos denominados peyorativamente como “indígenas”. La propuesta que planteo es construir un Estado social que, a través de la igualdad real, incluya a los grupos históricamente marginados.
Otras de tus principales líneas de investigación están referidas al derecho antidiscriminatorio y derecho de extranjería, y a la crítica de los “derechos culturales” en el ámbito constitucional.
Estos problemas se han quedado en el ámbito de los estudios sociales y no calan aún en el ámbito jurídico, el derecho público no los toma en serio. Actualmente hay una ola multicultural que mantiene la misma línea de estudio sin que se avance hacia la erradicación de las diversas formas de discriminación. El derecho es un gran instrumento de cambio social al igual que la educación. No son hallazgos, son pura lógica del derecho, así que tenemos que introducir el estudio serio de la prohibición de discriminación en el derecho en general y lograr que la Constitución se respete, ya que es la norma suprema. Es necesario concientizar acerca de que una sociedad igualitaria y sin discriminación será más democrática y así los conflictos disminuirán.
¿Podrías hacernos un resumen de tus principales publicaciones?
Tengo publicaciones sobre el vacío de poder en las zonas marginadas de Lima, derecho indígena, artículos sobre igualdad y no discriminación en general, y también sobre igualdad desde la perspectiva de género. Está en imprenta un estudio crítico de las justificaciones de la discriminación racial que hacen los filósofos políticos que inspiraron las revoluciones liberales. Actualmente estoy terminando un artículo relativo a la idea de igualdad en la Constitución de Cádiz, con especial atención a la sociedad peruana de entonces.
Cuéntanos acerca de tu labor como abogada y asesora jurídica en materia de extranjería en el Sindicato de CC. OO.
He sido abogada, letrada en ejercicio, en extranjería; es decir, llevaba casos de vulneración de derechos de las personas extranjeras, conocidos como inmigrantes, tales como derecho a reagrupación familiar, a la educación, sanidad, laborales y nacionalidad, entre otros. He sido asesora en temas relativos a la violencia de género de mujeres extranjeras, trabajo doméstico de mujeres inmigrantes. Este trabajo denominado “doméstico” constituye una de las rémoras de la esclavitud que aún no hemos superado. Te das cuenta de que la vida de una persona pende de un papel, es su único patrimonio, y que el derecho sigue siendo un instrumento de dominación en lo que se refiere a la extranjería. Hay mucho que hacer.
¿Y qué nos puedes decir sobre tu papel como integrante de la Asociación para América Latina Retama, la Agrupación de Mujeres Abogadas del Ilustre Colegio de Abogados de Alicante y la Red Feminista de Derecho Constitucional de España?
Desde que estudiaba en la Facultad he formado parte de agrupaciones y asociaciones, esto no es más que el ejercicio de un derecho político. En Retama he trabajado en temas indígenas con gente de otras disciplinas interesadas en el indigenismo. En la Agrupación de Mujeres Abogadas del Ilustre Colegio de Abogados de Alicante he aprendido a conocer la realidad social alicantina, en cuanto a casos relativos a los derechos de las mujeres. En cuanto a la Red Feminista de Derecho Constitucional, es una asociación académica integrada por un nutrido grupo de profesoras de derecho constitucional de las universidades españolas. Tiene como finalidad que la perspectiva de género se aplique en la transmisión del conocimiento en las facultades de derecho y en la investigación. En esta Red he tenido la oportunidad de participar junto con el grupo fundador y actualmente formo parte de su junta directiva.