Con una metodología ágil, basada en la tecnología, Adolfo Artadi y Manuel de la Colina ayudan a las empresas a ganar más y gastar menos, implementando buenas prácticas internacionales y logrando certificaciones internacionales. Tienen clientes en el Perú, Ecuador, Colombia y próximamente también en México. Su empresa se llama Capitalis. Ambos egresaron de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima, de donde valoran especialmente la visión empresarial que desarrolla en los estudiantes.
¿Qué idea tenían cuando fundaron Capitalis?
Manuel: En ese entonces, Adolfo se encontraba trabajando en Colombia y, cuando regresó, vimos que las empresas que implementaban buenas prácticas internacionales en el mercado no adoptaban los nuevos métodos ni las nuevas tecnologías. Había un espacio que estaba muy descuidado y decidimos apostar ahí con una propuesta más moderna. Actualmente, el 80% de los servicios que ofrecemos están soportados por tecnología. Estos son de gestión de calidad, seguridad industrial, gestión ambiental y otros, que muchas veces terminan en una certificación internacional. Cuando nosotros estudiábamos la Carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima, estas materias formaban parte de cursos obligatorios y nos permitieron sentar las bases de la operación, lógicamente luego hemos llevado especializaciones, diplomados, programas y maestrías para profundizar nuestros conocimientos y llevarlos a otro nivel.
Adolfo: Al inicio éramos dos jóvenes tocando las puertas de empresas grandes, medianas y pequeñas, hasta que poco a poco se nos abrieron. Fuimos construyendo nuestro plan a largo plazo, basado en una metodología ágil y con un gran enfoque en la parte digital. Le podría atribuir el 80% del éxito que venimos logrando a la parte digital y el otro 20% a la metodología que construimos internamente. Este es el diferencial frente a la competencia.
¿Quiénes son sus clientes?
Manuel: Entre nuestros clientes en el Perú, Ecuador y Colombia están Arca Lindley Continental, Cosapi, Alicorp, América Móvil, Philip Morris, Tecsur, Cobra, el grupo GTD y otros.
¿Podrían comentar un caso de un cliente con el que han trabajado?
Manuel: Tenemos como cliente a Philip Morris, en el Perú y en Ecuador. Esta es una empresa tabacalera y nosotros nos encargamos de manejar el sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo y otros servicios relacionados que ellos soliciten. Les conseguimos personal de diversas especialidades, como ingenieros, operadores, médicos ocupacionales, entre otros, y diseñamos un plan de gestión permanente para que puedan continuar operando sin preocuparse por la legislación o las fiscalizaciones. De eso nos ocupamos nosotros.
¿Qué distingue la relación que tienen con los clientes?
Adolfo: Tenemos muy buenas relaciones con ellos. Desarrollamos mucha cercanía e interacción. Esto es fundamental para buscar soluciones a sus problemas a corto y mediano plazo. Generamos una confianza que nos lleva a mantener buenas relaciones y servicios con ellos. Muchos de nuestros clientes comienzan con nosotros con un servicio determinado, pero a medida que vamos avanzando nos trasladan mayores responsabilidades y proyectos. Podemos iniciar con una sola certificación internacional y luego pasar a otras normas, incluso con desarrollos tecnológicos.
¿Qué pasa si una empresa les pide una asesoría para conseguir una certificación que ustedes nunca han trabajado?
Manuel: En el ecosistema al que nosotros pertenecemos, de consultoría empresarial, hay ciertos productos que son commodities, es decir, certificaciones muy tradicionales, donde levantas una piedra y encuentras a un profesional que lo puede hacer. Pero no es así con todas, algunas certificaciones son complejas e intimidantes para algunos, no para nosotros. En Capitalis nos preocupamos por invertir muchísimo en la capacitación de nuestro personal; por ende, ponemos a disposición de nuestros clientes al personal idóneo, para ayudarlos a obtener la certificación que requieren o el servicio que deseen.
¿Cuántas personas trabajan con ustedes?
Adolfo: En el Perú somos 27 consultores. En Ecuador tenemos siete personas y en Colombia dos por ahora, pues operamos ahí recién desde diciembre de 2021. En nuestro rubro, somos la consultora más grande en este país.
¿Cómo abrieron mercados en otros países?
Manuel: Durante la pandemia, empezamos a evaluar otras plazas, otros tipos de clientes y, como todas las empresas comenzaron a trabajar de manera remota, vimos que era viable y fue así que comenzamos a brindar pequeños servicios en Ecuador. Ya habíamos tenido un cliente en ese país y, a partir de ahí, seguimos. Invertimos muchísimo en el sistema comercial y vimos que hubo buen resultado. Así, empezamos a brindar consultorías a empresas ecuatorianas desde Perú. Aprovechamos las experiencias obtenidas en Ecuador para hacer lo mismo en Colombia, y nos va bien. Comenzamos de manera remota y ahora ya estamos viajando mucho a esos países. Abriremos operaciones próximamente en México. Ingresar a un nuevo mercado (país) es algo que asumimos con mucha responsabilidad. Tercerizamos todo el backoffice tributario, legal y contable. Eso nos permite concentrarnos en desarrollar el negocio y hacerlo crecer.
Adolfo: Nos alegra mucho la buena recepción que hemos tenido en cada uno de los países. Nuestros clientes aprecian que no somos una consultora pequeña y, como varios de ellos están en distintos países, es habitual que nos pregunten cuándo abrimos otra sede en tal otro lugar. Con algo de paciencia, llegaremos ahí donde nos piden.
¿Cuántos proyectos trabajan simultáneamente?
Adolfo: Tenemos normalmente de 40 a 50 proyectos en simultáneo que maneja nuestro staff de consultores. Ahora, en cartera y en proceso final, nuestro equipo comercial tiene alrededor de 40 a 50 proyectos adicionales a la espera de cerrar los acuerdos legales o comerciales. Nuestro equipo realiza un arduo trabajo para que el flujo de proyectos no se reduzca, sino que crezca agresivamente año tras año.
Anteriormente, ¿dónde ha trabajado cada uno de ustedes?
Manuel: Yo he trabajado en empresas aseguradoras, como Pacífico Seguros, y otras de ingeniería civil y construcción de carreteras. Me he encargado de la parte de procesos.
Adolfo: En mi caso, mientras estaba en la Universidad de Lima, practiqué en Delosi por casi dos años. Luego me fui a Francia un par de años, ahí realicé mis primeros trabajos en asesoría y consultoría de forma particular. Luego me fui a Colombia a trabajar en una reingeniería de procesos para una minera en Medellín. Fue al llegar de Colombia, en el 2016, que, junto con Manuel, decidimos independizarnos.
¿Cómo valoran sus estudios en la Universidad de Lima?
Manuel: Valoro mucho que la Universidad actualice la malla curricular con temas de tecnología. Me siento muy agradecido con la Universidad, por la manera como forma a los estudiantes de Ingeniería Industrial y les muestra un abanico de opciones para que cada uno pueda decidir su línea de especialización.
Adolfo: Comparto lo que dice Manuel y añado la capacidad de gestión, la visión empresarial y del mundo que desarrolla la Universidad de Lima en los alumnos. Por supuesto, es excelente la red de contactos que se forma ahí y las amistades que se logran. Muchos de nuestros clientes y proveedores actuales son egresados de la Universidad de Lima.