Transferencias de dinero internacionales

A fines de 2018, después de ganar el Concurso Primer Paso de la Universidad de Lima, Álex Zúñiga dio inicio a su fintech Tranzfer.me. Bastó un año para que el negocio despegase, y ahora es su principal fuente de ingresos. Lo lleva a cabo con su socio Antonio Zucchetti, y ambos estudiaron la Carrera de Ingeniería de Sistemas en nuestra Casa de Estudios. Además, Álex volvió a las aulas de su alma mater como docente en Educación Ejecutiva. En la siguiente entrevista nos cuenta los pormenores de este innovador negocio.

¿Cómo funciona tu negocio?
Es una fintech que gestiona envíos de dinero del exterior entre tres países: Perú, Brasil y Estados Unidos. Lo que hacemos es conectar a personas de estos países que quieren mandar una misma cantidad de dinero. Nuestro cliente empieza haciendo un requerimiento a través de nuestra web e indica que desea mandar dinero de un país a otro. Entonces el algoritmo busca dentro del listado de clientes y requerimientos, en un plazo máximo de 72 horas, a otro cliente que también desea hacer ese envío en el sentido inverso. Hacemos un match entre las personas y trasladamos los datos de destino. Por ejemplo, si un peruano le quiere enviar 100 dólares a alguien que está en Estados Unidos, lo conectamos con un estadounidense que quiera mandar 100 dólares al Perú, de tal manera que se hace un intercambio y el peruano envía el dinero de forma local a otro peruano, en tanto que el estadounidense hace también un envío local a alguien que está en Estados Unidos. Así logramos que las transferencias sean locales.

¿Cómo se aseguran de que realmente ocurran las transferencias?
Primero tenemos que certificar que la primera parte de la transferencia se haya realizado. Solo entonces hacemos la otra parte del envío.

¿Tú mismo has programado el sistema?
Mi socio y yo ideamos el sistema. Mi socio es Antonio Zucchetti, también ingeniero de sistemas por la Universidad de Lima. Nosotros desarrollamos una primera versión entre el 2018 y el 2019. En el 2020 la mejoramos al contratar a un equipo de desarrollo. Esta funciona actualmente, pero dentro de un mes lanzaremos una versión mejorada y automatizada de nuestra solución.

¿Qué movimientos de dinero han realizado desde que comenzaron?
La verdad es que nos va muy bien. Decidimos comenzar en diciembre del 2018, y en el 2019 nos dedicamos a probar nuestro modelo de negocio con amigos y familiares. Habremos gestionado de 20 a 100 dólares en el 2019. Ya en el 2020, con la pandemia, la plataforma cobró una demanda inusitada. Ese año movimos alrededor de 600.000 dólares en total. Esto debido a que mucha gente no salía de sus casas y los bancos funcionaban con horarios reducidos. En lo que va del 2021, ya hemos superado los dos millones de dólares transferidos.

¿Cuántos clientes han pasado por Tranzfer.me?
En cantidad de clientes, en el 2020 tuvimos un crecimiento de veinte por ciento mensual. Durante el 2021 se redujo a diez por ciento por la coyuntura, pero nos sigue yendo bien. Nuestro propósito es ser la plataforma más grande de Latinoamérica en gestión de envíos al exterior.

¿En el 2018 tenías otro trabajo?
En paralelo a Tranzfer.me, estuve trabajando como consultor para una empresa del Estado. En octubre de 2019 renuncié y me dediqué de lleno a este emprendimiento.

¿Cómo es un día de trabajo para ti?
Antes de la pandemia, hacíamos uso del espacio de coworking en el Centro de Emprendimiento de la Universidad de Lima. Pero, debido a la pandemia, todo se llevó a la virtualidad hasta el día de hoy. Esporádicamente nos ponemos de acuerdo para realizar reuniones estratégicas con el equipo de manera presencial. Solamente dos veces nos hemos juntado de manera presencial, una en el 2020 y otra en el 2021. Por regla, nos reunimos los viernes con todo el equipo virtualmente y revisamos los avances de la semana. Asimismo, vemos cuáles son los pasos la siguiente semana, de lunes a jueves. Manejamos una pizarra de eventos a través de Trello, donde colocamos las tareas de todos los equipos y monitoreamos si algún equipo tiene alguna dificultad, si se le complicó algún tema o si se avanzaron muy rápido las tareas de la semana.

¿Con quiénes trabajas?
Aparte de mi socio, tenemos equipos de marketing, finanzas, tecnología y operaciones.

¿Qué te gustaría mejorar?
Bueno, el hecho de funcionar como fintech en el Perú tiene sus dificultades. No existe una regulación para la gestión de transferencias internacionales, por eso estamos en una encrucijada. Nos comunicamos bastante con la Superintendencia de Banca y Seguros, que debería ser nuestro ente regulador, pero ellos dicen que no nos pueden regular. Sin embargo, nos hacen recomendaciones sobre ciertas prácticas. ¿Dónde está lo complicado de esto? Que cuando queremos integrarnos con soluciones internacionales que nos puedan ayudar a escalar y crecer más rápido, las entidades del extranjero nos piden licencias, permisos para operar, pero no tenemos porque la entidad reguladora local no puede brindarnos dichos permisos, ya que no calzamos dentro de su regulación. Por ese motivo, estamos pensando en otras vías de solución.

¿Como cuáles?
Lamentablemente, vamos a tener que incorporar la empresa a Estados Unidos, donde sí hay una regulación para nosotros. Para nuestro rubro de envío de dinero al exterior existe en el Perú una legislación que es antiquísima y solamente cinco empresas tienen una licencia, pero de ahí en adelante no se han seguido otorgando.

¿Han pensado realizar alguna innovación dentro de poco?
Próximamente implementaremos soluciones relacionadas con el blockchain y criptoactivos, que nos van a permitir acelerar este crecimiento.

¿Habías emprendido anteriormente?
Antes tuve un emprendimiento más tradicional. Tenía tiendas en diferentes centros comerciales, vendía artesanías; pero siempre me han interesado la tecnología y las finanzas, y en la Universidad de Lima pude aprender de ambos rubros. Por eso, para mí es muy satisfactorio poder trabajar tanto con tecnología como con finanzas, porque son cosas que conozco y me apasionan.

¿Qué valoras de la Universidad de Lima?
La carrera me ha dado los recursos necesarios para liderar proyectos de este tipo. Antes he trabajado ocho años en diferentes empresas de servicios y de tecnología. Estuve en PwC, en Telefónica, en una consultora que trabajaba para Oracle, en Delosi y BDO. La formación que tuve en la Universidad de Lima me permitió tener estas distintas experiencias laborales y, al día de hoy, mi emprendimiento. Muy aparte de la carrera, que me dio las herramientas para desenvolverme en el mundo laboral y en mi fintech, el Centro de Emprendimiento de la Universidad nos apoyó mucho en todo momento.

Además eres profesor en la Ulima actualmente.
Soy profesor de un curso en Educación Ejecutiva: Cuatro Metodologías Ágiles para Innovar, y lo dicto junto con tres profesores. La idea es darles a los alumnos cuatro metodologías para que puedan innovar tanto en un intraemprendimiento, es decir, en emprendimientos dentro de sus trabajos, o sus propios negocios. Yo me ocupo del módulo de Design Thinking. El curso es muy interesante y práctico. Cuando uno trabaja en un proyecto de innovación, surgen muchas dudas e incertidumbres, pero con estas metodologías es posible manejar la incertidumbre de manera ordenada porque se determinan los pasos a seguir para realizar un proyecto exitoso.