Después de reunir veinte años de experiencia en estudios líderes y de desarrollar asesoría de manera independiente, Pamela Arce de las Casas recibió la invitación del estudio Hernández & Cía. para sumarse como socia y liderar el área de Reestructuración e Insolvencias.
En la siguiente entrevista, Pamela, abogada por la Universidad de Lima, comenta los retos profesionales que enfrenta, las situaciones críticas de las empresas que pasan por un proceso de reestructuración y sus recomendaciones para evitar llegar a una situación de insolvencia.
¿Qué implica liderar el área de Reestructuración e Insolvencias?
Tengo a mi cargo la asesoría a acreedores y deudores en los procedimientos concursales que se siguen ante el Indecopi, así como la asesoría en liquidaciones corporativas y en compra y venta de activos de empresas en situación de estrés financiero.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta una empresa en proceso de reestructuración y cómo la apoyas?
En primer lugar, hay que considerar que la legislación concursal establece un régimen legal de excepción, dentro del cual se pretende resolver el conflicto que toda situación de insolvencia genera entre el deudor y el conjunto de sus acreedores. En ese contexto, una empresa sometida a un proceso de reestructuración enfrenta el desafío de lograr que los acreedores aprueben su propuesta de refinanciación. Por eso, se debe asesorar al deudor para que presente una propuesta de reestructuración viable, asegure el pago de los créditos concursales, y permita la recuperación financiera y económica del negocio.
Asimismo, hay que tener en cuenta que, en el caso de una reestructuración, los acreedores podrán optar por mantener o remover a la administración del deudor concursado. Otro desafío que enfrenta una empresa en concurso es el limitado o nulo acceso al financiamiento. Lamentablemente, a diferencia de lo que sucede en legislaciones de otros países, la Ley General del Sistema Concursal no otorga preferencias en el cobro de quienes financian a los deudores en concurso, lo que genera desincentivos para apoyar la reestructuración y el reflotamiento de las empresas que, en la mayoría de los casos, terminan por liquidarse.
¿Qué estrategias recomiendas a las empresas para evitar llegar a una situación de insolvencia y cómo pueden prepararse mejor para una reestructuración, si fuera necesaria?
Lo primordial en estos casos es adoptar medidas de carácter preventivo y de manera oportuna. Gestionar los riesgos de crédito y de liquidez es una primera medida. En esa línea, la empresa, por ejemplo, puede intentar llegar a acuerdos de reprogramación de pagos con sus principales acreedores y, de esta manera, ampliar los plazos de pago para evitar acciones legales frente a un posible incumplimiento. Contar con un buen gobierno corporativo, hoy en día, ayuda mucho a que las empresas gestionen este tipo de riesgos.
Otras medidas que se pueden adoptar son la búsqueda de eficiencias operativas, la reducción y control exhaustivo de los costos, la solicitud de nuevos aportes a los socios, entre otras. Asimismo, es importante considerar que nuestra ley General del Sistema Concursal regula el procedimiento concursal preventivo, que en teoría busca evitar una situación de insolvencia o de falta de liquidez. En el marco de este procedimiento, el deudor puede solicitar la suspensión de la exigibilidad de sus obligaciones y celebrar con sus acreedores un acuerdo global de refinanciación de obligaciones, luego de lo cual concluye el procedimiento.
¿Qué cambios consideras más significativos en el marco legal y regulatorio en el ámbito de las insolvencias?
Un cambio imperante y necesario es la regulación de incentivos (preferencias en el pago y otorgamiento de garantías) para aquellos acreedores que brindan financiamiento a las empresas en concurso, así como disposiciones en torno a la insolvencia transfronteriza. Precisamente, el proyecto de modificación de la Ley General del Sistema Concursal que se encuentra en revisión por parte de algunas Comisiones del Congreso de la República contiene importantes propuestas de mejora en dicho sentido.
¿Podrías compartir un caso en el que hayas trabajado en tu carrera profesional que consideres especial por su complejidad o impacto?
Fui parte del equipo legal que asesoró uno de los procesos concursales que considero más emblemático en el país. Se trata de la asesoría a una cadena de televisión. Estuvimos a cargo de la reestructuración patrimonial en la que se refinanciaron pasivos por más de USD 100 millones, así como de la propuesta de modificación del Plan de Reestructuración Patrimonial, en el que, debido también a la buena gestión de la nueva administración de la empresa, se logró el pago anticipado de todos los créditos concursales y la conclusión del procedimiento concursal en un plazo mucho menor al inicialmente planteado. Este es, sin duda alguna, un caso cuyo manejo diligente de parte de todos los actores tuvo un impacto muy positivo.
¿Qué otros trabajos has tenido desde que egresaste de la Universidad de Lima?
Cuando egresé de la Universidad de Lima, fui contratada como asistente legal en el Estudio Benites, De las Casas, Forno & Ugaz. Luego, trabajé más de once años como asociada del Estudio Rebaza, Alcázar & De las Casas, donde formé parte del área de Reestructuración e Insolvencias, a cargo de la asesoría en procedimientos concursales, las reestructuraciones privadas y la asesoría concursal en general. Luego, fui gerente Legal y de Asuntos Corporativos de Sky Airline Peru y Counsel en el Estudio De Bracamonte, Haaker & Castellares, donde tuve a mi cargo la asesoría en temas regulatorios, corporativos y concursales. Asimismo, después de terminar mi maestría en el año 2017, tuve la oportunidad de trabajar como asociada internacional en la oficina de Nueva York de Cleary Gottlieb Steen & Hamilton.
¿Hay alguna habilidad o competencia específica que consideres crucial para tener éxito en el mundo de las leyes?
Una habilidad o competencia que considero hoy en día crucial para el mercado legal es conocer el negocio y el sector en el que opera tu cliente. De esta manera, el abogado está en una mejor posición para brindar no solo asesoría legal, sino también generar valor añadido al negocio.
¿Cuáles han sido los principales desafíos que has enfrentado a lo largo de tu carrera y cómo los has superado?
Creo que uno de los principales desafíos a los que me he visto enfrentada es encontrar el balance entre la vida profesional y personal. Ese es el reto, hoy en día, de todos los profesionales.
¿Qué recomendaciones les darías a los jóvenes que estudian actualmente la Carrera de Derecho en la Universidad de Lima?
Les recomendaría que disfruten la vida universitaria, porque, aunque no parezca, se pasa rápido. Que aprovechen al máximo la infraestructura de la Universidad de Lima, sean muy curiosos y perseverantes, y busquen en el curso de sus prácticas preprofesionales las áreas del derecho de su mayor interés tanto en la teoría como en la práctica.