Antes de desempeñarse como gerente adjunto de Mesa de Distribución en el Banco de Crédito, Juan Mendizábal, egresado de la Facultad de Contabilidad, construyó una fructífera línea de carrera en el banco donde empezó como recontador de billetes. Su compromiso con el trabajo en equipo, junto a su vocación de servicio, no solo le ha servido para destacar en las diferentes jefaturas que ha ocupado, sino para encontrar una de sus más grandes satisfacciones en el desarrollo de su labor como docente.
¿Qué empuja a un chico de diecisiete años a estudiar Contabilidad?
Recuerdo que cuando le comenté a mi padrastro, un doctor en educación, estar interesado en estudiar ingeniería forestal o veterinaria, él me dijo a manera de sugerencia: “Tú no tienes una familia adinerada, necesitas una profesión que te sirva para conseguir trabajo rápido, una carrera útil que te permita hacerte cargo de ti y cuidar a tu madre”. No se equivocó. A comienzos de los ochenta la situación para la mayoría de egresados era crítica, pero las tasas de desempleo no se aplicaban de la misma manera a los contadores.
¿Cómo ingresaste al Banco de Crédito?
Estaba a la mitad de carrera, tenía diecinueve años y entré a trabajar a caja. Mi trabajo se dividía entre la ventanilla y mi función como recontador de billetes. Cuando me tocaba contar dinero, iba a bordo de camionetas, con personal armado que seguía al pie de la letra el protocolo, se podría decir que trabajé en una especie de antecesor de Prosegur. Me pasaba horas recontando el dinero en bóvedas, poniéndolo en bolsas, organizándolo. La responsabilidad que tenía dentro del departamento de caja era grande.
¿Cómo fue tu experiencia de pasar del departamento de caja a trabajar en el área de cobranzas y descuentos?
Luego de pagar mi derecho al piso cambié de responsabilidad, pero no me deshice de ella. Pasé de recontar dinero a tener trato con personas de larga trayectoria en el área de Cobranzas y Descuentos. Por ello, la exigencia era fuerte. La mística del Banco es que el personal con mayor experiencia te enseña. No exagero si afirmo que el Banco de Crédito es una escuela de la que mucha gente sale preparada para trabajar en otras empresas y situar estándares altos en su desempeño profesional.
Trabajando en cobranzas repotencié y perfeccioné mis habilidades como contador. En la actualidad trabajo en un área donde mi labor no se restringe solamente a la contabilidad, pero indirectamente continúo aplicando conocimientos de la carrera. Ser contador me ha dado un valor agregado, el desarrollo de una mirada particular y ordenada. En el Banco todo tiene que ver con registros contables, operaciones de partidas dobles y contabilidad, ya que toda operación que se realice debe ser registrada de acuerdo a normas internacionales financieras.
¿De qué manera los estudios de posgrado cambiaron el rumbo de tu carrera?
En un inicio quise estudiar un MBA, pero luego me decidí por estudiar una maestría en finanzas, porque la consideré consecuente con la carrera que empezaba a crear. Lo mejor que puede hacer alguien que termina la maestría es dedicar un tiempo a enseñar. Ser profesor te exige rigor, actualización constante y desarrollo de inteligencia emocional. Un profesor aprende de las repreguntas, las dudas, las expectativas de los alumnos. Considero que hay un tema de desprendimiento en la enseñanza: se trata de dar a los estudiantes y futura competencia las herramientas para que sean mejores profesionales, casi como un padre que espera que su hijo lo supere. Ser un docente que además trabaja en el sector privado te da la posibilidad de retroalimentar ambas labores. Creo que la experiencia es el complemento perfecto de la teoría. El error es que mucha gente se basa solo en su experiencia y no la combina con una teoría actualizada.
¿Cuáles son los retos de ser gerente adjunto de Mesa de Distribución en el BCP?
La Mesa de Distribución está compuesta por un equipo de veintidós personas orientado a atender a los clientes más grandes del Banco. En un mismo espacio conviven tres mesas a cargo del jefe de operaciones de otras monedas, jefe de tesorería de inversiones, de operaciones de cambio, etcétera. Mi equipo se encarga de llevar las cuentas de la empresa sénior de todos los sectores y de las multinacionales como Shell, por ejemplo.
Nuestras funciones abarcan las operaciones de cambio spot, compra de otras monedas, coberturas con derivados financieros, entre otras. Lo interesante es que para todos los integrantes de mi equipo hay una línea de carrera para continuar ascendiendo. El mismo hecho de trabajar con clientes que poseen grandes demandas te da una serie de nuevas competencias.
¿Qué proyecciones tienes para el futuro?
Los retos en el plano laboral me llenan de expectativas, no de ambición. Me interesa que mi equipo de trabajo cada vez vaya fortaleciéndose para asumir mayores desafíos. Quiero continuar poniendo empeño para que todo el equipo vea que ningún esfuerzo es pequeño, que no existe meta inalcanzable. A nivel personal, creo que mi vida está llena de logros. Mi hijo mayor terminó la carrera en los primeros lugares y mi hija de trece años es una estudiante destacada.