Conversatorio sobre Kant, y de acciones moralmente correctas

En el marco de las actividades preparatorias del XIX Congreso Nacional de Filosofía, el programa de Estudios Generales de la Universidad de Lima llevó a cabo el conversatorio sobre la figura de Immanuel Kant, uno de los filósofos más influyentes de la historia, cuyas ideas han tenido un impacto significativo en la filosofía, la ética, la política y otras áreas del pensamiento humano.

El coloquio denominado “Hablemos de Kant. ¿Existen acciones absolutamente buenas?” se centró en abordar la teoría de la ética kantiana, que se fundamenta en el imperativo categórico y en la idea de que las acciones son moralmente correctas solo si están alineadas con la razón. Carlos Quenaya Mendoza, magíster en Filosofía con mención en Historia por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional de San Agustín, y docente de nuestra Casa de Estudios, moderó el evento.

El conversatorio contó con la participación de Iván Giraldo Enciso, magíster en Filosofía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, licenciado en Educación, y docente de la Universidad de Lima. Él señaló que, de acuerdo con la filosofía kantiana, todos los seres humanos, a través de su facultad de razón, poseen una conciencia moral universal:

“Según Kant, hay una conciencia racional compartida por todos los seres humanos, por la que se justificaría el absolutismo moral”.

En ese sentido, sostuvo que para que se califique de “buena” o “mala” una acción, depende enteramente de la intención con la que se haga.

En el coloquio también participó José Rosales Trabuco, egresado de la Maestría en Filosofía con mención en Epistemología y licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y docente de la Ulima. Él manifestó que una acción moral se obtiene a través del sentido del deber, por lo que sostuvo que la moral es esencialmente racional.

Consultado sobre cómo se puede hallar lo bueno moral sin basarse en algo externo, señaló que esto se da con el “giro copernicano” en el plano de la razón práctica.

Asimismo, explicó que a Kant le llamaba el deber moral, que se trata de la necesidad de una acción por respeto a una ley. Sobre ello indicó:

“Toda ley es universal y necesaria, incluso las leyes morales. No hace falta la ciencia ni la filosofía para saber qué se tiene que hacer para ser honrado y bueno, e incluso sabio y virtuoso”.

Finalmente, ambos concluyeron que, de acuerdo a la ética kantiana, hay una desconexión entre la razón y la emoción. “Las emociones no deben influenciar en el acto o acción moral, su papel debe ser irrelevante, pues se debe actuar siempre por deber”, puntualizó Iván Giraldo.