Un abogado con el chip del emprendimiento

Álvaro Carrera, abogado por la Universidad de Lima, decidió juntarse con dos amigos para crear su propio estudio orientado al mundo financiero y corporativo. Eligieron el nombre CCO Advisors, cuyas siglas corresponden a las letras iniciales de sus apellidos.

Durante sus años universitarios solía participar en proyectos de ayuda social como miembro de la asociación Acción Universitaria. Actualmente, forma parte de la Asociación de Emprendedores del Perú y disfruta ser mentor de jóvenes empresarios.

¿Qué diferencia a CCO Advisors de otros estudios de abogados?
Tratamos de darle un enfoque diferente a la asesoría legal. La asesoría suele ser muy tradicional y nosotros buscamos innovar, comenzando por el nombre, que no incluye nuestros apellidos, sino solo las iniciales. Pero, más allá de eso, estamos enfocados en el tema de investment, que va de la mano del core de nuestro negocio, que es financiero-corporativo, pero también vemos crowdfunding.

¿Cuándo crearon el estudio?
Recién tiene unos meses en el mercado, pero cada uno de nosotros tiene experiencia previa como abogado. Yo, por ejemplo, tengo seis años de experiencia en empresas y estudios, en tanto que mis socios tienen entre ocho y quince años de experiencia como abogados. Tenemos un buen background, tanto individualmente como en conjunto, porque yo trabajé con uno de mis socios en otro estudio, donde realizamos varias operaciones importantes que han sido reportadas a Chambers & Partners y a Latin Lawyer.

¿Qué los llevó a tomar la decisión de trabajar juntos?
Yo ya tenía un estudio boutique, que era Carrera Abogados. Lo abrí siendo muy joven, a los 26 años, a pesar de que todos me decían que no era una buena idea; pero tenía mi cartera de clientes y me fue bien, porque ellos siempre me recomendaban. Anteriormente había trabajado con Claudio Cruces, él fue mi jefe en De Bracamonte Haaker & Castellares y estaba haciendo asesoría independiente. Conversé con él y me dijo que ya había hablado con otra persona, Luis Orrego, para crear una sociedad. Ahora los tres somos socios. Decidimos juntarnos en junio de este año. Todo fue muy rápido, gracias a que tenemos los mismos objetivos profesionales y a que congeniamos. Uno de los socios ve derecho corporativo, otro ve M&A y yo me oriento a [derecho] societario. Así que calzamos muy bien con todo lo que queríamos y necesitábamos, cada quien aportó los clientes que ya tenía a la fecha, así que tenemos una cartera interesante.

¿Ya tienen su propia oficina?
Sí, estamos en nuestra oficina desde agosto, queda en Magdalena y tiene una linda vista de la playa. La verdad es que todavía estoy sorprendido por la rapidez con que se ha concretado todo, pero al mismo tiempo sin presiones, de una manera natural. Además, tenemos una marca por lanzar, llamada Initus, que en latín significa 'aporte' y se va a dedicar exclusivamente a emprendimientos.

¿A qué se debe esa iniciativa?
Yo ya había trabajado con startups anteriormente, incluso había tenido un acercamiento con la Oficina de Emprendimiento de la Universidad de Lima, pues he dado charlas para los alumnos. El tema me interesa, porque es una oportunidad de apoyar a jóvenes con talento y con muchas ganas de hacer empresa en el país. Generalmente, los emprendedores tienen cierto temor de convocar un abogado, porque piensan que sus honorarios van a ser muy altos y porque desconfían de la dedicación que le pondrán. Sin embargo, es un servicio que necesitan para hacer la estructura de su negocio y nosotros queremos atenderlos, porque tenemos esa frescura, el ímpetu y las ganas de ayudar para sacar adelante sus negocios. No pretendemos que nos vean como un proveedor de servicios, sino como un partner que va a aportar en el crecimiento de su startup.

¿Qué casos de emprendimiento has podido ver hasta este momento?
Desde hace un par de años, soy miembro de la Asociación de Emprendedores del Perú (Asep) y de la Defensoría del Emprendedor, que es una dirección de esta asociación y que asesora a emprendedores pequeños con algunos problemas o inquietudes. Así que los ayudamos a adecuar su estatus y a realizar gestiones para participar en rondas de levantamiento de capital. Son varias cosas que los emprendedores desconocen y nosotros los ayudamos. No basta constituir la empresa y lanzar un producto o servicio, se requiere una estructura legal correcta, cumplir con las normas, evitar las multas y los gastos innecesarios. Por otro lado, me reúno con los jóvenes emprendedores de Asep para asesorarlos en temas legales.

¿Qué te caracteriza como abogado?
Yo asumo los proyectos como propios. Tengo mucha empatía con los clientes, por eso nos conectamos rápidamente. Cuando buscas un abogado es porque tienes planes de crecer o porque tienes un problema y, si no confías en esa persona, es difícil que te vaya bien. Yo tengo la habilidad de transmitir esa confianza.

¿Recuerdas algún caso que te haya dado mucha satisfacción?
Sí, hay un caso muy especial de un cliente del rubro de las telecomunicaciones. Esa compañía estaba ejecutando un proyecto para brindar telecomunicación a zonas rurales muy alejadas. Ese trabajo realmente me dio mucha satisfacción, porque pude poner un grano de arena en ese propósito.

¿Has tenido la oportunidad de trabajar en voluntariado alguna vez?
Sí, estaba en Acción Universitaria, en la Universidad de Lima. Me gusta mucho colaborar y aportar. Realizábamos actividades sociales con gente de la Universidad y con gente del Consorcio de Universidades. Hemos colaborado con Operación Sonrisa, también fuimos a un pueblo en Huaraz, adonde llevamos ropa de abrigo y realizamos actividades con los niños. Valoro mucho que la Universidad tuviera ese espacio de colaboración social. También valoro mucho a mis compañeros y la plana docente. Tengo amigos que antes fueron mis profesores. Yo empecé a practicar muy joven, a los 20 años, cuando estaba en quinto ciclo, que es el momento en que puedes empezar a hacer prácticas. A partir de entonces dejé de tener tanta vida universitaria como acostumbraba, pero tengo muy buenos recuerdos de esas épocas y conservo a mis amigos.

¿Qué haces en tus tiempos libres?
Juego squash. No es un deporte muy popular, se juega solo en algunos clubes, pero se empezó a hacer conocido en los últimos Panamericanos. Ahí participó Alonso Escudero, un estudiante Ulima que es muy bueno. Yo no juego a nivel de competencia, pero me gusta mucho este deporte, hasta diría que soy bueno. Entreno desde los 10 años.