Transformación digital y ‘scrum’

Jackeline Tapia, con amplia experiencia en cargos directivos de innovación y tecnología, y Luis Ángel Guerra, scrum master en Supermercados Peruanos, fueron los ponentes del webinar “Transformación digital y scrum”, realizado el 11 de julio por la Carrera de Ingeniería de Sistemas y el Círculo de Gestión de Proyectos (Cipro) de la Universidad de Lima. El evento se realizó en el marco de la Semana Interuniversitaria de Dirección de Proyectos (Semindipro). 

Tapia subrayó que la innovación, agilidad y digitalización de los procesos ayudan a las empresas a estar mejor preparadas para desenvolverse en situaciones inciertas. También indicó que la transformación digital impulsa a una organización a insertar tecnología en todas sus áreas, lo que resulta en un negocio más eficiente. Añadió que este proceso fomenta su reinvención y la optimización de sus maneras de operar y brindar valor a los clientes. 

Asimismo, la expositora señaló que la transformación digital abarca aspectos como modelo de negocio, propósito y estrategia, pero que las personas son lo más importante siempre, pues los colaboradores harán que se cumplan los objetivos. 

Tapia agregó que el mayor reto es el equilibrio entre lo online y lo offline, y que no se trata de reemplazar actividades relevantes que generan valor gracias al contacto humano, sino de apalancarlas con las innovaciones tecnológicas, como en la interacción presencial con los clientes. Ella precisó: 

“Es importante entender que la transformación digital no implica que todo se vuelva digital. Debemos insertar tecnología en los procesos más repetitivos, definidos y estandarizados para garantizar la sostenibilidad de la operación”. 

En tanto, Guerra detalló que scrum no es una metodología, sino un conjunto estandarizado de conceptos, prácticas y criterios empleados en el desarrollo de un software o servicio digital. Los teóricos del scrum emplean el término “incremento de producto” para referirse a la obtención del mejor resultado posible en un proyecto. 

El scrum apuesta por un trabajo en equipo, colaborativo, ágil, flexible, comprometido y creativo. Sus procesos se llevan a cabo en una serie de sprints o ciclos cortos que tienen objetivos específicos y que duran entre una y cuatro semanas. Entre sus roles, destacan el scrum master, quien se enfoca en la gestión del trabajo en equipo; el product owner (propietario del producto), quien se centra en las demandas del cliente y supervisa el cumplimiento de los incrementos de valor del servicio en desarrollo en los diversos sprints, y el equipo de desarrollo, el cual está integrado por profesionales de distintas disciplinas.