Con todas las ganas de crear un negocio propio, Bruno Zucchetti, egresado de la Carrera de Comunicación de la Universidad de Lima, se unió a su hermano Felipe Zucchetti, Gonzalo Raffo y Johanna Johnson para crear un emprendimiento que asesorara a quienes quisieran darle forma a su idea de negocio o hacer crecer un proyecto en marcha, e incluso que les permitiera arriesgarse a formar parte de un plan con mucho potencial.
Así, hace un año, nació BiM, un emprendimiento al que sus propios gestores definen como una productora de innovación con un enfoque de mercado. Su objetivo es aumentar las posibilidades de lograr una innovación, disminuyendo el riesgo en la gestión de recursos y tomando decisiones que maximicen el retorno sobre la inversión.
En la siguiente entrevista, Bruno comenta los proyectos que viene asesorando y cómo les va, a un año de la creación de BiM.
¿Qué te impulsó a ingresar al proyecto de crear BiM?
El hecho de que solo el 5 % de los emprendimientos innovadores llega de manera exitosa al mercado. Los socios que conformamos BiM tenemos la experiencia de lanzar productos de innovación y tecnología al mercado, así que unimos esa experiencia y ahora queremos impulsar la innovación. Nuestro equipo está capacitado para incrementar ese porcentaje tan pequeño y el Perú cuenta con muchos emprendedores. El problema es que demasiados científicos, inventores y creativos avanzan sus proyectos solo hasta cierta etapa. Muchos ganan concursos, fondos concursables, pero la mayoría no sabe qué hacer con ellos. Nosotros queremos llevar esos proyectos a la siguiente etapa.
¿Has identificado otras empresas como BiM?
Hay muchas incubadoras de negocios, aceleradoras, gente que asesora en ciertos puntos de la innovación, gente dedicada al design thinking (diseño de la idea). Pero nosotros ofrecemos un servicio más completo, les ayudamos a hacer un plan de negocios sólido para mantenerse en el tiempo. Asesoramos a personas que quieren innovar y no saben cómo, de repente tienen la idea y un fondo, pero no saben qué más hacer. También hay quienes tienen una idea desarrollada, pero quieren hacer que se vuelva mucho más potente.
¿Podrías mencionar algunos de los casos que vienen asesorando?
Por supuesto, uno que ya está en marcha: Stages Pérou. Se trata de un proyecto que empezó como una idea de innovación con una base tecnológica. Pertenece a un francés que intentó hacer prácticas en el Perú y le escribió a mucha gente en nuestro país, pero nadie le ofreció una respuesta. Entonces tuvo la idea de crear una plataforma para que los franceses que quieran venir puedan encontrar opciones dónde practicar. Esta idea llegó a BiM y se potenció, ahora incluye más cosas, como lugares dónde hospedarse y todo lo que estos chicos puedan necesitar, como un chip para su celular, programas para que hagan turismo, etcétera. Este año queremos que la idea siga creciendo, no solo traer practicantes franceses, sino también llevar practicantes a Francia.
¿Toda esa información está disponible en la web o también gestionan estas cosas?
También gestionamos. El francés vino con una idea y nosotros le planteamos algo más integral. Desmembramos la idea para analizar cada punto y luego la rearmamos para hacerla a prueba de balas, para que solo haya un objetivo de crecimiento. En ocasiones también apostamos por el proyecto y nos arriesgamos.
¿Cómo es eso?
Si creemos que una idea es lo suficientemente potente, les decimos que no nos paguen. Les ayudamos a obtener fondos del Estado para llevar a cabo el proyecto y luego nosotros asumimos riesgos también. Vamos juntos, trabajamos sobre un porcentaje, no de los fondos del Estado, sino de lo que generemos luego. Es decir, les hacemos ganar y, sobre lo que ganan, participamos con un porcentaje.
¿Ya hay un proyecto al que le hayan ayudado para ganar fondos del Estado?
Claro, el proyecto Sarha, un servicio de asesoramiento para la reducción de la huella ambiental. La dueña de la idea es una peruana, investigadora ambiental, que propuso tratar de reducir la huella de carbono en los hogares peruanos. No tenía muy clara su idea, así que nos juntamos, desmembramos su plan y lo volvimos a armar, establecimos una idea superpotente, participamos en un fondo que se llama Ideas Audaces y lo ganamos, fue por un monto de S/. 160.000 para validar la idea en el mercado.
¿En qué consiste este proyecto?
Básicamente, propone ingresar a hogares peruanos para brindar asesoría en el uso de productos ecoamigables. La idea es plantear una sociedad a otras empresas que vendan estos productos, para explicarle al ama de casa que al usarlos se va a reducir su consumo de energía eléctrica y agua y, por si fuera poco, favorecerá el medio ambiente. Tratamos de vender estos productos con un servicio de asesoría. Estamos elaborando el plan estratégico para llevar a cabo un estudio de mercado con amas de casa. Al final de la validación vamos a elaborar un plan de negocios para lanzar el producto al mercado. Otra idea es hacer un programa en televisión, o en línea, que promueva el consumo de productos ecoamigables.
¿Algún otro proyecto que desees mencionar?
El proyecto P.A.T.S., en proceso de validación y por sacar una patente. Es de un pediatra e inventor. Él encontró que, al nacer, el bebé pasa por un proceso de estrés, porque sale de un ambiente conocido y seguro, que es el vientre materno, a un medio nuevo y desconocido. Por eso desarrolló un colchón al que se le pone un audio con la voz de la madre y los latidos de su corazón, de esta manera se reduce el estrés de los bebés y estos empiezan a subir de peso más rápido. El médico ya lo ha probado y ha ganado varios premios con este invento.
Aparte de gestores, también son capacitadores, ¿verdad?
Exacto. Hemos ofrecido capacitaciones sobre temas de innovación en Ádex, en la Universidad Científica del Sur y en otros lugares, tratando de promover la innovación. Lo que más queremos es que las empresas se animen a innovar, que inviertan en tecnología, que más proyectos se lleven a cabo.