En la última década, la crisis económica y la situación política en Venezuela han llevado a dicho país a una espiral de violencia, escasez de alimentos y servicios básicos, e hiperinflación, lo que a su vez ha producido un aumento en la migración de sus ciudadanos. Esta ha sido calificada como el éxodo más grande en la historia reciente de la región (ACNUR, 2019; Blouin, 2019a; Eguren y Estrada, 2019; OIM, 2020) y como una crisis económica y humanitaria de magnitud sin precedentes para un país que no está en guerra (International Monetary Fund, 2020).