Bolivia acaba de ganar su primer León en el Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions, por el trabajo de Henry Medina, CEO de la agencia creativa Ogilvy Bolivia y comunicador por la Universidad de Lima. Este premio le abre una puerta al mundo a su agencia y la destaca como una de las más innovadoras en publicidad.
¿Podrías compartir la historia de tu premiación en el Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions?
La historia es la siguiente. Cuando arranca el Festival de Cannes, de cine, paralelamente lo hace el Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions. Es un concurso muy conocido para gente de publicidad, diseño, marketing y relaciones públicas, y tiene el mismo prestigio que el famoso festival de cine. Nos lanzamos a competir en Cannes, animados por el hecho de que Bolivia nunca tuvo la oportunidad de ganar un León. No porque no haya talento, sino porque hay muy poca inversión en la industria publicitaria. Y estamos muy contentos con el resultado obtenido, porque es el primer León que gana Bolivia. También existen otros festivales internacionales importantes, The One Show, que es neoyorkino, y D&AD, inglés. Estos dos son más prestigiosos y difíciles de lograr, pero son más pequeños en cuanto a cantidad de piezas en competencia. Yo he conseguido, con mi equipo en Bolivia, el primer One Show y el primer D&AD para el país.
¿Qué significado tiene la categoría Metas de Desarrollo Sostenible, en la que has ganado?
Esta categoría premia campañas de impacto social hacia el 2030. Me interesaba mucho, porque tengo un perfil de responsabilidad y sustentabilidad. Antes, las categorías del Cannes eran de radio y televisión, que son los medios tradicionales. Pero esta competencia ha crecido muchísimo por las necesidades de nuestro planeta y del mercado, por eso competimos en esta categoría, que es parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de Naciones Unidas, y tiene que ver con la reducción de desigualdades.
¿En qué consistió la campaña premiada?
Cuando compites en una categoría como esta, lo que miden es si la idea va a tener un impacto social, pero eso lo tienes que contar a través de un producto audiovisual. Desarrollamos un video case de dos minutos para transmitir la historia. Contamos cuál es la idea que hay detrás, cuál es el impacto que tendrá en la sociedad y cuáles son los resultados que se pueden medir. Todo eso se contó en un documental que combina entrevistas con ficción.
¿Para qué cliente trabajaste esta propuesta?
Para mi propia compañía, Blink. Esta es una empresa de software y tecnología con propósito, que hace posible recibir dinero en la comodidad de tu casa, a través de una aplicación. Los motorizados atienden el llamado y, al entregar el dinero, se les reembolsa inmediatamente, vía online, a sus cuentas. Esto tiene un impacto social en las personas que no tienen acceso a los cajeros. Ganamos el León con ese proyecto.
¿En Blink cómo te está yendo?
Muy bien. Hay un banco grande interesado y con él estamos tratando de conseguir un impacto positivo a nivel nacional, en áreas rurales.
¿Cuál es el impacto que tendrá en Bolivia el hecho de haber ganado este primer León?
Va a ser muy importante, porque cuando en el Perú se ganó el primer León, empezó a cambiar todo el mercado. Las grandes marcas se inquietaron y se mostraron dispuestas a realizar publicidad más arriesgada. Aquí, inmediatamente, me ha llamado una marca importante para proponerme manejar su cuenta, solo por haber ganado este premio. El impacto en el negocio es inmediato. Además, la Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA) de Bolivia quiere hacer un conversatorio sobre la creatividad, precisamente la que gana premios, para ver cuál es la posición de los anunciantes sobre este tipo de eventos, y me han invitado como expositor por la misma razón, porque ganamos un León en Cannes. Harvard Business School, en su Business Review, ha demostrado que la publicidad altamente creativa tiene un impacto doble sobre el ROI (retorno de inversión). Es decir, cada euro invertido se duplica. Asimismo, una publicación inglesa de marketing y publicidad dice que la publicidad que gana premios es hasta 11 veces más efectiva que la que no gana. Hay una consecuencia real sobre el negocio.
¿Crees que esto motiva a las agencias y a los anunciantes a asumir un poco más de riesgos?
Sí, definitivamente. La Cervecería Boliviana Nacional me ha invitado a una reunión para ver qué podemos hacer juntos. Los anunciantes están despertando. Hace mucho tiempo que estoy peleando por esto, casi a riesgo de cerrar la compañía, porque los clientes no estaban cómodos con un creativo que siempre quiere buscar algo diferente. La mía es una agencia boutique, es muy pequeña. Llegó un momento en que pensé: “Si me voy a quedar sin negocio por tratar de cambiar las cosas, pues así será”. Si se van a mover las bases de la comunicación, alguien tiene que asumir ese riesgo. No se trata solo de cuidar el negocio y ganar plata. Felizmente, este premio reafirma que estamos haciendo bien las cosas.
¿En este momento qué cuentas llevas?
Ahora estoy con Viva, que es una empresa telefónica, la tercera más grande del país (Bolivia); con Alicorp; con el Banco Ganadero, que es muy importante en el oriente boliviano; con un mall digital que se llama El Genio X, una especie de Amazon local con ganas de expandirse.
¿Antes de irte a Bolivia, dónde habías trabajado en el Perú?
Estuve en la agencia de publicidad BBDO, que es una transnacional. Yo era creativo para Pepsi. Después, me fui a manejar la cuenta de Coca-Cola en McCann Erickson Lima. Luego de trabajar en transnacionales en el Perú se me abrieron muchas puertas, lo que me trajo a Bolivia, a llevar nuevamente la cuenta de Pepsi, pero esta vez en Grey, otra transnacional. Cuando la gente de McCann Erickson de La Paz se enteró de que estaba en Bolivia, me convocó nuevamente, pero yo tenía un compromiso laboral de por lo menos un año, y rechacé la propuesta. Luego volvieron a invitarme y esa vez acepté. Después de trabajar cerca de ocho años ahí, una colega me propuso abrir una agencia propia. En ese momento yo no tenía los recursos económicos para invertir, pero me invitaron por el aporte profesional que podía dar. Entonces empecé a investigar qué agencias internacionales no estaban en Bolivia y me atreví a pedir la representación de DDB, que es parte del holding Omnicom a nivel mundial. Estuve con ellos unos años hasta que intenté lo mismo con Ogilvy, que era la red más creativa del mundo en ese momento y donde soy CEO.
Finalmente, ¿qué valoras de haber estudiado en la Universidad de Lima?
La Universidad de Lima me dio todo lo necesario para que hoy pueda sentarme a negociar la participación de mi compañía con un director financiero, a invitar a un project management de un banco para que sea mi socio, a hablar con una incubadora. Todas estas capacidades me las dio la Universidad de Lima. Considero que yo tenía la vehemencia y los soft skills, pero no los hard skills que me están ayudando a cerrar negocios. Por eso quiero tanto a la Universidad de Lima.