Diego Reyes y Sebastián Farah regresaron de Francia el mes pasado, luego de estudiar la maestría en Derecho en la Université Jean Moulin (Lyon III), a la que accedieron a través del Programa de Intercambio Estudiantil de la Universidad de Lima.
La experiencia los ha enriquecido mucho, pues han adquirido herramientas y diversos conocimientos, han hecho contactos con personas de diferentes países y han estado expuestos a una variedad de metodologías de enseñanza. Ambos aseguran que la Carrera de Derecho que siguieron en la Ulima los preparó para llevar bien estos estudios.
¿Cómo se animaron a realizar este intercambio con la Universidad de Lyon para estudiar una maestría?
Diego: En cuanto me enteré de esta oportunidad, me pareció excelente. Además, podía terminar mi último ciclo de pregrado mientras realizaba este programa de maestría. Es decir, la Ulima convalidó mi último ciclo con el primer ciclo de la maestría. Eso me dio la posibilidad de tener una experiencia internacional y de ganar tiempo en mis estudios.
Sebastián: Mi caso fue similar. En abril del año pasado, la Ulima nos comentó acerca de este programa y no lo pensé dos veces. Postulé, mandé mi currículo y tuve un par de entrevistas. La Universidad de Lyon nos envió un correo de bienvenida con toda la información y comenzamos a buscar alojamiento y a preparar nuestro viaje. Hemos estado nueve meses allá y ha sido la mejor elección que hemos podido tomar, porque esta oportunidad ha sido muy provechosa. Hemos aprendido mucho. En la Universidad de Lyon llevamos veinte cursos a lo largo de dos semestres, en distintas áreas del derecho.
¿Qué cursos, por ejemplo?
Sebastián: Lo primordial fue el curso de Introducción a la Unión Europea: cómo se formó esta comunidad política, los tratados, las principales normas y regulaciones. Luego vimos mucho sobre derecho comparativo entre la Unión Europea y Estados Unidos. También tuvimos cursos de derecho penal, de arbitraje y de derecho del medio ambiente, que me gustó mucho. Justo antes de viajar, estaba haciendo mis prácticas en el área minera del derecho.
¿Qué les pareció la maestría, en general?
Sebastián: A mí me gustó mucho. Esta es la universidad más renombrada de derecho en Lyon, y la facultad de derecho es la segunda más grande en esa universidad, que tiene dos sedes: la principal, donde se dictan diversas carreras, y la otra, que es la sede de la Facultad de Economía y Derecho.
Diego: Fue muy enriquecedora la experiencia en Lyon. Sin duda, esta maestría es importante en la Unión Europea y tiene prestigio. Uno de los campos que más me interesó, y que me gustaría explorar laboralmente, es la protección de datos personales. Es un tema aún en desarrollo: la protección de datos personales, los derechos digitales y el constante crecimiento de la tecnología. Va a ser algo muy importante. Por otra parte, tuvimos una gran diversidad de profesores, de diferentes nacionalidades y con diferentes tipos de enseñanza y métodos de evaluación. Podíamos aprender de diferentes maneras. El programa fue exigente porque llevábamos un curso cada semana y había que estudiar mucho para no perder el ritmo de las clases. Tuvimos la oportunidad de que nos convalidaran el último ciclo e hicimos un ciclo más para obtener el título de la maestría.
¿Qué les pareció la metodología de enseñanza?
Sebastián: Algunos profesores tenían técnicas de enseñanza similares, pero los exámenes y las jurisprudencias, sobre todo, eran distintos. Por otro lado, en este programa se llevaba un curso en una semana. Terminabas el curso y dabas un examen, hacías un ensayo y resolvías preguntas. Los profesores venían de diversas universidades de Europa y de Estados Unidos. El proceso de estudio era diferente y el aprendizaje también. La mayoría de cursos era de derecho europeo y estadounidense, así que hemos aprendido bastante.
Diego: Cada profesor tenía una metodología diferente. Algunos dictaban cátedra, otros buscaban la participación de los estudiantes, algunos se apoyaban con material audiovisual, etc.
Estudiaron con personas de diferentes países también.
Sebastián: Sí, hemos estudiado con personas de Estados Unidos, Canadá, de los países escandinavos. Había daneses, suecos, finlandeses, noruegos, pero la mayoría de los estudiantes eran de Estados Unidos y de Canadá. De Latinoamérica muy pocos. Actualmente, seguimos en contacto con las personas que conocimos.
Diego: Al inicio, pensé que los europeos podían tener un poco de ventaja en cuanto a los cursos, por los temas de legislación de la Unión Europea que estudiábamos, pero la Universidad de Lyon nos dio las herramientas para saber dónde ubicar las leyes y cómo interpretar tratados, así que nos fue bien. Todos los estudiantes se encontraban en diferentes etapas de su carrera de derecho. Algunos ya estaban en sus últimos años de pregrado, como nosotros, y otros ya se habían graduado.
¿Consideran que tenían los conocimientos necesarios para llevar bien la maestría?
Sebastián: Como nosotros veníamos de Latinoamérica, al comienzo teníamos cierto temor de que se nos complique un poco, pero no. Hemos llevado muy bien los cursos y hemos terminado con muy buenas notas. Nos hemos desarrollado muy bien en las clases y con el idioma no ha habido ningún problema. Todos los cursos eran en inglés.
¿Qué hacían antes de viajar?
Diego: Yo estuve practicando en el estudio Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados. Estuve en el área de solución de controversias por aproximadamente un año y medio. Luego practiqué en la Defensoría del Pueblo. En general, siempre quise tener experiencia en el sector público y en el privado. Actualmente, mi meta a corto plazo es titularme.
Sebastián: Ahora voy a comenzar como asistente en el estudio donde realizaba mis prácticas antes de viajar, el estudio Dentons, en el área minera, que es lo que me gusta y en lo que pienso involucrarme a futuro. Estoy muy agradecido con el estudio por haberme esperado.
¿Qué les pareció estudiar en la Universidad de Lima?
Sebastián: Mi etapa universitaria más bonita y más recordada fueron mis inicios en la Facultad de Derecho, con los cursos introductorios de derecho, con los que cada vez me gustaba más mi carrera.
Diego: Haber sido seleccionado para este programa de maestría dice mucho de la enseñanza que recibí durante todos los años que estudié en la Universidad. La Ulima tiene profesores muy capacitados, que saben orientarte y apoyarte no solo en lo académico, sino también en lo personal. Eso es algo que valoro mucho. Incluso me apoyaron en mi participación en el modelo de Naciones Unidas.