Como parte del ciclo de conferencias Miércoles de Ingeniería, la Carrera de Ingeniería Industrial, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Lima, organizó el 20 de septiembre la charla “Aplicación de la tecnología química industrial en la producción de combustibles más limpios”. La ponencia estuvo a cargo de Arsedio Carbajal González, docente de Posgrado de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), con más de cuarenta años de experiencia en la gestión de empresas del sector de hidrocarburos como Petroperú y Repsol.
Arsedio Carbajal explicó que el uso de la tecnología química industrial hace posible la producción de combustibles cada vez más limpios, que deben adecuarse a las diversas regulaciones que hoy se decretan en varios países con el fin de reducir el impacto en el efecto invernadero. Destacó que es necesaria la continua modernización de las instalaciones industriales y que esta debe realizarse de acuerdo con las normas establecidas en materia de efluentes líquidos y gaseosos.
Del mismo modo, señaló que en la actualidad la implementación de tecnologías se adapta a la operación existente de las refinerías, de tal forma que no es necesaria la construcción de nuevas plantas, sino la instalación de nuevos procesos dentro de ellas. Subrayó que las nuevas tecnologías contribuyen a que los subproductos no sean contaminantes y a que se puedan utilizar en otros sectores industriales con un impacto medioambiental positivo. De igual forma, resaltó que la tecnología química industrial es indispensable para la transformación de los procesos de producción de los complejos químicos existentes con una mínima inversión.
El experto precisó por qué es fundamental el uso de tecnologías cada vez más sofisticadas:
“En el entorno de una planta hay una exigencia al cambio, tanto de parte de los clientes como de los socios y de la población. Actualmente, el desarrollo de las tecnologías va de la mano con estas exigencias. Además, estas tecnologías de última generación tienden a ser cada vez más baratas y accesibles, y a adaptarse a las especificaciones mundiales que evitan la contaminación”.
Luego, explicó la evolución de los procesos industriales, de una planta en particular, a través del tiempo, durante los años 1996, 1999, 2002 y 2018; el funcionamiento de las unidades de destilación atmosférica y de vacío; y el procedimiento de desulfuración de gasolina, de diésel, del merox de kerosene y de la reformación catalítica, así como también de una planta de tratamiento de efluentes.
Finalmente, hizo hincapié en la continua necesidad de la modernización de las plantas de procesamiento:
“El GLP, la gasolina, el diésel, la nafta o el kerosene se destilan, pero tal cual como emergen de la unidad de destilación no se pueden consumir, requieren ser transformados para eliminar los contaminantes […]. Ustedes, como tecnólogos, van a modernizar las plantas con lo último que hay en tecnología. Las refinerías han cambiado, han duplicado su tamaño porque han aumentado su nivel de producción, debido a que cada vez hay más demanda, más clientes. Ese precisamente es el objetivo de una fábrica, satisfacer a sus clientes en calidad y cantidad”.