Su especialidad: el marketing médico

Giulianna Milian se ha especializado en el marketing médico, un rubro poco explotado en nuestro país, pero donde ella se ha posicionado muy bien, con estrategias para redes sociales, cursos para médicos y mucho más. Giulianna estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Entre sus planes está el crear una escuela donde orientar a los profesionales de la salud en el uso de redes sociales. La motiva el hecho de haber ayudado a crecer a muchos médicos con los que ha trabajado.  

¿Por qué decidiste enfocarte en el tema médico?
Realmente, no lo planifiqué. Yo empecé mi carrera profesional haciendo marketing digital para empresas dedicadas a diferentes rubros. De pronto, tuve un primer contacto con un cirujano plástico, con quien empecé a trabajar, y poco a poco me fueron buscando más doctores, por medio de recomendaciones. De pronto noté que la mayoría de mis clientes eran médicos, y entonces comencé a promocionar la agencia por su especialización en el rubro de la salud. Me ha ido bien y he podido crear tendencias e innovar. Gracias a ello, nuestros clientes se han vuelto referentes en temas de salud. El marketing médico no se ha desarrollado en el Perú; en otros países, como Brasil, sí está bien desarrollado.

¿Cómo es el curso Instagram para doctores que dictas?
En ese curso les enseño cómo debe ser una estrategia. No se trata de enseñarles a usar Instagram, cómo publicar y lo demás, para eso pueden encontrar muchos tutoriales en YouTube. Mi curso es para que puedan tener una visión marketera de su marca. Muchos no se dan cuenta del potencial que tienen y actualmente es indispensable que un doctor maneje su marca personal. Estamos en el boom de las marcas personales y un médico puede potenciarse muchísimo profesionalmente al trabajar su marca personal en redes sociales. Lo que yo hago es enseñarles una estrategia exitosa para insertarse en redes sociales: cómo es el tipo de contenido que deben crear, cómo interactuar con la gente, cuáles son las estrategias de campaña que deben crear, etcétera. Les dicto un curso de tres días, online y en vivo. Pero estoy por lanzarlo en forma digital, ya que el e-learning está funcionando muy bien. El curso gusta mucho, porque la mayoría de los que se ofrecen en el mercado se dedican simplemente a enseñar a manejar una plataforma. Mi propuesta es distinta, tiene un enfoque en el crecimiento y planeamiento profesional, y los médicos se forman una nueva visión de sus negocios, lo cual es importante. 

¿Te parece que el mercado es interesante para este tipo de cursos?
Sí. Tengo la idea de abrir una escuela donde pueda dictar no solo temas de redes sociales, sino también de negocios, porque los médicos no tienen la formación necesaria para hacer un plan de negocios ni otros temas que serían de gran utilidad para ellos, ya que muchos trabajan de manera independiente y necesitan este tipo capacitación. Antes de la pandemia, uno de mis clientes tenía una escuela de odontología y de vez en cuando le preguntaban si podía dar clases sobre redes sociales, así que me invitó a dictar un curso de community management para odontólogos. Así fue que comencé a dictar este tipo de cursos y diseñé el curso Instagram para doctores, que no existía en el Perú. Ahora quiero fundar mi propia escuela, Escuela Power, con la cual implementaremos cursos para pasar del consultorio de la clínica, para desarrollar la marca personal, entre otros. En el rubro de belleza y estética, queremos tener una submarca para seguir expandiéndonos.

¿Qué tan importantes son las redes sociales para los profesionales de la salud?
Las redes sociales son una gran herramienta para las empresas, tienen la capacidad de hacerlas crecer. Yo he visto crecer a mis clientes, los he visto pasar de un consultorio pequeño a otro más grande, contratar más personal, darse cuenta de que pueden ser más grandes de lo que pensaron. Este año hemos convertido en influencer a una doctora que es gastroenteróloga y nutrióloga, especialista en mujeres embarazadas. Ella les dice a las mujeres cómo deben cuidarse, cómo alimentarse y cuidar su salud durante la gestación. Venimos trabajando con ella hace un año con muy buenos resultados y ya hay marcas que la buscan. Con ella vimos que muchas mujeres embarazadas, sobre todo las primerizas, se morían de miedo de hacer algunas cosas sin el consentimiento de sus doctores. No querían ni tomar una gaseosa sin que su médico les dijera cómo hacerlo, por miedo a que le pasara algo al bebé. Por eso creamos el primer programa online para embarazadas; es un curso digital que, a través de videos, enseña a la gestante todo sobre su embarazo: cómo cuidarse, qué síntomas son de alarma, qué hacer si tiene anemia, si tiene diabetes gestacional, cómo alimentarse, cuáles son los ejercicios ideales para ella, qué hacer para prevenir la depresión posparto, cómo enfrentar la lactancia y más… Es un curso hermoso que me hubiera encantado llevar cuando tuve mi primer hijo, hace cinco años. Por otro lado, la empresa internacional Tigo se dedica a la comunicación digital, y Tigo de Panamá me contrató para dictar un webinar para sus clientes que son profesionales de la salud, acerca de las nuevas tendencias en marketing médico para el 2022. Les gustó muchísimo y en febrero vamos a repetir el webinar. Aquí en el Perú me han convocado laboratorios y otro tipo de empresas para dar charlas a sus clientes o a sus equipos.

¿Cuáles son las redes sociales que ayudan más a los médicos?
Depende mucho del público que tiene cada uno, pero en este momento están en auge Instagram y TikTok. Eso no significa que Facebook no funcione. Facebook sigue siendo el padre de las redes sociales; sin duda, es la plataforma que tiene más usuarios a nivel mundial. Las personas que están en Facebook son más que las que están en Instagram y TikTok, pero estas últimas redes están creciendo bastante, sobre todo por las herramientas que tiene Instagram, que son más cercanas a las personas.

¿Por qué crees que has tenido éxito en la comunidad médica?
Pienso que la razón principal de nuestro éxito es que a la gente le ha encantado romper el estereotipo del médico serio que habla con palabras difíciles y que escribe cosas que uno no entiende. Cuando la gente ve a un médico en redes sociales que habla en su lenguaje y que muestra su personalidad tal como es, esa es la clave del éxito. A la gente le encanta sentir que un médico puede ser alguien cercano, alguien que trae información importante, que orienta de forma divertida y que engancha con eso. Ahora están en la televisión los doctores que son influencers, eso ha abierto las puertas a mis médicos, tanto las de la televisión como las de la radio. 

¿Hasta qué punto les ayudas? ¿Tú les generas contenidos, los grabas o solo les das la asesoría para que ellos puedan manejar sus redes sociales?
Nos encargamos de todo. Somos una agencia con más de 22 personas, repartidas en Perú, Venezuela y Colombia. Todos trabajamos de forma remota. Creamos contenido y lo publicamos, diseñamos la estrategia de lanzamiento de marketing, de marca personal, grabamos y editamos los videos, hacemos las campañas, nos encargamos de sus historias. Tenemos diferentes paquetes en redes sociales, y los médicos eligen el que más les conviene.

Cuéntanos sobre tu experiencia laboral previa a tu agencia.
Yo he trabajado desde que estaba en la Universidad. Tuve un hijo cuando era muy joven y no dejé mi carrera, seguí estudiando y al mismo tiempo trabajaba en agencias de marketing, en BTL. Tuve clientes como Nestlé, Kimberly Clark, Wong, Winter, Gloria. Me encargué de todas sus activaciones y eventos. También trabajé en trade marketing, me encargaba de organizar y dirigir a las promotoras que tenían las marcas en los supermercados. En el 2016 me retiré de las agencias, aunque seguí con algunos clientes, apoyando emprendimientos, creando páginas web y cosas más pequeñas, hasta que decidí lanzar oficialmente mi agencia, que se llamaba Milian Marketing –llevaba mi apellido–, pero luego cambió a Power Marketing.

¿Qué te pareció estudiar en la Universidad de Lima?
Yo siempre quise estudiar en la Universidad de Lima, desde que estaba en el colegio, eso lo tenía muy claro. Cada vez que pasaba por ahí, decía: “Esa es mi universidad, yo voy a estudiar ahí”. Y así fue. Ingresé para estudiar contabilidad, como mi padre, que es contador. Pero una vez adentro me di cuenta de que mi vocación estaba en la Comunicación, me cambié de carrera y entonces me terminé de enamorar de la Universidad de Lima, porque la Carrera de Comunicación es muy completa, te permite aprender muchas cosas de diferentes ramas de la comunicación, y todo es muy interesante. Me encantó la comunicación social y corporativa, los cursos eran excelentes, lo mismo que los profesores. Recuerdo que viajamos a Iquitos con la misión de crear campañas para niños. Luego empecé a ver los temas de marca y también me gustaron, me interesó mucho la publicidad y el mundo audiovisual. Me encantó la Carrera de Comunicación en la Ulima, adquirí herramientas que hasta el día de hoy aplico con mis clientes. Me mantengo en contacto con muchos de mis amigos de la Universidad y veo que todos están felices con sus estudios.