Ricardo Esparza, una historia de perseverancia: “Me he demostrado que nunca es tarde y que puedo lograr lo que me proponga”

Escuchó su nombre y se levantó a recibir su diploma. Mientras Ricardo Alfredo Esparza Bermúdez recibía el documento que lo certificaba como graduado de la Carrera de Comunicación de la Universidad de Lima, escuchó las palmas de sus 292 compañeros de la promoción 2023-2 y las de todo el auditorio. A sus 64 años, y después de haber postergado este momento por casi 40 años, cumplía su sueño en la Ulima. Fue inevitable emocionarse. El video de ese momento se viralizó en TikTok y hoy diferentes medios de comunicación lo contactan para hacerle notas.   

Ricardo ingresó a la Universidad de Lima en 1977. Tuvo como compañeros de clases a Pablo Cateriano, Mónica Delta y Estrella Amprimo; y a profesores como Mario Razetto y al exrector Desiderio Blanco. A la par de sus estudios, trabajó en la producción de programas deportivos como Ponte en Forma de Alan Wong y se dedicó a las actividades aeróbicas y al canto. La alta carga laboral y el factor económico lo obligaron a llevar cada vez menos cursos, por lo que ―mientras sus compañeros se graduaban en 1982― estudió siete años, hasta 1984. Finalmente, cerca de culminar la carrera, tuvo que postergar la tarea de graduarse.

La llegada de la pandemia significó un punto de quiebre para Ricardo. Fue el momento en que se decidió culminar la tarea inconclusa. A pesar de ser un destacado instructor de aeróbicos y haber recibido los Laureles FIT por parte de la Escuela Nacional de Aeróbicos (ENDA) ―por ser el primero en llevar este ejercicio a nivel internacional―, en 2021 retomó los estudios de forma virtual:

“Se dilató un poco mi paso por la Universidad. Me absorbió tanto esta actividad aeróbica que nunca me preocupé del egreso. Así, pasaron los años y pensé que ya era muy tarde. La pandemia nos sacudió a todos. Me quedé sin las actividades que alimentaban el espíritu y el alma, y que me hacían llevar la vida un poco más llevadera. Todos estuvimos muy cerca de ‘pasar al otro lado’. En la familia, enfrentamos dos pérdidas, y reparé en que había cosas pendientes que cumplir, ciclos que tenía que cerrar”.

Una vez motivado, Ricardo se contactó con la Universidad para conocer y cumplir con los requisitos pendientes para culminar la carrera, lo que no solo fue un reto académico, sino también tecnológico:

“Estudié en el colegio y la universidad cuando no se empleaban computadoras. Ahora, tuve que hacerlo en una clase ‘online’ con bastante gente conectada. Me mandaban a subgrupos y a hacer trabajos en Power Point. Yo no tenía idea de lo que era. Por parte de los profesores hubo mucha paciencia, tolerancia, comprensión y empatía. Sentía un gran apoyo para que lo lograra”.

En enero de este año, a la par que rendía sus exámenes finales de forma virtual, participaba en el Concurso Nacional de Marinera, que ganó en la categoría de oro. Pero la satisfacción más grande —cuenta Ricardo― la obtuvo al graduarse:

“Cuando tuve la constancia me invitaron a participar en la ceremonia de graduación y no estaba convencido de ir. ¿Qué iba a hacer yo rodeado de chicos que podrían ser mis nietos? ―me decía a mí mismo―. Las chicas de grados y títulos me hablaron muy bonito y me dijeron que para la Universidad era muy importante mi presencia porque iba a ser un lindo ejemplo para mucha gente. Estaban seguras de que iba a darse un momento muy emotivo tanto para ellos como para mí. Estoy muy agradecido con la Universidad”.

Aunque Ricardo no se lo esperaba, fue exactamente lo que sucedió. A pesar de que no puede creer lo que está viviendo, él lo toma con mucha humildad:

“Llegué emocionado, pero con mucho temor de estar rodeado de tantos alumnos mucho menores que yo. Conversé con jóvenes que me preguntaban por mi historia, se emocionaban y me decían ‘qué honor graduarme con usted’. Vine con mi mamá, que tiene 86 años, y mis dos hermanos, y pensé que solo ellos me iban a aplaudir. Soy muy emotivo y creo que ha sido uno de los momentos más importantes de mi vida. Quizás no tenga ninguna foto en la que sonría porque fui puro llanto. Estoy completamente abrumado con el video de TikTok. No lo busqué ni lo imaginé. No considero haber hecho algo excepcional, solo culminé algo que debí hacer mucho tiempo atrás”.

Ricardo espera seguir su desarrollo profesional en el campo de la comunicación, particularmente en la rama de periodismo.

“Me gradué no solamente por mí, sino porque sabía que para mi madre tenía mucho significado. Ahora, puedo seguir algún tipo de especialidad. Me encanta la redacción periodística y me gustaría ir por ese lado. Me he demostrado que nunca es tarde y que puedo lograr todo lo que me proponga. Espero que mi caso les pueda servir a más personas. Algunos me han llamado para decirme que van a retomar sus estudios”.