José Álvarez Calderón (1894-1980) es una figura clave de la arquitectura peruana en el siglo XX. El 18 de noviembre se inauguró, en el hall del Edificio Q de la Universidad de Lima, una exposición sobre su vida y legado, que estará disponible hasta el 6 de diciembre. El mismo día se realizó un conversatorio centrado en su figura y obra en el Aula Magna T-1. En la actividad intervinieron Marina Vella, arquitecta e investigadora de la muestra; Enrique Bonilla, director de nuestra Carrera de Arquitectura; José del Carmen Palacios, arquitecto, docente e investigador Ulima; Carol Updegrave, arquitecta y esposa de uno de los nietos de Álvarez Calderón; y Rebeca Vaisman, periodista e investigadora del libro sobre los 90 años del Country Club, una de las obras emblemáticas de Álvarez Calderón.
En el texto de presentación de la muestra, Vella anota que Álvarez Calderón, luego de sus años formativos en Bélgica e Inglaterra, “volvió al Perú para iniciar su propia regata”, y que sus habilidades profesionales y culturales le permitieron llegar a buen puerto en el imaginario de la Patria Nueva ideada por el presidente Augusto B. Leguía, de la clase social emergente abierta al capitalismo y de los migrantes de la posguerra, quienes traían consigo sus costumbres y referencias arquitectónicas.
Asimismo, Vella agregó que las obras de Álvarez Calderón han logrado mantenerse vivas y sintonizar con los contextos cambiantes, lo que permite renovar sus usos.
Por su parte, Bonilla comentó que Álvarez Calderón se ubica en el grupo de los arquitectos de la continuidad, quienes abordan la ciudad como un proceso y priorizan una idea de la permanencia que no representa ruptura.
En tanto, Vaisman señaló que las propuestas de Álvarez Calderón interpretaron la sensibilidad de su tiempo y sintonizaron con los estilos de vida en una sociedad que evoluciona, además de conjugar valor patrimonial y vocación arquitectónica contemporánea.
En otro momento, José del Carmen Palacios se refirió a su proyecto de investigación sobre el Edificio Rosario, de Álvarez Calderón, que es uno de los primeros edificios multifamiliares y residenciales en San Isidro. El especialista resaltó que la construcción ha resistido de manera impresionante el paso del tiempo y subrayó el sentido de la equidad de un recinto con ambientes debidamente planificados. Al respecto, añadió que su escalera de servicio está hecha “con amor” y un nivel de detalle admirable.
En su turno, Updegrave repasó la trayectoria vital de Álvarez Calderón, su vínculo con Leguía, la evolución de sus inquietudes arquitectónicas y su capacidad de adaptación a las circunstancias.