Un experto en el mundo digital

Como ingeniero de sistemas, Roberto Aguirre ha orientado su quehacer profesional hacia la innovación y la transformación digital de diferentes empresas. Actualmente reside en Colombia y se desempeña como gerente de Proyecto de Tecnologías de la Información en HITSS; además maneja un negocio propio llamado Medical Web, una plataforma web que contiene las historias clínicas de los pacientes. En la siguiente entrevista, el egresado de la Universidad de Lima nos comenta su trayectoria profesional.

¿Cuáles han sido tus experiencias laborales anteriores a HITSS?
Trabajé en Indra, una empresa española de consultoría y tecnología con sedes en más de 140 países. Después estuve en una empresa mexicana con sede en Bogotá. Me quedé a vivir en Colombia, luego me jaló Tecnocom de España y, finalmente, me contrató HITSS. Cuando estuve en Indra tuve oportunidad de viajar a Argentina, Colombia, Bolivia y Panamá, pero renuncié porque decidí viajar a Toluca, en México, para hacer un MBA en el Tecnológico de Monterrey. Ahí terminé mi posgrado y así es como la empresa mexicana me contrató y llegué a Colombia, donde me quedé definitivamente.

¿Cómo llegaste a HITSS?
HITSS es una empresa mexicana que provee soluciones en tecnologías de la información. Casualmente, el country manager había estudiado en el Tecnológico de Monterrey, como yo, y me contrató como gerente de Proyectos, en un momento en que la compañía buscaba expandirse, así que comenzamos a hacer portales de transformación digital para Sanitas Colombia y otras empresas.

¿En qué consistió esa transformación?
Todos sus prestadores de salud podían comprar libros, tickets para un evento o tener acceso a la biblioteca médica del extranjero. Ese fue uno de los tantos proyectos.

También tienes un emprendimiento, ¿podrías comentar de qué se trata?
Sí, paralelamente a mi trabajo, creé una pequeña empresa, como producto de la tesis que hice en México. Se trata de Medical Web, un sistema al que se accede mediante una contraseña y que contiene historias clínicas en la nube.

¿Cómo te ha ido con ese emprendimiento?
Bien. Mi primer gran cliente fue Bodytech, con sus cuatro especialidades: fisioterapia, medicina del deporte, nutrición y evaluación clínica. Bodytech ya había tratado de hacer esto anteriormente, con otras compañías, pero no lo logró. Cuando llegaron a nosotros tenían miedo y me pidieron tres meses gratis para probar con la especialidad de nutrición. Yo acepté, ellos percibieron mi seguridad en que lo haría y nos iría bien, vieron el trabajo y les gustó, así que lo implementaron a nivel nacional.

¿Y a qué se debían los fracasos de las otras empresas?
El tema técnico era un aspecto, pero también lo era la empatía, el hecho de confiar en uno y luego respaldar esa confianza con el buen trabajo que se entrega. Eso les da seguridad, y ahí está la clave. Puedes tener un genio en frente, pero si no te inspira confianza, si no sabe llegar ni expresarse, no resulta efectivo.

Pero eso no siempre funciona, ¿por qué contigo sí?
Es que muchas empresas quieren hacerse millonarias de la noche a la mañana. Tienes que estar dispuesto a arriesgarte. Cuando me pidieron los tres meses de prueba, yo estuve muy confiado en la solución que les daría, en que funcionaría y quedarían contentos; eso les dio seguridad. Además, los colombianos son muy apasionados en todo lo que hacen y necesitan saber que tú trabajas del mismo modo.

¿De qué manera has aprovechado esa característica que comentas en tu emprendimiento?
Ya no vivimos en la era del conocimiento, estamos en la era de la empatía y hay que hablar como tu cliente, sentir lo que él siente y proponer soluciones innovadoras. Soy profesor en la Universidad Sergio Arboleda, mi cátedra es Gestión del Conocimiento y de la Innovación. Yo aprendí ahí una metodología de innovación; se trata de analizar tu proyecto en un tablero al que divides en tres: hacia dónde vas, qué te lo impide y qué estrategia debes diseñar. Ahí te das cuenta de muchas cosas, logras ver qué hay detrás de un problema y esa es la única forma de atacar el problema de raíz. Esa es la clave de la innovación: atacar la raíz de un conflicto para que todo se dé.

¿Qué piensas hacer para desarrollar tu empresa?
Cuando tienes un caso de éxito, lo primero es hacerle publicidad; pero sacar un publirreportaje en El Tiempo me costaba como 4.000 dólares y solo aparecía una vez. Afortunadamente hay soluciones como Andeanwire, una central de noticias digital que trabaja tu reputación. Ese es el paso que estoy dando ahora. En Colombia se está desarrollando mucho todo lo digital; la semana pasada, el presidente Juan Manuel Santos dio una ley para que los servicios en la nube no paguen IGV. Han apostado mucho por las TIC en Colombia. También está el tema del cableado submarino, por ejemplo, para llegar a más personas con conexión de internet.

¿Cuál es tu estado en Colombia? ¿Cómo te ha recibido ese país?
No soy nacionalizado, pero sí residente. Llevo 12 años ahí, me casé y tengo una hija de 9 años; me he acostumbrado totalmente a ese país, me gusta vivir allá.

¿Cómo te ha ido en esta visita a la Universidad de Lima, después de tanto tiempo sin verla?
La he notado muy cambiada, las nuevas Torres son espectaculares. Fui invitado a una clase y estuve conversando con los alumnos; fue muy bonito, he recordado muchas cosas de mi época de estudiante. Puedo comentarte que en Colombia, al ser profesional extranjero, me exigieron hacer una homologación de título. La empresa que me contrató me pidió el sílabo de cada curso que llevé en la Universidad de Lima, hizo una evaluación exhaustiva y finalmente decidió que no hacía falta hacer una homologación. Un compatriota de otra universidad, sin embargo, sí tuvo que homologarse; yo no, y ahí valoré mucho más todo lo aprendido en mi alma mater.