Culminó con éxito XIX Congreso Nacional de Filosofía en la Ulima

La Universidad de Lima volvió a ser sede del Congreso Nacional de Filosofía (Conafil) que, en su edición XIX, se tituló “Crisis, cultura de paz y desarrollo sostenible”. Este espacio de intercambio y colaboración académica entre la comunidad filosófica reunió a más de 450 participantes, quienes accedieron a ponencias nacionales e internacionales de renombrados expositores para conocer sus formas de comprender la realidad humana. El encuentro se realizó del 4 al 7 de diciembre y fue organizado por el Programa de Estudios Generales de nuestra Casa de Estudios.

El evento fue inaugurado por Óscar Quezada Maquiavello, rector de la Universidad de Lima. En su discurso, destacó la importancia de la filosofía como una disciplina que permite el cuestionamiento de la realidad y que otorga herramientas fundamentales para la construcción de una sociedad pacífica y de valores democráticos. Después de compartir esta reflexión con los asistentes, Quezada dio inicio a las conferencias plenarias.

La primera ponencia estuvo a cargo del filósofo lituano Mindaugas Briedis, y se tituló “Cognición encarnada y experiencias empáticas en comunicación de guerra”. En su exposición, destacó el análisis de la comunicación de guerra a través de la fenomenología de la imagen, dado que las fotos ayudaban a observar el conflicto y su contexto mediante la unidad de los sentidos, los sentimientos y la empatía. Así, tras algunos ejemplos, afirmó que las imágenes amplían o limitan el pensamiento.

Después fue el turno del filósofo nacional Miguel Giusti, quien ofreció la conferencia “Tolerancia y reconocimiento. Una vez más”. El expositor se enfocó en la pregunta “¿Qué es lo que nos hace más falta en el Perú?”. Todas las respuestas giraron en torno al reconocimiento de temas como la responsabilidad compartida de haber mantenido la discriminación durante siglos, la necesidad de revertir la alienación generalizada en la sociedad, el cumplimiento de los deberes como ciudadanos para sellar un pacto social más justo e inmune a la corrupción, y la aceptación de las raíces históricas que deben servir de inspiración.

El segundo día del Conafil comenzó con la conferencia “Sabidurías indígenas frente a la crisis civilizatoria actual: Nuevos paradigmas de concordia, justicia y respeto a la naturaleza”, de Ambrosio Velasco, historiador y filósofo mexicano. En su exposición, Velasco hizo una crítica al colonialismo del paradigma de la sociedad moderna. También, argumentó sobre la necesidad de incluir en las escuelas de filosofía de nuestro país los cursos de filosofías andinas y amazónicas para preservar esta diversidad cultural.

Posteriormente, Germán Vargas Guillén realizó la ponencia “La episteme campesina y la soberanía alimentaria. El cuidado de la cuaternidad. Notas para una ¿epistemología campesina?”. Desde el marco fenomenológico y en defensa de los derechos humanos, el filósofo colombiano afirmó que el campesino es un sujeto de derecho. Además, señaló que hablar de la vida campesina es referirse al sentido de comunidad y a la pluralidad de perspectivas y de prácticas, pero también a la soberanía alimentaria como derecho. 

Óscar Quezada Maquiavello, rector de nuestra Casa de Estudios, brindó la conferencia “Meditación y enunciación: una topología ética”, en la que propuso ―desde la filosofía semiótica— entender los procesos de enunciación, de pensamiento, de silenciamiento y de meditación. Desde esta perspectiva, planteó un intento serio e interesante para entender el fenómeno de la mística y de la ascesis, que hoy está en auge en muchos grupos religiosos y fuera de ellos.

Además, recordó al filósofo Martín Buber y su pensamiento sobre la necesaria relación yo-tú, y, desde este enfoque, se refirió a la meditación como un momento místico que va más allá de esta relación.

En su día tres, el Conafil presentó la conferencia plenaria de la filósofa española Adela Cortina, que llevó por nombre “Necesidad de las éticas aplicadas en la Universidad del siglo XXI”. La ponente recordó las metas que guían a las universidades: investigación, trasmisión de conocimientos y formación de ciudadanía madura. También, señaló que la universidad debe ser un antídoto contra el dogmatismo y debe ser capaz de escuchar a las distintas voces. Por eso, pidió a los filósofos tener más presencia pública para influir en la sociedad civil.

Otra de las conferencias fue “Democracia ecológica. Ética y política de la casa común”, a cargo de Miguel Ángel Polo. El filósofo peruano realizó una reflexión sobre la necesidad de repensar las bases de la ética y de la política, en el marco de la actual y grave crisis ecológica. Él afirmó que la democracia ecológica supone asumir los intereses también de otros seres que no son humanos, pero que sostienen la misma vida de la ciudad.

En el cuarto y último día se llevó a cabo la ponencia “Crisis, no violencia y desarrollo”, de Teresa Arrieta. En su presentación, la filósofa señaló que nuestro país está atrapado en una crisis como estado permanente. Tras referir las manifestaciones contemporáneas sobre la no violencia de Mahatma Gandhi, de Martin Luther King Jr. y de Rigoberta Menchú, sostuvo que la no violencia es una forma de resistencia al mal. 

Las conferencias plenarias culminaron con la exposición “Valuing a Planet: Belonging to Earth but Rejecting Space Skepticism”, del inglés Anthony Milligan. En su ponencia, fundamentó el valor irremplazable que tiene el planeta, en contraste con la postura de los escépticos. Él señaló:

“Somos seres terrícolas y debemos ser fieles a la Tierra. Solo los que tienen un enfoque limitado buscan abandonarla”.

Además, como parte del evento, se realizaron mesas redondas. Una de ellas llevó el título “Ética, responsabilidad social y emprendedurismo”, en la que participó Patricia Stuart, vicerrectora de la Universidad de Lima. Nuestra autoridad formuló la pregunta “¿Cuál es el fundamento filosófico del mercado?” y comentó al respecto que destacan corrientes como el pensamiento liberal y el utilitarismo, que indican que una empresa debe maximizar sus beneficios y minimizar sus costos.

Asimismo, Stuart agregó que un negocio se desenvuelve bajo estos y otros parámetros, y que puede aplicar diversas estrategias, como la responsabilidad social, que refuerza el compromiso de impactar positivamente en los stakeholders, la sociedad y el medioambiente. En esta mesa, también participó Laura Andrea Téllez, coordinadora de Incubación de Nexum de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y Matilde Schwalb, directora del Centro de Ética y Responsabilidad Social de la Universidad del Pacífico.

Durante el cierre del evento académico, se anunció que la próxima fecha del Conafil será en el 2025 y tendrá como sede a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, lugar que reunirá ―una vez más― a destacados filósofos para presentar sus ideas y dialogar con otros buscadores de la verdad.

Para conocer un resumen de este gran evento académico, puedes hacer clic aquí.