Con sus trabajos acerca del derecho comunitario y la propiedad intelectual, las egresadas de la Facultad de Derecho Ulima, Adriana Cangalaya y Valeria Tello, ganaron el primer puesto en la categoría Mejor Escrito de la primera edición del Moot Court sobre Derecho Comunitario y Propiedad Intelectual en la Comunidad Andina. Ellas participaron con un equipo de cuatro miembros en este evento organizado por la Asociación Internacional de Marcas (INTA) y el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina (TJCA).
¿Podrían explicar de qué se trató la competencia?
Adriana: En esta competencia se simula un tribunal, que en este caso es el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. Nos presentan un caso ficticio y nosotras tenemos que asumir la defensa de una de las partes ante el tribunal.
¿Cuál fue el caso ficticio que les tocó?
Valeria: Era sobre una empresa de patentes y una patente de elaboración de helados. Además de analizar la parte legal, tuvimos que revisar la parte técnica y aprendimos sobre el derecho comunitario, que se relaciona con el régimen de la Comunidad Andina. Lo más interesante del caso es que no se trata de una empresa contra otra, sino de una compañía contra un país. Todo es ficticio, por supuesto. A nosotras nos tocó defender el país, que supuestamente era miembro de la Comunidad Andina. Fue muy interesante.
¿Cómo es la mecánica del concurso?
Valeria: Se forman equipos, uno es el demandante y otro el demandado. En este caso, nos tocó ejercer la defensa; el país había otorgado la patente a una empresa y no a otra. Como es un caso de derecho comunitario, participaron grupos de otros países de la Comunidad Andina. Por otro lado, la competencia tiene dos fases, la parte escrita y la oral. En la primera ganamos, al obtener el mayor puntaje. Luego hubo que rendir una audiencia oral ante el tribunal de justicia de la Comunidad Andina. Para mí, lo más difícil fue aprender sobre derecho comunitario. Me tocó ver más que nada la parte técnica de las patentes.
Adriana: Para ambas ha sido un reto aprender sobre patentes y sobre derecho comunitario. Aprendimos mucho sobre las restricciones que tiene el mercado, sobre el comercio dentro de la Comunidad Andina y la importancia que esta tiene en nuestro país.
¿En qué consistió su preparación para defender el caso?
Adriana: Primero identificamos los puntos críticos que debíamos discutir en el escrito y luego nos dividimos el trabajo para avanzar cada uno de manera individual. Después nos sentamos a discutir en grupo. Por otro lado, tuvimos mucho apoyo de nuestro entrenador, el doctor Juan Manuel Indacochea.
Valeria: Los otros dos compañeros con quienes hicimos este trabajo son Pamela Matías, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y José Ballón, de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco.
¿Cuántos equipos participaron?
Adriana: Se inscribieron 116 estudiantes de 33 equipos de los cuatro países miembros, así como de México y Venezuela.
¿Cómo se sienten por este resultado?
Valeria: Muy felices y orgullosas de que nuestro esfuerzo valió la pena. Fue muy bonito ganar el premio como grupo.
Adriana: Estamos muy felices y orgullosas del trabajo realizado, pues ha rendido frutos.
¿Ustedes trabajan o practican actualmente?
Adriana: Yo trabajo en el estudio Rebaza, Alcázar y De las Casas desde hace cuatro años. Empecé como practicante, mientras estudiaba. Veo casos de derecho de las reestructuraciones, que en gran medida se basa en el derecho concursal. Tengo la oportunidad de ver insolvencias y también reestructuraciones privadas. Esa es mi especialización más fuerte. Pero, además, he tenido la oportunidad de ver asuntos de propiedad intelectual, derecho del consumidor, competencia desleal y propiedad industrial, áreas que están relacionadas.
¿Qué es derecho de reestructuraciones?
Adriana: Es una herramienta para que las empresas insolventes puedan continuar en el mercado, bajo criterios de eficiencia y competencia. Es decir, cuando no les va bien financieramente, tienen que volver a poner las empresas en verde, para lo cual se pueden utilizar distintas figuras estratégicas del derecho.
¿Y en tu caso, Valeria?
Valeria: Yo hace dos meses entré como practicante profesional a Indecopi, a la Comisión de Protección al Consumidor número 1. Me ocupo de reclamos que tienen que ver con el sistema financiero y los seguros. Me gusta mucho esta área de temas relacionadas con el mercado. Antes trabajaba en el estudio Rodríguez, en propiedad intelectual y competencia desleal dentro de empresas publicitarias. Veía todo lo relacionado con regulación publicitaria, que es el área que más me gusta, y propiedad intelectual, que tiene que ver con registro de marcas, patentes y signos distintivos. Siempre tuve la curiosidad de ver cómo era trabajar en Indecopi y cómo funciona desde adentro, y ahora lo puedo hacer.
¿Cómo recuerdan su época de estudiantes en la Universidad de Lima?
Adriana: Mi experiencia en la Universidad de Lima fue muy gratificante. Conocí a excelentes personas, que fueron mis profesores y amigos. En la Ulima desarrollamos el intercambio de ideas en las aulas, lo cual me enriqueció mucho. Valoro el haber conocido otras realidades, a personas de distintos lugares del país, con otras ideas. Eso ha calado en mi forma de ser y de desenvolverme profesionalmente. También valoro la excelencia de los profesores, pues ellos nos formaron con las mejores bases y los mejores instrumentos. Siempre voy a recordar con mucha gratitud y cariño mi etapa universitaria.
Valeria: Para mí fue todo un reto venir a estudiar a Lima, porque soy cusqueña. Al ingresar a la Ulima vine sola, y hoy puedo decir que esa ha sido la mejor etapa de mi vida. Conocí a personas que ahora considero mi familia, por el hecho de que yo vivía sola y encontré un gran apoyo en ellas. También me siento muy contenta por el lado académico, ya que la Universidad es excelente y muy exigente. Los profesores son muy buenos y te forman de manera integral.