Perspectivas del 'marketing' desde la industria automotriz

Su inesperado comienzo en recursos humanos le dio a Jacqueline Yon muchas herramientas que ella no esperaba. Ahora, trabaja como gerente de Marketing y Comunicación en Nissan, y una de las cosas que hace con más agrado es adaptar las estrategias globales al mercado automotor peruano.

La pandemia le dio un giro a su carrera profesional al sumergirla en el mundo digital, un terreno que está en evolución constante. Sus estudios de Comunicación en la Universidad de Lima le han ayudado a enfrentar los retos que se le han presentado en su trayectoria laboral.

Si retrocedemos en el tiempo, ¿podrías recordar cuál fue tu primer trabajo y qué hacías en él?
Mi primera práctica fue en Telefónica. Aunque estudié Comunicación y me especialicé en Marketing, sorpresivamente conseguí prácticas en recursos humanos, específicamente en comunicación interna. Y no fue malo, ya que en ese momento descubrí que esa área me gustaba mucho más de lo que esperaba. Más adelante, esa práctica me sirvió, porque entré a un puesto relacionado con comunicación interna, relaciones públicas y otros aspectos de la comunicación.

Te gustó el tema, a pesar de no ser lo que esperabas.
Sí, definitivamente. No era lo que esperaba, pero me gustó, y esa experiencia me ayudó a conseguir la siguiente práctica que realicé, en Honda del Perú, en el área de recursos humanos y comunicación interna. Estuve allí alrededor de un año, y durante ese tiempo comencé a desarrollar interés por los autos. Esta marca organizaba las carreras de La Chutana y las promocionaba mucho entre los empleados. A nosotros nos daba la oportunidad de llevar cursos con corredores profesionales, así que aprendimos a usar el auto de una manera distinta. Incluso aprendí a montar una motocicleta. Fue una experiencia muy interesante.

¿Cuánto tiempo te quedaste allí?
Si mal no recuerdo, estuve un año y luego conseguí mi primer trabajo en Komatsu-Mitsui, una compañía de maquinaria pesada. Fue un cambio radical, ya que venía de una empresa de automóviles en la que la forma de trabajar y el enfoque eran muy distintos. Komatsu-Mitsui se centraba en la minería y, por eso, comencé a involucrarme en la relación con la comunidad donde operaba, como parte de nuestra responsabilidad social. Solíamos hacer viajes a las comunidades para desarrollar proyectos, algo que me apasionaba desde la época del colegio y que hacía todavía en la Universidad. Me ayudaba a conocer de cerca las necesidades y las expectativas de la población frente a las operaciones mineras en la zona. Valoré mucho esta experiencia y el impacto positivo sobre la comunidad.

Después, ingresé a trabajar en Interseguro, una empresa completamente diferente, en la que me enfoqué en los seguros de SOAT. En esa época, el comercio electrónico no estaba muy desarrollado y esta fue una de las primeras marcas en vender SOAT a través de comercio electrónico. Estuve allí alrededor de un año, en el área de Marketing, donde me encargaba de proyectos nuevos y de impulsar la venta digital de seguros. Uno de los proyectos más destacados fue el SOAT digital, que en ese momento era un concepto innovador, ya que la penetración digital en el Perú era baja. Fue una de las primeras experiencias en las que vi el inicio del marketing digital.

¿En qué año más o menos fue esto?
Fue alrededor de 2013. En esa época, la gente aún no compraba mucho por internet y, aunque parecía descabellado en su momento, el comercio digital creció significativamente en los años siguientes.

¿Qué hiciste después de Interseguro?
Comencé a trabajar en Maquinarias, una importadora que representaba a tres marcas: Nissan, Renault y Case. Esta última se especializaba en maquinaria pesada. Maquinaras era una empresa grande en el sector, con más de sesenta años de operaciones. Cuando ingresé, tenía la oportunidad de trabajar con todas las marcas, pero más tarde nos reasignaron por marcas específicas y me quedé en Nissan. Me desempeñaba en marketing de posventa, y me encargaba de vender repuestos y servicios. Desarrollamos una aplicación para que los propietarios de autos Nissan verificaran cuántos kilómetros faltaban para su próximo servicio, cuántos kilómetros habían recorrido, entre otras cosas.

Además, participé en la organización de eventos corporativos de gran envergadura para clientes, como lanzamientos de productos. Una de las tareas más destacadas fue la organización del Motor Show del 2017, donde Nissan ingresó al Perú como una filial, lo que generó un cambio importante y una disminución del personal. En ese contexto, uno de mis últimos trabajos en Maquinarias fue la organización del Motor Show. En ese evento, siempre se requerían manos adicionales para atender a los visitantes, y como yo estaba en labores de coordinación, interactuaba con la gente y brindaba información a los visitantes del stand. Una de las personas que formaba a los nuevos equipos para Nissan estuvo en el evento de incógnito y después me llamó un headhunter mexicano para expresar su interés en ofrecerme una posición en Nissan. Finalmente, el director de marketing de Nissan me pidió que me uniera al equipo para organizar eventos y lanzamientos.

¿Qué tipo de eventos organizaste desde entonces?
Asumí la posición de Marketing BTL en Nissan, donde me encargué de eventos y de lanzamientos diversos, lo que incluyó la gran presentación de la operación de Nissan en el Perú, en el 2018, así como todos los lanzamientos posteriores. Después, se abrió una posición de compra de medios digitales y ATL (above the line) en Nissan y, dado que la empresa prioriza las postulaciones internas, mi jefe me recomendó que aprovechara esta oportunidad. Me postulé para esta posición y fui seleccionada. Trabajé en este cargo durante aproximadamente dos años en la supervisión de la compra de medios digitales y ATL.

¿Cómo afectó la pandemia tu rol en Nissan?
Mi cambio a esta área coincidió con el comienzo de la pandemia y, en ese momento, mi área adquirió una gran relevancia, ya que se desarrollaron muchas estrategias digitales debido a las restricciones impuestas por la pandemia. Los eventos que anteriormente eran presenciales se trasladaron al plano virtual. Mi trabajo se centró en adaptar la parte de BTL al entorno digital, y en la compra de medios y el comercio electrónico. La pandemia cambió la forma en que nos relacionábamos con los clientes y promocionábamos nuestros productos. Fue muy interesante estar en medio de todo esto. Luego, me ofrecieron un puesto como jefe de Comunicaciones y Relaciones Públicas en Perú. Lo bueno de mi carrera profesional es tener la oportunidad de explorar diferentes áreas y asumir roles diversos. Comencé en Maquinarias, donde trabajé en marketing de posventa y eventos corporativos, sin embargo, fue en Nissan donde tuve la oportunidad de tomar roles más desafiantes. Ingresé como especialista de BTL y, con el tiempo, pasé a ser especialista BTL y digital senior. Después, asumí responsabilidades en Comunicaciones, Relaciones Públicas y Comunicaciones Corporativas. Tras esta etapa, regresé a Marketing y, actualmente, soy gerente de Marketing y Comunicaciones.

Y puedes aplicar todo lo que has hecho en tus puestos anteriores.
Así es, todo me preparó para mi posición actual. Y ahora lo que más me gusta de mi trabajo es la posibilidad de adaptar las estrategias internacionales a la realidad peruana. Al ser una corporación internacional, recibimos muchas campañas globales y regionales que debemos adaptar al mercado peruano. Sin embargo, el Perú es un mercado con características únicas en comparación con otros países de América Latina. Me encanta la oportunidad de personalizar estas estrategias, adaptar el lenguaje y las tácticas de marketing. Además, debemos brindar soporte a cada concesionario en el país, ya que las estrategias de comunicación varían según la ubicación. La diversidad de enfoques y la necesidad de comprender profundamente el mercado son aspectos que me atraen de mi trabajo.

¿Cómo percibes el avance de la tecnología en la industria en tu terreno laboral?
Desde que estudiaba en la Universidad, se hablaba mucho sobre el avance tecnológico y, en las clases, nos presentaban casos de e-commerce, una práctica que estaba muy desarrollada en otros países. En mi opinión, en el Perú, el desarrollo del comercio electrónico depende mucho de la confianza que sienta el consumidor peruano por los medios de pago electrónicos y la ciberseguridad. Es cierto que la pandemia ha acelerado la adopción de ventas digitales en el país, pero aún estamos un poco rezagados en comparación con otros mercados de la región, como Chile. Creo que la penetración crediticia en el Perú jugará un papel importante en el crecimiento de las ventas digitales. Actualmente, la penetración crediticia es del 30 %, lo que significa que hay muchas personas que no utilizan tarjetas de crédito. Sin embargo, se están desarrollando alternativas que permiten a las personas realizar compras sin la necesidad de una tarjeta de crédito.

¿Cómo fue tu época de estudiante en la Universidad de Lima?
Mi tiempo en la Universidad de Lima fue muy valioso. Conocí a muchas personas que hasta el día de hoy son mis amigas. Algunos cursos resultaron un desafío. Los profesores tenían experiencia en el campo laboral y trabajaban en empresas reconocidas, además de ser docentes. Esto fue fundamental, ya que nos brindaban una visión práctica de la industria. Escuchar sus experiencias reales en el campo laboral y aprender sobre el funcionamiento de las cosas en la práctica fue muy enriquecedor. Su conocimiento y sus experiencias prácticas realmente me ayudaron a prepararme para mi carrera profesional.