Los abogados formados en la Universidad de Lima cuentan con un valor agregado muy apreciado en el ámbito corporativo: un enfoque empresarial que les da ventajas para comprender a las organizaciones y poner en práctica la teoría aprendida, lo que redunda en soluciones rápidas y efectivas. Este fue uno de los factores que llevaron a Daniella Ponce, abogada y subgerente de Asesoría Legal y Transparencia del Grupo Ripley Perú, a estudiar en la Ulima.
Hablemos sobre tus funciones como subgerente de Asesoría Legal y Transparencia.
A gran escala, asesoro a la corporación en los aspectos legales y regulatorios que deben ser atendidos para que la empresa opere en el Perú dentro de un marco legal. Esto abarca tanto al Banco Ripley Perú como al negocio retail de las tiendas departamentales. En ese sentido, participo en las decisiones del negocio como una socia estratégica de la gerencia, a fin de prevenir contingencias legales y de velar por el cumplimiento de la normativa vigente aplicable a Ripley.
Llevas más de cuatro años en este puesto. ¿Qué logros destacas?
Mi posición actual me permitió desarrollarme no solamente como abogada de la empresa, sino también como una facilitadora que se relaciona con los grupos de interés y las autoridades que regulan y supervisan al Grupo Ripley Perú. Como parte de este desarrollo, en el 2012 asumí el cargo de oficial de atención al usuario del Banco Ripley Perú, que tiene como objetivo brindar información transparente y oportuna sobre productos y servicios financieros a los usuarios. Esto posibilitó la consolidación de las buenas relaciones con las autoridades y orientó mi trabajo hacia un nivel preventivo importante. Asimismo, este año fui designada representante bursátil del banco, lo que trajo nuevos retos profesionales en el campo del mercado de valores. Como se puede apreciar, Ripley brinda muchas oportunidades a sus colaboradores. Creo que supe aprovecharlas al máximo.
¿Qué conocimientos y talentos se necesitan para ejercer con éxito tus funciones?
En principio, dominar conocimientos técnicos sobre la regulación bancaria y el mercado de valores en el Perú, cuyas normas se modifican permanentemente debido al dinamismo del sistema financiero y del mercado de valores. Por otra parte, si bien el negocio retail no está tan regulado como el sector financiero, se exige que el equipo legal esté actualizado sobre los cambios normativos del rubro retail, sobre todo si se considera que, por la envergadura de la empresa, este es fiscalizado de manera continua. En la misma línea, son relevantes las habilidades sociales, las cuales me sirven para interactuar con mis clientes internos y externos. El abogado corporativo de hoy tiende a la conciliación y a la búsqueda de soluciones efectivas que evitan contingencias innecesarias. Nada más equivocado cuando se cree que el abogado solamente litiga y consigue resultados mediante la confrontación.
Laboras en el Grupo Ripley Perú desde hace unos diez años y has ejercido los puestos de abogada, jefa de Asesoría Legal y subgerente de Asesoría Legal y Transparencia. ¿Cuáles son los aprendizajes que más aprecias de esta estancia en el Grupo Ripley Perú?
A principios del 2003 ingresé al grupo para realizar prácticas preprofesionales por dos años. Posteriormente, a inicios del 2005, fui contratada como abogada. Este fue el comienzo de una línea de carrera totalmente apasionante. El grupo opera en Chile desde 1964, pero en el Perú la empresa estaba en pleno proceso de consolidación, por lo que teníamos mucho por hacer. La creación de la Gerencia Legal en el 2005 contribuyó enormemente a ese proceso. Tuve el privilegio de estar presente en más de un hito durante la expansión del grupo en nuestro país, y trabajé desde mi ámbito de acción en las aperturas de las nuevas tiendas, la adquisición de marcas internacionales y la suscripción de contratos de licencias exclusivas y de alianzas comerciales estratégicas con terceros. También participé en la transformación de la Financiera Cordillera dentro del funcionamiento del Banco Ripley Perú en el 2007, entre otros procesos de trascendencia que marcaron la evolución y la consolidación de la empresa.
¿Qué razones te animaron a estudiar Derecho?
Desde niña me gustaba argumentar. Además, adoraba la lectura. Nunca me quedaba callada y menos cuando estaba frente a una situación que consideraba injusta. Ya en la adolescencia, fui adquiriendo cualidades de desenvolvimiento social y liderazgo que me llevaron a estudiar Derecho y a apasionarme por él. No hubo una influencia familiar: soy la única abogada de la familia. Mis padres siempre me apoyaron en mi decisión. Estaban seguros de que era la carrera para mí. No se equivocaron.
¿Qué factores te motivaron a elegir la Universidad de Lima para seguir esta carrera?
En primer lugar, la plana docente, que cuenta con profesores de primer nivel y con mucha experiencia en el ejercicio de la profesión. Otra razón fue la malla curricular, muy enfocada en el campo corporativo, lo que permite a sus graduados desempeñarse como abogados de empresas. Del mismo modo, indagué sobre el prestigio de la Universidad y de la Carrera de Derecho. Así comprobé que es una de las mejores del país. Finalmente, confirmé que los abogados egresados de la Universidad de Lima son apreciados y requeridos en el mercado laboral, tanto en el sector privado como en la esfera pública.
¿Cuán importante ha sido el enfoque empresarial que la Universidad de Lima le da a la Carrera de Derecho en tu evolución profesional?
Este factor fue definitivamente relevante en mi decisión de escoger dónde estudiar, ya que siempre me ha interesado más el campo corporativo o privado que el público. Este enfoque empresarial me ayudó a entender las necesidades de una organización como Ripley y a aplicar los conocimientos adquiridos en la carrera con una perspectiva más comercial. Pienso que la Universidad de Lima acertó con este enfoque. Los abogados egresados de ella son cotizados por su capacidad de comprender a las organizaciones y de poner en práctica la teoría aprendida, lo que redunda en soluciones rápidas y efectivas. De esta manera, los graduados Ulima se convierten en partners de la compañía y se alinean con sus objetivos y con las metas de la gerencia.
¿Qué es lo que más valoras de tu etapa como alumna de la Universidad de Lima?
Tengo lindos recuerdos de esa época: los amigos que hice, los profesores de lujo que pude elegir, las amanecidas de estudios para sacar un 20 y los trabajos en grupo. Fueron 6 años increíbles, en los que me enfoqué en estudiar y en hacer mi mejor esfuerzo para destacar. Me gradué con honores y alcancé el segundo puesto de mi promoción. Luego fui elegida como becaria para participar en el V Programa de Jóvenes Líderes Iberoamericanos auspiciado por la Fundación Carolina y el Grupo Santander. Ser becaria fue un premio al esfuerzo y la culminación de una etapa maravillosa de mi vida.