Transformar a las personas mediante la difusión y práctica del tenis de mesa en los colegios públicos del Perú es el propósito de Impactando Vidas, el programa social de la Asociación Mónica Liyau del que es parte la Universidad de Lima. El 12 de noviembre, en nuestra Sala Ventana Indiscreta, se proyectó el documental sobre esta propuesta y se llevó a cabo un conversatorio. Participaron Mónica Liyau, fundadora de la asociación, egresada de nuestra Carrera de Administración y ex tenista de mesa que representó al Perú en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988; Natalia Casaño, alumna del Colegio Mártir Daniel Alcides Carrión, de San Juan de Lurigancho; Julio Vera, estudiante del Colegio Túpac Amaru II, de Puente Piedra; Carlos Rivadeneyra y Rodolfo Herrera, docentes Ulima.
El documental se centró en las historias de ocho talentos del tenis de mesa de Ica, Junín, Lima, Lambayeque y Puno seleccionados por Impactando Vidas. Por medio del programa, ellos viajaron a São Paulo y Río de Janeiro, en Brasil, para entrenar en diversos centros de alto rendimiento. Además, tuvieron momentos de esparcimiento que incluyeron visitas a playas, centros comerciales, el icónico Pan de Azúcar, entre otros atractivos.
Deporte, educación y legado
Liyau contó que lograr que la práctica del tenis de mesa mejore las vidas de los niños —especialmente las de aquellos que viven en zonas vulnerables— le brinda una “satisfacción personal indescriptible”. La representante más destacada de esta disciplina en la historia del Perú agregó:
“Entregarles este programa social para que les sirva de herramienta de cambio es algo enorme que va a trascender, que va a dejar un legado”.
Gracias a un convenio entre la Asociación Mónica Liyau y el Ministerio de Educación del Perú, Impactando Vidas es parte del currículo nacional de Educación Física. Sus iniciativas han impactado a cerca de 150.000 niños de más de 100 colegios del país, y ha capacitado a más de 900 profesores. Estos logros han sido reconocidos por la Asociación Mundial de Atletas Olímpicos. La propuesta contempla la instalación de mesas de cemento en las escuelas, la entrega de raquetas y pelotas, y el dictado de talleres psicológicos, con el fin de desarrollar la autoestima, la motivación y la capacidad de superación de los pequeños. Con el aporte de la Universidad de Lima, el programa fue inaugurado recientemente en la Institución Educativa 6151 San Luis Gonzaga, en San Juan de Miraflores.
Asimismo, su misión se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, los cuales se enfocan en la eliminación de la pobreza, la educación de calidad o la igualdad de género.
A través de Impactando Vidas, Natalia Casaño y Julio Vera vienen creciendo como personas y deportistas. Ambos comentaron que la práctica de tenis de mesa les ha ayudado a mejorar su disciplina, perseverancia y concentración.
La trayectoria de Mónica es también un ejemplo de superación. Su amor por el tenis de mesa vino por su familia: su papá lo jugaba. A su vez, ella lo practicó y se entrenó en el Club Regatas. A los 8 años, Mónica empezó a representar al Perú en competencias oficiales. Ella ganó más de un campeonato de la región y clasificó a los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. Además, se casó con Claudio Kano, tenista de mesa brasileño que era el número 6 del mundo. Mónica se fue a vivir a Brasil. En 1996, Kano falleció en un accidente de moto. Ella regresó al Perú con un hijo de 5 años, creó una empresa y dejó temporalmente el tenis de mesa. En 2015, le detectaron cáncer de endometrio de primer grado. Mónica pudo superar la enfermedad. Este episodio la removió profundamente. Entonces ella quiso hacer algo que contribuya a mejorar la sociedad. Hasta que una amiga le habló sobre la responsabilidad social. Finalmente, esas ganas e impulsos dieron forma a Impactando Vidas.