Especialista en derecho tributario

Silvia Cachay Bernaola, graduada de la Facultad de Derecho, encontró en el derecho tributario el ámbito perfecto para combinar su simpatía por los números con uno de los factores de su personalidad que la llevaron a elegir esta carrera: la capacidad para defender sus convicciones y luchar por ellas. Su trayectoria laboral se divide en una primera etapa enfocada en el trabajo en auditoras (Alonso y Asociados, y Arthur Andersen) y una segunda orientada al trabajo en estudios de abogados, aunque siempre vinculada al área tributaria. Hoy, Silvia es socia de Payet, Rey, Cauvi Abogados.

¿Qué te lleva a elegir la carrera de Derecho?
Lo curioso es que a mí siempre me han gustado los números, incluso en algún momento pensé en estudiar Administración o Contabilidad. Llegado el momento puse en la balanza mis intereses y habilidades, y elegí la carrera de Derecho. Claro que cuando uno empieza la carrera no sabe realmente a qué se orienta, uno tiene el referente del abogado de la televisión. Conocía a grandes rasgos de qué se trataba la carrera, pero no sabía que a través del derecho tributario podía conjugar el aspecto numérico, que me llamaba la atención desde el colegio, con el derecho.

Cuéntanos un poco acerca de tus primeras experiencias laborales.
Mientras estaba trabajando en mi tesis me llamaron de una auditora, que era Alonso y Asociados, que pertenecía a Ernst & Young. Ahora es una auditora muy grande, pero en ese entonces era más pequeña, y en Tributaria había tres o cuatro personas; a veces veía temas de Laboral y daba cursos a la gente de Auditoría sobre CTS, por ejemplo. En este primer trabajo permanecí seis años. Cesareo Alonso, el socio principal, era uno de los mejores contadores del Perú y con él aprendí mucho del tema contable. Recuerdo que un 25 de diciembre se comunicó conmigo y me dijo: “Hija, el país nos llama”, así que al mediodía del 25 de diciembre tuve que ir a su casa, con un grupo, a trabajar todo el día. Luego tuve la oferta de otra auditora: Arthur Andersen, una empresa más grande que me iba a permitir aprender más. Ahí me quedé aproximadamente unos siete años, hasta el 2004, también viendo temas tributarios. Llegué hasta gerente sénior. Como puedes ver, estas dos experiencias significaron gran parte de mi vida y para mí representaron mucho, me permitieron alcanzar un amplio desarrollo profesional.

¿Cuándo se produce el cambio y entras al mundo de los estudios de abogados?
Luego de estas experiencias en auditoría, por cuestiones personales que me hicieron decidir que necesitaba un cambio, pasé a trabajar en estudios de abogados. En el primer estudio en el que estuve solamente permanecí por seis meses, hasta que uno de los socios de Arthur Andersen formó su estudio y trabajé ahí. Finalmente, vine a Payet, Rey, Cauvi Abogados. Aquí directamente ya como socia del área tributaria, porque ya había sido socia en el estudio anterior. Básicamente lo que veo son temas relacionados al derecho tributario, que son las relaciones entre la administración tributaria, que es el órgano que se encarga de administrar, de recaudar todo lo referido a los tributos con las empresas y las personas; aunque nosotros siempre nos enfocamos más a las empresas. También está la parte de consultoría, si sale una nueva norma cómo me afecta, esto funciona así, etcétera. Otro campo de trabajo es el de las revisiones de los libros. Y, finalmente, lo que se vincula a los procesos. Creo que esos son los grandes rubros, aunque habría que añadir la fiscalización, porque en el proceso mismo la Sunat te va pidiendo varias cosas, así que nosotros tenemos que realizar un seguimiento que puede durar a veces dos, tres meses o, en otras ocasiones, mucho más.

¿Cuáles son tus proyectos? 
Después de culminar el pregrado, cuando estaba en Alonso y Asociados, seguí una maestría en Derecho Empresarial, precisamente en la Universidad de Lima, porque si bien lo mío es el área tributaria, veía de todo un poco. Entonces sospechaba que esta maestría me iba a servir para conocer y abarcar todo lo relacionado con la empresa. Justo el año pasado sacaron unos cursos para sacar el título, así que aproveché y ya poseo mi título del máster. Hoy, para mí el lugar donde estoy es uno de los mejores estudios, no solo a nivel profesional sino también personal, así que mi idea como socia es fortalecer el área para que sea cada día más grande, conocida y reconocida. Otro objetivo también es balancear mejor el trabajo con mi vida personal, porque los primeros años, todo el tiempo que estuve en auditoras, trabajaba hasta las 12 de la noche. Además, claro, también está el deseo constante de seguir aprendiendo, porque uno nunca deja de aprender.