Millennials: hábitos, valores y motivaciones de la nueva generación

En la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima, una de las principales áreas de estudio es la que intenta descifrar las motivaciones, actitudes de consumo y valores de los millennials o la ‘generación y’, aquellos nacidos entre finales de los ochenta e inicios de la década pasada que fueron protagonistas y testigos privilegiados de los cambios que trajo consigo el despegue de Internet y las nuevas tecnologías de comunicación e información. En años recientes, además, quienes nacieron durante el nuevo milenio se encuentran en plena adolescencia y ya están aportando nuevas formas de entender el mundo, lo que ha hecho que se les empiece a analizar bajo la etiqueta de ‘generación Z’ o postmillennials. Justamente eso fue lo que se hizo en el intermedio “Millennials y Postmillennials: De la generación x a la generación z”, realizado el 1 de octubre en la Ventana Indiscreta, sala de cine de la Facultad de Comunicación. Esa mañana, tanto alumnos como público externo pudo escuchar y participar de la discusión, moderada por el profesor Carlos San Cristóval, y que tuvo como invitados a Freddy Vargas Lama, Director Nacional de Prospectiva y Estudios Estratégicos del CEPLAN (Centro Nacional de Planeamiento Estratégico, una institución estatal que tiene a su cargo, por ejemplo, el Plan Bicentenario) y Gonzalo Abad Morón, Digital Specialist Consumer Experiences de la consultora GfK.

Alfabeto generacional

Desde un inicio, Freddy Vargas propuso definir con claridad las características que han vuelto particulares a estas generaciones: en principio, están compuestas por nativos digitales, un distintivo más evidente entre los pertenecientes a la ‘generación z’; han dejado un poco de lado la televisión y las salas de cine para acceder a contenidos audiovisuales a través de Internet, como lo demuestran encuestas del BBVA Innovation Center que arrojaron que el 59% veía películas por Internet y solo el 46% veía televisión; en la misma encuesta, se reveló que el 78% de millennials accedía a Internet a través de su móvil, mientras que una encuesta de la consultora Deloitte determinó que el 83% de ellos se acuestan para dormir junto a su cellular. Finalmente, en el ámbito laboral, hay mucha mayor movilidad (según BBVA Innovation Center, el 81% deja de hacer negocios con un cliente si tuvo una mala experiencia con él) y el factor determinante para un trabajo dejó de ser el salario (Forbes, por ejemplo, descubrió que el 70% busca un trabajo en base a si sus horarios son flexibles).

Estas cifras ayudan a definir el ethos de esta generación a escala global, pero también describen a los peruanos que podríamos considerar de las generaciones ‘y’ y ‘z’, más aun considerando que este grupo etario representa a la mitad de la población peruana (17 millones de personas, aproximadamente). Según estadística del 2013 del Great Place to Work, por ejemplo, los millennials y postmillennials también han cambiado su concepción del trabajo ideal, de allí que el 76% se sienta insatisfecho con su empleo actual y lo que más busquen de sus empleadores sea que cumplan sus promesas (80%), les permitan trabajar con una buena infraestructura (86%), los capaciten (78%), les den beneficios (85%) y los reconozcan de forma personal. Considerando esto, Freddy Vargas no tiene reparos en asegurar que estas dinámicas van a definir a la nueva clase media peruana en los próximos años. Pero para conocer de forma profunda a estas generaciones no basta con definirlos a partir de sus hábitos y preferencias laborales. Gonzalo Abad, de GfK, quien recordó con nostalgia que en su época universitaria podía tardar hasta tres días en conseguir información relevante para sus intereses académicos, cree que el acceso inmediato a la información que ofreció el Internet ha moldeado la personalidad y la forma de relacionarse de la gente. Así, invocando al espíritu de Marshall McLuhan, recordó cómo en Internet se forman millones de comunidades de personas en base a intereses comunes, formando a una nueva generación de especialistas en temas tan disímiles como videojuegos de rol en línea o repostería. Abad, sin embargo, recuerda que los jóvenes de hoy tampoco son robots conectados a un cable de red cual enfermo de hospital.

Según un estudio de GfK, el factor más importante al momento de seguir una recomendación es la opinión de los amigos y la familia. Esto es incluso más importante que la información que puedan encontrar en la publicidad o los artículos periodísticos. El boca a boca está en un pico de relevancia histórica. Por ello, no sorprende que los peruanos compartan en Facebook, su red social favorita —seguida de YouTube y Twitter—, principalmente fotos y opiniones, estas últimas aun más reproducidas que las noticias mismas —las frases motivacionales y los chistes completan la jerarquía del contenido compartido—. Existen, además, otros factores que han mutado la personalidad de los jóvenes peruanos. Abad, en base a cuatro ejes (placer, relaciones personales, poder del logro y tradición), nos muestra cómo GfK ha diferenciado a los millennials de sus antecesores de la ‘generación x’. Los segundos, tras superar un periodo de violencia política e inestabilidad económica, han desarrollado una cultura orientada hacia el éxito y el emprendimiento, probablemente debido a la falta de oportunidades que definió su adolescencia. Los primeros, sin embargo, han crecido en un país más estable y eso les ha permitido orientarse hacia el placer. Son una generación hedonista y, si no la estudiamos, dice, puede traer problemas como los vividos en España en los últimos años, donde la insatisfacción y a la frenética movilidad laboral han llevado, entre otros factores, a un periodo de inactividad económica.

Desafíos del siglo

El CEPLAN, institución de la que es parte Freddy Vargas, analiza los posibles escenarios del Perú para los próximos quince años. Para el 2030: el 60% de los peruanos pertenecerán a las generaciones ‘y’ y ‘z’ y, teniendo en cuenta todo lo expuesto en el intermedio, Vargas comentó su mayor preocupación: “¿Qué pasará cuando los millennials tengan que ser jefes de otros millennials?”. De momento, por lo dicho por Abad, la resolución de ese escenario parecería ser una inevitable una colisión de egos e individualismo. Al menos por ahora, las nuevas generaciones tienen espacio para el ensayo y error. Vargas recordó que, por primera vez en la historia, un grupo de jóvenes peruanos tiene un safety net, pues, en las últimas dos décadas, sus padres adquirieron una solidez económica que les permitirá levantarse si es que fallan. Y son varios los aspectos en los que deberán probar soluciones. La política, mencionada en la ronda de preguntas del evento, es uno de ellos. “Si no fuerzan a la política a renovarse, ella no lo va a hacer por sí misma”, dijo Abad, recordando que esta generación de especialistas de la que hablaba ha tenido como consecuencia negativa que solo el 25% de peruanos busque información política.

Vargas, por su parte, recordó que en España son millennials quienes están aplicando sus códigos para revolucionar la política de su país. Así, partidos como Podemos y Ciudadanos, compuestos por militantes y cuadros técnicos bastante jóvenes, han desplazado a partidos tradicionales españoles como el PSOE y el Partido Popular. No solo el futuro desafiante le genera ansiedad a los millennials, sino también el bombardeo de información al que están sometidos hoy en día, tal como mencionó una alumna durante la ronda de preguntas. Abad dio un consejo práctico: “yo desactivé todas las notificaciones de mi celular para tener control sobre mi celular y no viceversa”. Las generaciones ‘y’ y ‘z’, sin embargo, no podrán hacer lo mismo con las alertas de los problemas futuros. En este intermedio de la Facultad de Comunicación, como un primer paso, empezamos a conocer a quienes van a intentar darles solución.