La economía creativa

La creatividad es una herramienta fundamental para potenciar el crecimiento económico. Así lo entiende Paola Gálvez, abogada por la Universidad de Lima, quien este 25 de febrero expondrá sobre “La economía creativa en el Perú”, en un conversatorio organizado por DirecTV, Niubox y la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima.

Paola es líder del área de Asuntos Públicos y Regulatorios en Niubox. Ella considera que las actividades creativas han cobrado mucho valor por medio de las tecnologías digitales. Y ella es de las pocas abogadas especializadas en tecnología. Ha sido seleccionada para participar en eventos internacionales.

¿Qué significa economía creativa?
Según la definición del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es el conjunto de actividades que permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales. Lo que le genera valor es el contenido de propiedad intelectual. Si la aplicáramos, América Latina podría competir de manera más efectiva con la economía global.

¿Qué ejemplo de economía creativa nos puedes dar?
La economía creativa se divide en más de veintiséis sectores: artes visuales, artesanía, arquitectura, cultura y recreación, publicidad, etcétera. Las tecnologías digitales han permitido que las actividades creativas cobren mucho valor. Algunas de las ciudades que hoy generan mucho empleo gracias a la economía creativa son Londres, Los Ángeles, París. En nuestra región, Colombia viene trabajando mucho en su cultura. Y por nuestra parte, la gastronomía y la artesanía, entre otras actividades productivas, son parte de la economía creativa.

El 25 de febrero participarás en un conversatorio sobre economía creativa en la Universidad de Lima. ¿Podrías adelantarnos algo sobre tu presentación?
Así es, presentaremos el documento “La economía creativa en el Perú: análisis conceptual y recomendaciones de política para su desarrollo”, elaborado por Niubox Legal Digital, donde yo trabajo, por encargo de DirecTV. Abordaremos las potencialidades de la economía creativa para el desarrollo del país, así como las maneras de fomentarla. Como mencioné, DirecTV nos solicitó un informe sobre el estado de la economía creativa en el Perú. Es así que, desde el área de Asuntos Públicos y Regulatorios, que yo lidero, hemos elaborado esta investigación que incluye unas propuestas de mejora. A partir de este conversatorio quisiéramos definir metas de trabajo y proponer que se reactive la Mesa Creativa del Ministerio de la Producción. Nos interesa mucho contar con la asistencia de los estudiantes, contestar sus preguntas, recibir su retroalimentación y generar un movimiento que fomente el mayor desarrollo de la economía creativa en el Perú.

¿Cuáles son los puntos principales que vas a exponer?
En primer lugar, que la economía creativa en el Perú tiene un potencial muy grande, que al 2015 ya aportaba 1,58 % al PBI, una cifra significativa. En segundo lugar, que el marco normativo que hoy regula a esta industria en el país necesita desarrollarse para configurar un rol promotor de la economía creativa. Como tercera idea, nos gustaría unir esfuerzos con diversos actores de la sociedad a fin de promocionar la economía creativa y que, en esa línea, podamos conformar mesas de trabajo con diferentes partes interesadas para actualizar y mejorar las políticas públicas transversales que favorezcan esta promoción.

¿Niubox es un estudio legal especializado en tecnología?
Es la firma pionera del Perú que ofrece asesoría legal y regulatoria en tecnología y negocios digitales. Además, brindamos consultoría estratégica en asuntos públicos y de innovación legal. Como parte de esta labor, nos interesa el tema de la economía creativa potenciada con la tecnología para que llegue a más personas. Nuestro propósito es fomentar una sociedad más digital e inclusiva. Cuando DirecTV nos encargó investigar sobre economía creativa, aceptamos sin dudar, porque consideramos que el desarrollo de la economía creativa propiciará que el Perú se consolide en el terreno digital.

¿En qué sectores ves más posibilidades de desarrollar la economía creativa en el país?
En el Perú hay mucho potencial para ello. La industria cinematográfica, por ejemplo, en los últimos años ha ido en ascenso. En la industria de la publicidad también hay mucha creatividad. Quisiéramos llamar la atención de otros sectores. Nos gustaría, por ejemplo, que el Ministerio de Educación tome interés para que involucre en el currículo escolar cursos de programación y otros de arte. En este sentido, también es importante el aporte del Ministerio de la Producción para que, a través de Innóvate, se generen incentivos económicos o fondos o subvenciones para nuevos emprendimientos. Hay varios sectores e instancias que pueden trabajar articuladamente en favor de la economía creativa.

¿Cómo fue que comenzaste a interesarte en temas de tecnología?
Desde que estudiaba en la Universidad de Lima me dedico a solucionar los desafíos legales que la tecnología plantea. Hice mis prácticas en Microsoft, donde luego fui contratada y permanecí ahí cuatro años. Después pasé a una boutique legal de tecnología llamada Montezuma & Porto, que asesoraba diversos emprendimientos peruanos que lograron crecer mucho y hoy son exitosos, también a multinacionales de tecnología, y a fines del 2018 empecé en Niubox Legal Digital, que es la consultora líder en temas de tecnología. Como líder del área de Asuntos Públicos y Regulatorios, mi propósito es ser parte de la formación de las políticas públicas que regulan el internet y otros temas digitales, procurando que el país sea más inclusivo a nivel digital.

¿Tienes otras experiencias en el campo digital?
He participado como joven embajadora en el Foro de la Gobernanza de Internet de las Naciones Unidas, llevado a cabo en el 2019, en Berlín. Estuvieron presentes Vinton Cerf, vicepresidente de Google, que es quien creó lo que hoy conocemos como internet; la canciller alemana Angela Merkel y António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas. Fue mi primera vez en Europa, con un grupo de veintinueve jóvenes de diferentes países, con quienes compartimos perspectivas sobre nuestras diversas realidades. Tuve la oportunidad de escuchar a reguladores de todas las regiones, a organizaciones de la sociedad civil y empresas. Conocí sus puntos de vista sobre cómo se deben generar estas normas, siempre bajo un esquema de multistakeholders que esté abierto al diálogo. Sin duda, esta fue una de las experiencias que marcaron la pasión con la que hoy trabajo. Me siento muy contenta de participar en este tipo de reuniones, porque adquiero una visión sobre diferentes temas y reúno referencias internacionales para luego generar comentarios en mesas de trabajo. Ahora estoy con Open Internet Leaders 2020-2021, en un programa para investigar el impacto de las plataformas de rastreo de contactos que se desarrollaron como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. Esto tiene que ver con la privacidad y la protección de datos personales. Muchas de estas plataformas se desarrollaron con gran rapidez y, en algunos casos, no se tomaron en cuenta aspectos de privacidad. En el futuro, se presentarán otras emergencias que impliquen el uso de tecnología, y el Estado debe estar preparado para desarrollar soluciones de tecnología y cuidar los derechos humanos.

¿Cómo ingresaste a Open Internet Leaders?
Fue por una beca. No participan muchos latinos y hay bastante competencia, porque eligen solo a seis personas. Cuando fui, yo era la única latina, entre otros representantes de Europa, África y Estados Unidos. Para postular, me pidieron explicar el proyecto que quería desarrollar, mi experiencia profesional y, principalmente, mi motivación para ser parte de este programa. Luego tuve una entrevista en inglés y después llegó la noticia de mi aceptación, así que voy a estar con ellos trabajando como becaria hasta junio de este año. Pero donde creo que puedo tener más llegada a jóvenes es en el Observatorio de la Juventud, un grupo de interés de Internet Society, una ONG estadounidense que agrupa a más de mil doscientos jóvenes interesados en el desarrollo de internet. Desde el 2020, soy directora de Auditoría y me toca cumplir ese rol por dos años. Es un micro abierto donde todos pueden tomar la palabra y compartir sus comentarios. Es importante discutir algunos temas de las redes sociales y trabajar sobre libertad de expresión e inclusión, sobre la necesidad de evitar los discursos de odio, y sobre el uso ético de la inteligencia artificial.

Por otro lado, también eres jefe de prácticas en la Universidad de Lima.
Sí, en el curso Temas de Derecho II. El curso abarca los problemas legales que se generan por el uso de la tecnología, así como las maneras de utilizar la tecnología en la recepción de los servicios legales, la innovación legal, etcétera.

¿Qué puedes comentar sobre tu experiencia como estudiante en la Universidad de Lima?
Tengo los mejores recuerdos de la Universidad y de los excelentes profesores que tuve. Tenía algunas clases que duraban tres horas y se pasaban volando, porque se trataba de discutir casos prácticos, me encantaba. Por otro lado, yo era parte de la revista de Derecho, fui directora de eventos, lo cual me pareció una oportunidad magnífica. Desarrollé habilidades de responsabilidad y de trabajo en equipo. Tuve que contactar a abogados reconocidos para invitarlos a ser ponentes en los eventos que organizábamos. También vendíamos las entradas de los eventos y planificábamos tareas de responsabilidad social, entre otras tareas. Fue una magnífica experiencia.