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Hacer y difundir música en el Perú: un camino de resistencia
Durante el Intermedio de Comunicación que forma parte de la Cátedra UNESCO en Comunicación y Cultura de Paz, los músicos Karin Zielinski, Caroline Cruz, Jorge Ruiz y Walter Sotomayor explicaron sus convicciones por seguir desarrollando su pasión a pesar de los obstáculos y mostraron su perseverancia en las vías de difusión alternativas en la conferencia “¿Nos escuchan? Estrategias de distribución de nuestra música”.
El evento estuvo moderado por Martín Haro, docente de nuestra casa de estudios y también músico, y fue llevado a cabo en la sala de cine Ventana Indiscreta. Los expositores concordaron en que, pese a las inversiones riesgosas que ellos mismos tienen que asumir y a la poca apertura de las radios, el proceso de hacer música y de difundirla a un público que les devuelve una respuesta conmovedora es una experiencia que no tiene precio y por la que vale la pena sacrificarse.
En este contexto, Cruz afirmó que siempre es posible encontrar caminos que permitan la difusión de la obra de un artista, tales como las plataformas digitales y las redes sociales que generan comunidades, la participación en concursos y festivales, las alianzas con otros músicos para armar actividades de una mayor convocatoria, o la intervención en certámenes del extranjero organizados por municipios o entidades afines, ya que estos suelen cubrir la estadía y los viajes de los invitados.
Por su lado, Zielinski aseveró que hay que considerar esta carrera como un proyecto a largo plazo, con el que finalmente las recompensas —si es que se trabaja con honestidad y a conciencia— terminan siendo más importantes que las frustraciones cosechadas por un profesional en un medio tan inestable. Además, acotó que en la actualidad el campo de acción de un músico es más amplio e incluye la producción sonora o la musicalización de comerciales y películas.
De igual manera, Ruiz y Sotomayor —ambos integrantes del grupo Terreviento— coincidieron en que una de las claves para continuar en este oficio radica en resistir y evitar pensar en abandonar el ejercicio del arte. Por el contrario, señalaron que hay que ser tercos y enfocarse en cómo mejorar los procesos por los que atraviesa un músico: la producción de las canciones, la calidad de las composiciones, el modo de relacionarse con el público o las estrategias de difusión para abrir nuevos mercados, siempre desde una perspectiva de la honestidad con uno mismo.