Renzo Saux Collantes, alumno de la Carrera de Arquitectura de la Universidad de Lima, consiguió la medalla de oro en la categoría de Parejas Sénior en el Campeonato Open de España 2015, en Pontevedra. Nuestro deportista se enfrentó a 26 participantes de España y Europa. Este campeonato sirve de preparación para el Campeonato Sudamericano, que se realizará en el mes de octubre, aquí en el Perú. Renzo comparte su talento en esta disciplina deportiva con otro miembro de su familia, pues es hermano de Bruno Saux, egresado de la Carrera de Economía que también ha obtenido diversos triunfos internacionales para la Universidad de Lima.
¿Cómo te preparaste para esta competencia?
Entrenaba dos veces al día, de lunes a viernes, sumando unas 30 horas semanales aproximadamente. Al entrenar, me concentraba bastante en mis fortalezas y cuidaba las lesiones que tengo. Siempre entrenaba con el objetivo de ganar una medalla de oro. También supe organizarme, porque llevé dos cursos de verano en los que me fue muy bien.
¿Cómo describirías la experiencia de viajar a la ciudad de Pontevedra y lo que experimentaste al competir?
Fue un viaje muy satisfactorio en todos los sentidos, ya que compartí momentos muy buenos con mi equipo y conocí una ciudad nueva. Asimismo, me reencontré con viejos amigos españoles que también son competidores.
En todo momento de la competencia, mantuve la calma. No me presioné para evitar ponerme nervioso, y disfrutaba de cada performance que hacía. Gracias a la experiencia que ya tengo, pues compito en representación del Perú desde el 2009, pude dominar mi cuerpo y mente para demostrar todo lo que había entrenado. Luego de obtener la medalla, sentí mucho orgullo y satisfacción.
¿Cuáles fueron los principales desafíos y dificultades que tuviste que superar?
Definitivamente, enfrentar a competidores de alto nivel. Es el campeonato más importante de España y a nivel europeo es muy reconocido. Básicamente, nuestra principal dificultad fue ganarle a todo el seleccionado español y a la pareja que representaba a Noruega, quienes son de alto nivel mundial.
¿Cuándo nació tu interés por este deporte y a qué se debe?
Practico taekwondo desde los 4 años de edad, y profesionalmente desde los 14. Mi pasión se relaciona con que mi hermano mayor practicaba este deporte, y a ambos nos iba muy bien y destacábamos.
¿Qué representa esta medalla de oro para ti?
Para mí es un logro muy grande y me llena de orgullo y satisfacción personal, pues entrené muy duro para alcanzar un resultado de esta magnitud. Me sirve de motivación para seguir llevando mis estudios y mi entrenamiento simultáneamente. Estoy muy agradecido por el apoyo que me brinda la Universidad en cuanto a la flexibilidad de asistencia cuando viajo por competencia. Considero que es un triunfo valioso para el país, pues conseguir una medalla de oro en otro continente es un reto difícil para cualquier deportista, debido sobre todo al alto nivel de los competidores.
¿Cuáles son tus objetivos frente al Campeonato Sudamericano que se llevará a cabo en octubre?
Mi principal objetivo es ganar la medalla de oro en todas las categorías en las que participe. Trabajaré muy duro desde ahora, porque sé que no es un camino fácil, ya que cada vez me tengo que esforzar más y la exigencia académica también es mayor. Espero poder llevar el deporte y mis estudios a la par, al mismo nivel, ya que también soy buen estudiante.
¿Y tus metas como deportista a largo plazo?
Durante este año, volverme campeón sudamericano, ya que es el único campeonato importante y oficial que se disputa este año. Para el 2016, espero obtener una medalla mundial, que estuve muy cerca de conseguir el año pasado, pues quedé quinto lugar en la categoría de equipo masculino.
¿Cómo logras conciliar el aspecto deportivo con el académico?
Todo gira en torno a una organización muy estricta y disciplinada. Desde el colegio llevo un ritmo de vida muy justo en tiempo, y ya se me volvió una costumbre. Soy una persona ambiciosa y competitiva, y en ambos aspectos siempre trato de estar en los primeros lugares. A veces me llego a estresar demasiado, pero trato de disfrutar lo que hago bajo la premisa de que siempre van a salir las cosas muy bien.