Con el objetivo de generar valor dentro del ecosistema emprendedor peruano, Alberto Arrieta fundó Legal Ventures en mayo del 2018, un estudio de abogados con el cual brinda sus servicios a emprendedores, inversionistas, aceleradoras e incubadoras de negocios. Alberto estudió Derecho en la Universidad y en el futuro quisiera tener presencia regional con su empresa y apoyar a los emprendimientos latinoamericanos.
¿Por qué decidiste enfocarte en emprendedores?
Vi que en el mercado existía una escasez de servicios legales de calidad a un precio accesible para un emprendimiento. No podía recomendarle a un emprendedor un abogado de calidad que cobrara menos de 100 dólares la hora. Eso me impulsó a crear Legal Ventures.
¿Qué te permite cobrar 60 % menos a tus clientes, como se indica en tu web?
Hemos diseñado un sistema en el cual el abogado cobra gran parte de lo que se factura al cliente, a diferencia de lo que sucede en estudios tradicionales, donde tienen un sueldo predeterminado. Eso nos permite tener tarifas más baratas y, a la vez, que nuestros abogados ganen más dinero, proporcional con su esfuerzo, disponibilidad y especialidad.
¿Quiénes son tus clientes?
Tenemos más de 60 emprendimientos, inversionistas ángeles, aceleradoras e incubadoras de negocios, como UTEC Ventures. Entre algunos clientes está Joinnus, Rextie, Sicurezza, Netzun, Crack the Code, entre otros. Con el tiempo cada vez me voy alejando más del ejercicio del derecho. Me enfoco en gran parte del día en estrategia empresarial, planeamiento y estructuración de rondas de inversión. La firma sí es estrictamente legal, aunque ofrecemos servicios complementarios de terceros, con miras a dar recursos a nuestra comunidad. Además, les ayudamos a levantar capital. Hay emprendedores con mucho potencial que no tienen los recursos para ejecutar sus ideas. Algunos no saben que emprender con dinero de inversionistas es siquiera una posibilidad; ahí entramos nosotros.
¿Qué recomendaciones sueles dar a las startups que asesoras?
Les sugiero que se asesoren con algún abogado. Los emprendedores son autodidactas por excelencia, y eso muchas veces termina siendo perjudicial cuando se trata de asuntos legales. Lo más recomendable es que hagan preguntas; siempre hay gente dispuesta a dar respuestas.
¿En qué etapa del emprendimiento debería buscarte una persona para que le brindes asesoría?
Desde el inicio. Nuestras tarifas están pensadas para ayudar a construir al emprendedor, y que no llame al abogado únicamente cuando tiene problemas. La idea es hacer más trabajo de arquitectos que de bomberos.
¿Qué has logrado hasta el momento con Legal Ventures y qué quisieras lograr en el futuro?
Como logros “tradicionales”, hemos sido identificados y recomendados por rankings importantes para firmas jurídicas. Pero lo que más valoro es que tenemos un gran equipo de abogados muy talentosos y experimentados, que han confiado en el proyecto y vienen viviendo de forma equilibrada y con ingresos competitivos en el mercado. A futuro, vemos en Legal Ventures una firma con presencia regional, que pueda generar valor en los emprendimientos latinoamericanos.
¿Qué te pareció tu carrera en la Universidad de Lima y qué recuerdos guardas de tu vida universitaria?
La Carrera de Derecho me dio herramientas para resolver todo tipo de problemáticas empresariales, considerando siempre la perspectiva del negocio. Por otro lado, tuve una hija a los 18 años, lo que me llevó a trabajar desde muy joven. En cuanto ingresé a la Ulima, ya estaba practicando en un estudio de abogados. Mis recuerdos de la carrera son de mucho trabajo y buenas amistades. A los estudiantes de hoy les diría que cuiden y valoren esas relaciones, con esos amigos compartirán todos sus logros y obstáculos en el futuro.